Capítulo 28

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Era demasiado para que Maksym procesara. Estaba a solo un paso de perder a su hermana menor por toda su malcriadez. Nunca se había arrepentido tanto en permitirle tantas cosas. En Polonia podía hacer lo que le diera la gana, pero fuera de ella y con las personas del Sacerdocio... eso ya era otra historia. Ellos ya tenían un cierto resentimiento hacia ella por el dolor innecesario que les había causado tanto a Kylian, Jack y a él.

La situación era difícil.

La puerta de la casa del irlandés fue abierta y ahí se encontraba Sasha, hablando con una pelinegra esbelta y muy querida para todos.

—¿Por qué? —preguntó Nikolas, al ver a la mujer.

—Porque me invitó Kylian —respondió con simpleza.

—Debías estar en Grecia, Selene. Tú...

—Estoy de vacaciones porque estás aquí. Soy tu chef personal. Kylian me pagó para venir y hacerle comidas a todos. No veo problema —dijo con su muy marcado acento griego. Los hombres fueron a saludarla con alegría y él se unió porque no le quedó otra opción.

—¿Kassia? —preguntó el polaco—. Me da gusto verte por estos lados, Selene. Casi nunca sales de Grecia.

—Normalmente, sales para estudiar o hacer algo que tenga que ver con la comida —dijo obvio, Fabrizio.

—Me hizo la comida típica de Rusia —intervino Sasha, dándole un apretón de manos—. ¿Verdad, que está muy hermosa?

—Sasha... —la advertencia de la voz del griego, sorprendió a los chicos —. Ella esta fuera de los límites de todos.

—Kassia está dormida. Le he dado un té relajante y un poco de comida. Sasha no la había alimentado... fue lo que me dijo —miró a Nikolas—. ¿Por qué estoy fuera de los límites? Los únicos comprometidos son dos y a ti ni te topo.

—Porque no mereces estar en este mundo. Selene.

—Ah, ¿entonces mis amigas si merecen estar en este mundo? Déjame llamo a mi padre y le digo que ya no te debe dinero y no debo obedecerte nuevamente. ¡Soy libre! Por fin podré pasar tiempo con las chicas y no ser la cocinera de ese amargado —todos rieron menos el griego—. ¿Cómo sigue Alice? Todavía no he tenido la oportunidad de conocerla, pero Aysel, Emma y Alessa me han hablado tanto de ella, que siento que la conozco.

—El bebé está a salvo. Alice tendrá que guardar reposo por un tiempo. Nos quedaremos aquí con la supervisión de Aysel y luego volveremos a Polonia. Mi mujer y mi hijo son fuertes... fue una sorpresa lo sucedido —admitió Maksym.

Todos guardaron silencio, Sasha le hizo una seña a ella para que no dijera más nada. Nikolas vió la interacción de los dos y se molestó. Selene fue por algunas tazas de té y les sirvió agua con miel. Eso ayudaba a calmar todo lo que sea que estuviese al borde del colapso. Ella lo aprendió de manera abrupta cuando perdió a su mejor amiga... Dafne. La esposa de Nikolas.

—Esto les ayudará un poco. Ya es muy tarde... bueno, las seis, y deberían ir a descansar. Más tarde podrán hacerse cargo de lo que sea que deben hacer, pero dense un baño, despejen su mente y tomen la decisión con la cabeza fría. Molestos y rabiosos no hacen nada —les dió el té y empezó a guardar las cosas.

Selene era la mejor amiga de Nikolas, aunque su relación empezó por la deuda de su padre cuando era pequeña, se fue haciendo un hueco en la mafia griega. Con la llegada de Dafne a la vida de ambos, ella se compenetró mucho más. Cuando Nikolas se une al Sacerdocio, ella se fue ganando el cariño de todos. No estaba muy presente en los eventos porque estaba terminando sus estudios de gastronomía y, al hacerlo, Nikolas la convirtió en su chef personal.

La Princesa del MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora