Cap. 4: ¡Recibí super poderes y una confesión de amor!

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Cuando había terminado la llamada con mi amigas me acorde que tenía que ir a ver a una persona importante que seguramente también estaba preocupada por mí. Salí de inmediato de mi casa corrí hacia mi auto, me subí, y me dirigí hacia el lugar en donde estaba esa persona.

- Espero que este bien. (Murmure mientras iba manejando)

Como era sábado había un tráfico del carajo, pero finalmente termine llegando a mi destino, ya iban a ser las doce del día exactamente.

Me baje del coche, toque al timbre para que me abran y salió a recibirme esa persona que fui a ver.

Una mujer blanca y rubia de ojos cafés, salió a recibirme.

- ¡Madre!

Patty: ¡Hija! (Me respondió abrazándome)

- Qué bueno que estas bien mama.

Patty: yo estoy bien, casi me muero del susto al ver que esa cosa cayó cerca de donde vives. (Me dijo preocupada)

- Si gracias por preocuparte mama, pero yo estaba más preocupada por ti porque sé que te alteras y se te sube la presión con estas situaciones. (Le respondí juguetona-mente)

Patty: hay calla, si se me subió pero tu padre me dio medicina y ya se me paso. (Me contesto con algo de enfado)

- Bueno está bien, lo más importante es que estas bien. (Le respondí sonriendo), por cierto mama discúlpame como vine soplada para acá olvide traerte algo, ya que estoy de visita.

Patty: no te preocupes por eso lo importante es que estas aquí, a demás tu padre y tus hermanos están por llegar así que porque no almorzamos todos juntos todos juntos ¿sí? (me lo dice emocionada)

- Está bien mama almorcemos todos juntos. (Respondí con alegría)

Luego de conversar las dos sobre nuestra vida diaria y sobre lo que paso (con el asteroide) escuchamos de nuevo el timbre de la puerta, corrí a ver quién era, resulto ser mi padre y mis hermanos.

Jorge: Nova que tal como así de visita. (Me saludo con sarcasmo)

- Hola padre todo bien vine a serles compañía.

Luego vi detrás de mi padre a un joven blanco colegial de 18 años de pelo negro y ojos cafés claro que grito diciendo:

Luis: ¡Hermana! (Corrió a abrazarme)

- Hola hermanito todo bien.

Luego detrás de ellos dos va llegando un joven trigueño de 24 años de pelo negro y ojos café oscuros que me vio y dijo:

Efraín: a hola (frio como siempre)

- Hola hermano me alegra verte. (Le respondí con una sonrisa)

(Me ignora y se va)

Bueno después de eso ayude a mi madre a servir la comida que había preparado y alistamos la mesa en donde íbamos a comer, nos sentamos todos, agradecimos a Dios por los alimentos y empezamos a degustar los alimentos. Éramos como una familia feliz. UwU

 UwU

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