Gracias a la investigación (Zosan)

Capítulo 10

SANJI

Quería preguntarle, anhelaba escuchar todo lo que pasó entre ellos, pero a la vez no tenía intención de hacerlo, se tragaría la curiosidad. Dejaría que el mismo espadachín dijera lo que pasó.

-¿Qué quieres marimo?- pregunta Sanji con doble intención. Tratando de incitarlo a que dijera todo lo que él quería escuchar.

-Veo que el que estaba equivocado era yo. Todo fue una maldita mierda y ahora yo...- el espadachín ve con semblante apagado al cocinero.

Este le recorre un escalofrío. Esa mirada jamás la había visto en el espadachín, se veía gravemente mal. No tenía buena cara y no se mostraba como si le importara como estaba su salud. Y no salud física, sino sentimental...

-¿Tú qué?- pregunta Sanji. Ya le valía un carajo. Quería saber, saberlo todo.

-Solo vine porque quería comprobar con mis propios ojos la situación. Pero ya al estar seguro, puedo seguir con lo que tenía en mente desde que "tu clon" apareció- termina el espadachín yendo hacia la puerta.

Pero esa no era respuesta para todas las preguntas que tenía Sanji. Así que fue directo al espadachín y lo tomó del brazo, este volteo y lo miró con sus ojos algo rojizos. Sanji se alejó un poco pero sin soltar el agarre. ¿Marimo enserio lo que sientes es lo mismo que yo? Quería decirle la realidad, quería decirle lo que había pasado esa noche. Pero tenía miedo, tenía miedo de lo que pudiera pasar entre los dos. Maldito cobarde.

-¿Qué es lo que vas hacer?- pregunta Sanji acercándose al espadachín.

-En unas horas lo sabrás. Por ahora solo te pido una cosa.

-¿Cuál?

-Suéltame- habla ronco el espadachín.

El cocinero se sorprende y nota que ya estaba volviendo el amargado y frío espadachín, así que solo lo soltó. El espadachín se estremeció y notoriamente limpió su brazo donde Sanji lo tenía agarrado, así mismo se fue mirando de reojo al cocinero. Este se sorprendió por lo que había hecho el espadachín, acaso no le gustaba que lo tocara. Pero antes cuando lo tocaba nunca se había portado así. Lo más extraño era lo que él había dicho, ¿qué más tarde lo sabría? ¿Qué significaba eso?

De nuevo el espadachín en sus pensamientos, ya le estaba hartando que él siempre fuera el que estuviera en su mente. Pues en todos esos días, siempre pensó en Zoro. En como la estaría pasando con su clon, como se estaba comportando, como lo miraba, como se sentía. Pero aunque siempre se preguntaba tales cosas, nunca tuvo respuesta. Y ahora que podía tenerlas, no tiene el coraje para preguntar. Esas preguntas quedarán en el olvido.

Luego de hacer su trabajo y hacer de más en ese pequeño cuarto. Salió de la cocina donde lo esperó los gritos y risas de sus compañeros, se posiciono en la barandilla y todos estaban en la cubierta. Unos jugando, otros hablando. La verdad es que extrañaba ese ambiente. Pero lo que más llamó su atención fue a un espadachín con un aura asesina en el centro de todos, estaba acostado con sus ojos cerrados, pero no estaba durmiendo.

Ya se podía notar el cambio. Estaba mejor de salud, tenía el mismo ambiente de "Cazador de piratas", su forma fría de tratar a los demás cuando lo molestaban, su kimono de siempre y su misma mirada que a cualquiera asustaría. Al parecer sí volvió a ser el mismo que antes. Eso alegraba al cocinero, sabía que era mejor, que todo lo que pasó solo fue un mal entendido. Pero también sabía que su corazón y alma se estaban quebrando, se estaban partiendo cada vez que había una cercanía indiferente con el espadachín. Pero no podía hacer nada, bueno aunque sea que volvieran a los mismos insultos.

Así que para tener la menor cercanía, el cocinero baja a la cubierta y tratando de mostrar enojo en su rostro se acerca al espadachín y sin que este notara su presencia lo patea levemente haciendo que este se movieran unos cuantos centímetros de donde estaba. El espadachín frunce el ceño y abre los ojos con notorio enojo, pero al darse cuenta que era el cocinero, se relaja y vuelve a cerrar los ojos. El cocinero frunce el ceño por el desprecio recibido del espadachín.