Capítulo 13

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ZORO

Era inevitable, amaba al idiota del cocinero. Justo ahora que era el verdadero Sanji y que le había dicho que también lo amaba, su amor hacia él aumentó al 100 y diría que más. Todo de él amaba tanto, le gustaba, le fascinaba, adoraba todo de él. No se cansaría de decirlo, le gustaba todo y más esa hermosa sonrisa, aunque tenía tiempo que no la veía, de igual manera la recordaba y al hacerlo se le revolvía todo dentro de él, Sanji lo había vuelto loco.

Suponía que en su cita la vería de nuevo, pues Sanji luego le había dicho formalmente que sí era una cita, que como el espadachín le había pidió a su clon, entonces ahora era turno del cocinero y Zoro lo agradecía. Aunque claro luego de esta cita tendrían otra donde tenía pensado pedirle que fueran algo más, más que compañeros, más que amigos. Que sean novios.

Quizás era muy pronto, pero pensaba que si ya se habían dicho lo que sentían, ¿por qué deberían seguir como si nada y no avanzar? Iba hacerlo, se lo pediría y el cocinero decidiría referente a lo que siente. El espadachín creía que ya era hora, que todo lo que sintió por mucho tiempo al fin tendrían resultado y que todo saldría bien.

Así que por ahora estaban comiendo, era como siempre. Risas, gritos y Sanji y Zoro ciertas veces sus miradas se encontraban donde se podían describir miles de emociones, para que luego sonreían y trataban de no mostrarse nerviosos y sumamente felices. Aunque claro no pasaba tan desapercibido como pensaban, pues cierta arqueóloga se daba cuenta de que ya se habían reconciliado y ahora estaban mejor que antes. Al terminar la comida el espadachín se queda allí esperando a que todos salieran y pudiera hablar con el cocinero a solas.

-Cocinero- habla Zoro al ya quedarse a solas con Sanji.

-¿Qué?- voltea Sanji quien estaba lavando los platos.

El espadachín se levanta y se dirige hacia el cocinero quien al percatarse que se acercaba, empezó a colocarse nervioso y a mover sus manos, eso era normal cuando el espadachín se acercaba al contrario con mirada fija. Le encantaba como se colocaba cuando lo miraba de esa forma.

-¿Qué quieres?- habla nervioso el cocinero. Quien mejor decidió volver a lavar los platos.

-¿Te puedo ayudar?- termina acercándose por completo al cocinero.

-Estoy bien gracias- responde el cocinero quien estaba sudando por la cercanía del espadachín.

El espadachín al notar como Sanji reaccionaba por su proximidad. Decidió que era mejor que estuviera más nervioso. Así que bajó su rostro hasta estar a la altura de su oído. Al estar allí respiró con más fuerza para que así el contrario pudiera sentirlo, y justamente como pensó. El cocinero al sentir su respiración notoriamente se tensó y a la vez su piel se erizó dejando ver pequeños cabellos en su nuca que estaban como una antena.

-Me pones mal Sanji- susurra Zoro con la voz ronca.

El cocinero se ruborizó y Zoro al ya tener a Sanji en ese estado, se alejó y se volvió a sentar donde anteriormente estaba. El cocinero aún sonrojado terminó de lavar los platos y luego limpió la cocina. Después de unos minutos ya había terminado y se estaba secando las manos con una toalla.

-¿Nos vamos marimo?- menciona Sanji saliendo de la cocina con una palpable sonrisa.

El espadachín salió de una vez de la cocina y Sanji ya había bajado del barco. Este al ver que Sanji lo veía con una sonrisa, lo único en lo que podía pensar era en que quería ver esa hermosa sonrisa de cerca. Así que subiéndose a la barda, saltó sobre ella y en segundos ya estaba al frente del cocinero.

-Quiero seguir viendo tu sonrisa- habla bajo el espadachín tratando de que Sanji no lo escuchara.

Pero tristemente el cocinero sí lo había escuchado.

Gracias a la investigación (Zosan)Where stories live. Discover now