Narrador....
- Billy.
- Mamá.
- Billy.
- Ma-má.
- ¡Billy!.
- ¡Tom! .- El omega grito enojado.- ¡Tu hijo se niega a llamarme mamá!
- Luke, qué te he dicho de molestar a mami.- El alfa se acercó llenándose de paciencia y cargo a su cachorro haciendo que dejará atrás la batalla de miradas con su madre.
- Perdón mami.- Su bebé puso ojos de cachorro mientras miraba al omega.
Bill lo miró e hizo un movimiento exagerado sosteniéndose el pecho.
- ¡Su ternura me matara!.- Dijo Bill y se lanzó hacia su hijo y lo llenó de besos mientras le apachurraba las mejillas. -¿Cómo pudimos hacer un bebé tan perfecto amor?
Tom le sonrió mientras tomaba la cintura de su omega.
- Es porque se parece a ti.
En realidad el niño era la combinación de ambos y eso junto a sus grandes ojos y sus rosadas mejillas se había vuelto en la perdición de sus betas.
Gustav y Georg no podían respirar sin ver un día al pequeño.
- ¿Si le prestaste atención a mami, cachorro?.- Pregunto Tom.
- Si papi.- Su hijo estaba en la edad donde aún alargaba las vocales indefinidamente.- Mi sol ya nació, pero es una bebé así que debo ser suave con ella, y mamá no se la había comido, aunque estaba en su barriga, y tu eres su papá, y debemos cuidarla porque esta peque.. peque...
- Pequeña.- Le ayudó su padre.
- Pequeña.- Confirmó Luke orgulloso de haber dicho todo lo que sus padres le habían estado repitiendo.
El alfa los acercó a la cuna, allí dormía su segundo cachorro. Sol una niña de rizadas pestañas que estaba haciendo un suave puchero indicando un próximo llanto.
Bill, quien tenía el instinto materno más fuerte del mundo, tomó a su hija y la acercó a su pecho para alimentarla.
- ¿Hacía mucha hambre amor? nuestra pobre bebé.- La arrullaba con paciencia meciéndola de lado a lado.
Sol había sido una bebé arcoíris, Bill se encontraba totalmente destrozado después de perder su ultimo cachorro, para ese entonces Luke tenía cuatro años; El omega había insistido en tener otro bebé, mencionando lo importante que era para él ver a Luke con un hermanito o hermanita, sin embargo la Diosa luna tenía otros planes, su omega no soporto el embarazo y el feto llegó antes de tiempo, no alcanzaron a conocerlo y en el proceso casi pierden a Bill también.
Ambos habían decidido rendirse.
Pero el mundo es caprichoso a veces, poco después de que la pareja había tomado la decisión el doctor de la manada anunció el embarazo de Bill. El temor y la incertidumbre llenó sus corazones, pero con ayuda de su manada y la presencia de su alfa el omega logró llevar a cabo su embarazo.
- Eso bebé.- Bill era una madre maravillosa, amoroso, atento, con límites claros y una disciplina suave donde sus bebes siempre tenían voz y voto; "puede que sean pequeños Tom, pero tienen sus propias opiniones" le decía a su alfa. Y vaya que tenían opiniones, Luke con sus cinco años recién cumplidos no dudaba en decir todo lo que pensaba sin filtro alguno (aprendido por su madre) y su pequeña sol, aun desde la barriga era contundente al mostrar su desagrado por algo, como las mandarinas. Tom aún recuerda como lloro su pobre omega la tercera vez que la pequeña lo hizo vomitar su preciada fruta; "¡Esta bebé me odiara, alfa!" "No lo hará cariño" su omega se negaba a escuchar razones "no puede amarme si odia las mandarinas ¡Me va a odiar!". Sus argumentos no tenián mucha lógica, pero nadie pelearía con un omega embarazado, aunque se demostró que Tom tenía razón.
ahora que su pequeña había salido, pues aceptaba los abrazos y arrullos de todos, pero su mami, oh Diosa, como amaba a su mami, la niña no tenia mas de una semana y ya miraba al omega con una adoración tal que Tom sabía que no habría forma de separar a esos dos.
El alfa observó a su bebe más grande que se estaba quedando dormido al escuchar los arrullo de su mamá, su cabecita se tambaleaba y las pestañas le revoloteaban como un colibrí.
- A dormir campeón.- Dijo Tom mientras arrullaba a su pequeño cachorro entre sus brazos.
- A dormir amor.- Bill se acercó y le dio un suave beso en la frente haciendo que el niño sonriera.
- Noches papá, noches mi Sol, noches Billy.
El omega bufo al escucharlo, su pequeño travieso había tomado el hábito de llamar a su madre por su nombre sólo para molestarle.
Tom acostó a su hijo mientras Bill hacía lo mismo con la niña. Salieron sigilosamente del cuarto intentando no hacer mucho ruido.
Al bajar a la sala se encontraron con sus betas y Ría junto a sus parejas.
- ¿Están seguros de qué pueden cuidarles?
- Cachorro por favor, somos cinco lobos adultos, no nos vencerán dos bebes.- Ria se irguió orgullosa.
- No eres tú la que me preocupa
Miro al resto de la habitación. Gustav y Georg eran unos babosos con sus hijos, les dejarían destrozar la casa si quisieran y Dove y Dieter le temían mas a un pañal sucio que a una pistola en la cabeza.
Tom los miró con duda.
- Lo tengo controlado.- La omega se acercó y les dio un beso en la mejilla a ambos.- Necesitan despejarse y si sucede algo extraordinario, prometo llamarles.
- Esta bien, te dejamos nuestros tesoros hermana.
- Eso.- Les sonrío mientras los empujaba por la puerta.
ESTÁS LEYENDO
La Luna De Un Alfa...(Toll,Twc)
Hombres LoboEl mundo es un lugar cruel para un omega, aún más si naces en una de las familias de la mafia. Bill no recuerda cuándo fue la última vez que comió, que sonrío, que vio la luz del sol. Sus días eran agónicos y solo había una cosa que ansiaba, la muer...