Champagne problems
Un ciudadano de Panem impecable, era aquel yerno que cualquier madre desearía tener. Y a pesar de todas las comodidades que le rodeaban, nunca era suficiente; mamá siempre decía que nada lo sería para mí.
¿Por qué, después de rechazar una propuesta de matrimonio, el problema debía ser yo? Ella no permitiría que fuéramos dos. Yo lo amaba, ¿qué importaba el anillo?
Una fiesta de conveniencia organizada por mis padres, con toda su familia, la mía, e incluso personas que jamás había visto en mi vida. Nunca sospeché nada, esto era normal en las familias que intentaban mantener el estatus.
Tal vez debí haberlo intuido cuando mamá dijo que ese vestido lila era muy simple, que debía usar uno que hiciera justicia a mi belleza. Eran los anfitriones, ¿cómo iba a suponer que mi novio de cinco años quisiera dar el "gran paso"? Yo solo pensaba en que moriría de hambre durante las siguientes horas.
Mi amor era constantemente tolerado, ellos solo te quieren cuando eres la hija, hermana, novia ejemplar.
No fue hasta unas horas después, cuando una pareja hablaba de una propuesta. Me reí. ¿Quién se atrevería a hacer una propuesta en esta fiesta tan cliché? Hasta que lo supe: hablaban de él.
Nunca habíamos hablado de matrimonio, ni una sola vez. Quisiera decir que lo confronté inmediatamente, pero huí, buscando a Theo. Vaya sorpresa la que me encontré.
—Me propondrá matrimonio, John. Tienes que evitarlo, por favor —le dije, consternada.
—Atenea, ¿por qué lo detendría? Nuestros padres lo aman. Tendrás una vida próspera.
—¿Próspera? Él jamás me lo pidió. ¿Qué importa lo que ellos quieran?
—¿No se supone que lo amas?
Y debí decir que sí, que lo amaba, pero lo que salió de mi boca fue muy diferente.
—¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?
Huí, me escondí durante horas en una habitación del lugar, sin saber qué hacer. Porque si hubiera querido casarme con él, no le haría esto. Pero él merecía más. Lo busqué entre la multitud, mientras los murmullos y las miradas se posaban sobre mí.
—Te busqué por horas, Atenea. ¿Qué demonios te pasa?
—No voy a casarme contigo, John. ¿Prefieres que se lo diga yo a todos o quieres decir que me siento fatal?
—Te amo, Atenea. Te estoy demostrando ante todos que quiero que vayamos en serio. Tengo la bendición de tus padres y de Theo. ¡¿Qué más quieres?!
—Me voy, John.
—Vete a la mierda, Atenea. Por eso las personas se alejan de ti, no sabes lo que quieres.
Mentiría si dijera que le respondí, mis ojos fueron los únicos que se llenaron de lagrimas.
Dolía, porque si me lo hubiera pedido estando solo él y yo, habría dicho que sí.
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REFLECTIONS - Coriolanus Snow
Romance-Nunca conocí nadie como tú. -¿Eso es bueno o malo? - Malo