El evento había iniciado y el Sacerdocio no tuvo que hacer demasiado para llamar la atención. Todos eran hombres de negocios y sí, la mayoría quería asociarse en los asuntos legales que ellos manejaban. Por supuesto, se sabía que eran de la mafia, pero nadie esperaba meterse con ellos.
La sociedad era corrupta y ellos tenían lo mejor de ambos mundos.
El único casado era Fabrizio, pero hicieron acto de presencia los hermanos De Santis, junto a sus respectivas parejas.
La Cosa Nostra estaba en casa.
—Don, es bueno verlo por estos lados —saludó un hombre, llamando la atención de los mafiosos.
—Aysel, Alessandra, Emma y Kassia son las responsables de que nosotros estemos aquí —respondió Fabrizio, haciendo sentir incómodo al anfitrión y obligándolo a irse.
—Alessa... —Kassia abrazó a su amiga, ignorando los ojos asesinos de todos—, la maternidad te ha sentado bien.
—Dereck quería más, pero ya no podemos —se rieron—. Me han contado lo de Maksym...
—Ella viene con Kylian —dijo, con un nudo en la garganta.
—A veces solo debemos golpear al imbécil para que reaccione —intervino Aysel.
—¿Así domaste a Fabrizio? —el asombro de Sasha fue notorio.
—Te voy a dejar sin bolas —respondió el aludido.
La conversación entre ellos era la misma de siempre. Mafia con mafia y de vez en cuando se mezclaban para hacer algunos negocios. Los caballeros con trajes azules y grises, y las mujeres con vestidos largos realzando su belleza.
Alice había sido arreglada por Kassia y la chica le regaló un vestido largo de color rojo y corte de corazón en el pecho. No era adherido al cuerpo, después del corsé, era suelto.
Le daba un perfecto toque de realeza moderna. Su cabello fue peinado con ondas y recogido hasta la mitad. Unos pendientes de diamantes pequeños y unos zapatos de punta de color rojo con tacón alto.
—Se presenta, Kylian, heredero de la casa irlandesa. Por segundo año consecutivo nos complace con su presencia. Esperemos que este año quiera colaborar con nuestros niños —anunció el anfitrión.
La atención de todos cayó en él y la hermosa rubia que estaba a su lado. Maksym la vió a lo lejos y se arrepintió profundamente por no ser él, quien llevara de su brazo a Alice.
—Se considera traición al Sacerdocio si lo matas —la voz de Nikolas lo cabreó.
Maksym quiso demostrarle al rey de Finlandia qué el asesino de su amante y el que había dejado en libertad a su hija, ahora estaba aquí, en el mismo lugar, solo que ambos eran inalcanzables para ese monarca.
Alice llegó hacia los mafiosos y fue presentada a las mujeres.
—Princesa Alice —saludaron las chicas al unísono.
—Solo Alice, por favor... —y por primera vez, sintió la mezcla de acentos al escuchar a tanta gente hablar—. Están rodeados de muchas mujeres hermosas.
—Y tú eres una de ellas —Maksym maldijo al escuchar lo que dijo.
Sus amigos empezaron a burlarse y meterse con él. Era el único que no parecía darse cuenta de las cosas, pero no le importaba. No podía guardar esa realidad y le encantó la reacción de sorpresa por parte de Alice.
***
Ella no solía tomar en los eventos a los que se le permitía ir y conocía a la perfección los protocolos que se hacían. Estaba alejada de todos y esperaba poder comer algo porque moría de hambre.
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La Princesa del Mafioso
RomanceLibro n°2 de la Saga Sacerdocio Maksym, líder de la mafia Polaca, siempre fue un hombre recto y tranquilo. Fue el último en ingresar al Sacerdocio y lo hizo con la intención de mantener su organización en orden. Perfeccionista y frívolo. Nadie quer...