El mundo es un lugar cruel para un omega, aún más si naces en una de las familias de la mafia. Bill no recuerda cuándo fue la última vez que comió, que sonrío, que vio la luz del sol. Sus días eran agónicos y solo había una cosa que ansiaba, la muer...
Las palabras de Gustav no paraban de resonar en mi mente "Tu serás su muerte de Tom". No es lo que yo quiero, he estado escuchando las voces de la manada de Tom en los últimos días, todos se encontraban tensos y preocupados por una inminente guerra. Lo peor de todo es que hacía mucho que no veía a Tom, desde que llegaron los Wolksn él se la pasaba en reuniones y corriendo de un lado a otro.
Ahora mismo me encontraba comiendo mi quinta mandarina del día ¿Quién diría que estas cosas eran tan adictivas?
— ¿Estás seguro de esto Bill?.— Pregunto Ría parada a mis espaldas.
— No .— Contesté apenas con esfuerzos, aún se me hacía raro escuchar mi propia voz, todavía hay momentos en los que hablaba por medio de señas y la única persona que sabía que ya había empezado a comunicarme de forma verbal era Ria.— Pero no hay otra opción.
— Bill, siempre hay otra opción, nuestra manada es fuerte, podemos vencerlos o incluso podemos ofrecer otro trato, estoy segura de que el alfa está buscando la forma de hacer otro acuerdo.
— No funcionara Ria.— Dije girandome sobre mis talones para mirarla de forma triste mientras seguía empacando mi ropa.— Tu misma lo has escuchado, ellos no aceptarán nada más, solo un enlace de..
— Sangre, lo sé.— Termino Ría suspirando.— Sabes que te apoyo, si esto es lo que quieres entonces nos iremos.
— No te obligare a venir conmigo, se que Tom es como tu hermano, jamás te haría algo así.
— No digas tonterías, nunca hago cosas que no quiero.— ella se acercó cariñosa y revolvió mi cabello.— Siempre he querido viajar un poco, solo irme de forma despreocupada por el mundo, además ¿quien te enseñara sobre los peligros de la calle si no estoy allí?
Estaba más que claro que no la aria cambiar de opinión, así que solo nege con la cabeza.
— Iré a decirle.
— Bill, no sé si eso sea una buena idea.
— No pienso escaparme.— Dije frunciendo el ceño y comenzar a caminar hacia la puerta.— El ha hecho mucho por mí, le debo al menos esto.
Ria asintió.
— Si sale mal, tendré que pelear con medio mundo para raptarte. ¿Sabes eso verdad?
— No saldrá mal, Tom comprendera.— Dije decidido y salí de la habitación para dirigirme a la oficina donde se encontraba Tom.
Se que el va a entender la situación es completamente razonable.
(.....)
En definitiva Tom estaba siendo totalmente irrazonable
— Ya dije que no Bill, no me hagas repetir las cosas.— Soltó desde su escritorio.
— "Te las hago repetir porque es como si no me entendieras ".— Escribi en mi pizarra por cuarta vez.
— Estoy intentando solucionar todo esto Bill, no me casaré con ella.— Hablaba Tom entre dientes.— Pero debo tener un plan de respaldo.
Nege varias veces eso no era suficiente.
— "No dejare que vayas a un guerra por mi, no te perderé de esa forma"
— "Jamás lo haría, solo será por un tiempo, lo he estado planeando con Ria ."— Trataba de escribir todo de forma veloz.—"Mi presencia aquí hace que todo sea más tenso, pero si me voy podrás negociar con los hermanos, e incluso si...— Deje de escribir por un momento ya que esa posible opcion me dolia, me dolía mucho.— "Incluso si te casas, te esperare, hasta que puedas divorciarte"
Tom termino de leer cada palabra que había escrito y después de hacerlo se pasó la mano por la cara exasperado.
— A veces se me olvida lo joven que eres, lo poco que sabes.— Se levantó de su asiento y me tomó por los costados con fuerza para arrastrame a sus brazos, me abrazó y sentí como inhalo mi maroma con una profunda exhalación.
— Esa no es una opción Bill, no ahora que mi alfa te reconoce como suyo.
Sus palabras hicieron que mis ojos se humedecieran, ya que la decisión se convertía en la razón por la cual Tom saliera lastimado o aun peor si muriera.
Con toda la fuerza de voluntad que tenía me separe de su cuerpo y empeze a escribir.
— "No soy nadie, no puedes arriesgar todo lo que tienes y todo lo que eres por mi, no te dejaré".
— ¿Y tú crees que yo te dejaré alejarte de mí?.— La voz de Tom mostraba exasperación.
— "No te estoy dando opción".- Al escribir eso último sentí mis manos temblar y mordí mi labio inferior de forma nerviosa pero incluso así mi mirada era determinada, había tomado una decisión y no pensaba serder.
El semblante de Tom cambio por completo, cambiando el color de sus ojos por un rojo intenso y una mirada tan fría sin expresión alguna que me helo la sangre.
— Creo que no lo estás entendiendo Bill. — Dijo acercándose de forma lenta hacia a mi, casi como un depredador, haciéndome retroceder suavemente pero Tom cada vez me acorralaba más, hasta llegar a la pared.— No permitiré que te alejes de mí, incluso si debo romperte ambas piernas; no te confundas Bill, no soy el bueno de la historia.- De un momento a otro la mano de Tom tomo de mi cuello con la suficiente fuerza para lastimarme.— He sido suave contigo, totalmente complaciente.
Puse mis dos manos sobre su pecho para intentar empujarlo, pero mis esfuerzo eran en vano, ya que no se movía ni un solo centímetro.
— "Basta, te estoy diciendo que me dejes ir, yo no quiero estar aquí, ya no quiero estar contigo.".— Intente comunicarme por medio de señas, sabía que Tom había estado estudiando, todavía comprendía sólo lo básico pero estaba seguro de que el mensaje había sido transmitido, al menos una parte.
Mi Omega lloro de dolor y el aire comenzaba a abandonar mis pulmones al ver el rostro de Tom, el dolor que habían provocado mis palabras se podía notar en la mirada de mi alfa no se podía comparar con nada que hubiese visto antes.
— No es una opción.— Soltó de mi cuello y usó sus manos para detener de mis muñecas por encima de mi cabeza mientras se hacía espacio entre mis piernas.— Dejarme nunca será una opción, te lo dije una vez que decidiste meterte en esto, no hay vuelta atrás.
El alfa beso mis labios transmitiendo todo el amor que sentia, mientras nuestras lágrimas rodaban por los ojos de ambos, sentía que mi corazón iba a explotar de sufrimiento.
"serás su muerte"
Escuché sonar en mi cabeza, como un mantra, casi como una condena.
"Serás su muerte"
"Serás su muerte"
Tal vez era cierto, pero ahora ni siquiera tenía opción de no serlo.
"Serás su muerte"
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