ZORO
Estaba soñando, sí eso era. Solo era un mal sueño, lo que estaba pasando no era cierto, para nada. Mierda ese cocinero se había vuelto loco y a causa también lo había vuelto loco a él. Todo lo que estaba pasando ni Zoro como los demás tripulantes no entendían nada. Sanji hace unas horas había dicho que amaba a Zoro delante de todos, y justo ahora el espadachín se estaba aguantando las mil atenciones del cocinero. Le llevaba agua, dulces, Sake y a la hora del desayuno se sentó al lado de Zoro y se dio cuenta que a él le había dado más y con mejor sabor. Sanji lo trataba como si fueran novios, o como si lo estuviera conquistando. Era una pesadilla.
El espadachín no sabía qué hacer. Podría ignorarlo o decirle que dejara eso pues él no sentía lo mismo, cualquier cosa era buena para que Sanji se aburriera y despreciara a Zoro, eso él quería. Volver a lo de antes, donde no podían pasar ni un minuto callados sin que un par de insultos se entrelazaran junto con ciertos golpes.
Pero había algo que no le permitía hacerlo. Quería deshacerse de él, pero algo dentro de él le susurraba que no lo hiciera, que se dejara llevar y que ese "amor" que sentía Sanji hacia él, lo atrapara y se volvieran uno. Le era extraño. Primero, esa voz tan espeluznante que le hablaba. Segundo, no iba a "dejarse llevar por ese amor". Tercero, si lo hacía no sucedería nada. Porque sabía que no era mutuo, lo único mutuo entre ambos era el desprecio, todos lo sabían. Por qué ahora sentirían amor. No quería sentir algo por él, no se sentía capaz. Pero de nuevo esa voz le hablaba diciendo que todo estaría bien.
Justo ahora Sanji estaba preparando el almuerzo. Lo hacía como de costumbre, no había nada extraño en eso. Pero lo que sí era extraño es como Zoro por su propia voluntad estaba acompañando al cocinero mientras hacía su trabajo. Ni siquiera él mismo entendía que hacía ahí, fácilmente podría irse y dejar solo a Sanji. Pero solamente sus piernas no le hacían caso, Sanji en ningún momento le había propuesto que se quedara allí, él mismo lo hizo.
-Pensé que no pasaría ni un minuto y ya te habrías ido- habla Sanji de repente volteándose y dirigiendo todo su cuerpo hacia Zoro, quien se encontraba sentado en el comedor.
Hasta Sanji lo sabía. Sabía que le era extraño que él estuviera ahí. ¿Cómo podría responder si ni él mismo sabe la respuesta?
-No lo sé. Solo... iba a esperar el almuerzo- mintió con todas las ganas. Sabía que era mentira, pero tampoco tenía la verdadera respuesta a eso. Así que simplemente mentiría hasta saber el porqué de sus acciones.
-Supongo que tienes hambre. ¿Quieres algún aperitivo?
-Si- respondió sin pensar.
No era que tuviera hambre. Solo que debía actuar como si lo tuviera, para que así su mentira pasara desapercibido. Y así fue, Sanji llevó muy amable "nunca actúo amable conmigo" al comedor un plato con el aperitivo. Al retirarse sonrío al espadachín y siguió con la comida. Este al recibir la sonrisa del contrario y como sus pupilas se dilataban, sintió como su corazón latió con fuerza, cómo se sentía increíblemente y jodidamente feliz.
Ya había terminado y solo faltaba la comida. El plato estaba a un lado, quería llevarlo y dejarlo en el lavaplatos, pero sentía nervios. Como si sintiera que si iba, moriría de un infarto. Pues mientras más estaba allí solo con el cocinero, sentía como su corazón palpitaba fuerte, si solo hubiera silencio, se podría escuchar sus latidos. Le era frustrante como su corazón se comportaba de una manera estúpida, solo era su compañero con el que siempre había interactuado. No entendía como ahora sería diferente.
Así que con sus manos temblorosas tomó el plato y se dirigió hacia Sanji, quien se encontraba de espaldas cortando algo. Quedó de pie detrás de él, no sabía si seguir y dejar el plato o simplemente dejarlo a un lado lejos del cocinero. Pretendía ir y estar cerca del cocinero, aunque no entendía por qué quería eso, cuál era la maldita ambición con estar cerca de Sanji. Quería una respuesta.
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Gracias a la investigación (Zosan)
Storie d'amoreUn día Sanji despierta locamente enamorado de ¿Zoro? Este no sabe qué hacer por aquel sentimiento, así que solo se deja llevar por lo que éste siente. Pero un día desaparece dejando a los Mugiwara desconcertados. ¿Dónde estaba Sanji realmente? *Dere...