16. A medio camino

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El lunes, Milk comunicó a su padre que ni ella ni Love estarían en la empresa porque debían trabajar en unos archivos acumulados que tenían. Lo cierto es que la noche anterior habían dormido poco porque cada beso que se daban terminaba en algo más. Se deseaban tanto que separarse por un momento de la otra se sentía como una tortura.

Cada roce, cada caricia, cada beso;  todo las hacía querer más de la otra. Querían aprender más sobre cada una, sobre la forma en que les gustaba que las tocaran; sobre la forma en que disfrutaban más o menos de ciertas cosas, porque para ambas el placer de una era sinónimo del placer de la otra. Querían ser expertas en conocer sus cuerpos, así que los exploraban con euforia.

Cuando por fin lograron quedarse quietas, se quedaron acostadas mirándose frente a frente. Love entrecerró sus ojos.

— Tengo una duda -expresó mirandola

— Dime -indicó la pelinegra sobando su oreja

— Cuando Ciize te preguntó de quien estabas enamorada, dijiste que siempre había sido yo.

— Ajá...

— Y luego volviste a decir lo mismo anoche -continuó hablando Love — ¿Qué quieres decir con que siempre he sido yo?

— Pues eso -respondió con obviedad Milk —Siempre has sido tú.

Milk agarró la cabeza de Love y plantó un beso en su frente.

— Siempre has sido tú desde el colegio -afirmó Milk provocando una mirada confundida en Love

— ¿Qué? ¿Cómo es eso posible? -preguntó la peliroja

— Dios mio, realmente eres lenta -manifestó Milk mientras rodaba sus ojos y le daba un pequeño golpe en la frente

— ¡Hey! -replicó Love ofendida devolviéndole el golpe

— ¿Recuerdas que te conté que me había enamorado una vez de una chica pero no fue correspondido?

Love abrió sus ojos estupefecta, parecía que por fin su cerebro uniera las piezas.

— ¿Era yo? - le preguntó atónita

—  ¡Ujú! -respondió Milk sonriendo - ¿Recuerdas quién era mi mejor amigo en ese entonces?

— ¡Dios sí! - exclamó Love llevándose la mano a la cabeza — No sé cómo no había caido en cuenta. Tú ayudaste a tu mejor amigo a conquistarla, y ese mejor amigo era Heng... ¡Y esa chica era yo!

Milk sólo asentía sonriendo.

— Dios, me siento tan estúpida.

— no es tu culpa ser lenta -dijo Milk molestandola

— ¡Hey! -exclamó Love hundiendo la barriga de Milk con su dedo — Pero, ¿Cómo? ¿Cómo te enamoraste de mí? No cursabamos el mismo grado, ni siquiera recuerdo haber cruzado palabra contigo.

— Uhmm... 'Viaje a Venus'

— ¿Ahh?

— Escribiste un cuento que se llamaba así, lo enviaste al concurso anual de escritura del colegio -explicó Milk — Yo hacía parte del equipo de edición de la revista escolar, quedé gratamente sorprendida por tu narrativa.

— Ahhh... ya recuerdo. ¡Gané el concurso! -exclamó Love con mirada triunfadora

— Sí, y fue completamente merecido -le manifestó la pelinegra  —Tiempo después, seguiste enviando tus historias al équipo de la revista, y me interesé tanto en ti que descubrí quién eras. Te veía en los descansos con Ciize.

— ¿Por qué no te acercaste?

— Era muy pequeña, muy insegura -respondió con sinceridad mientras levantaba sus hombros

— Así que diste por hecho que yo jamás te corresponderia... -expresó Love con un rastro de tristeza en su voz

— Exacto... Y bueno... Ya sabes el resto.

Love suspiró. Parte de ella se sentía frustrada porque había pasado casi una decada, y en todo ese tiempo no había podido compartir su vida con Milk. Por otro lado, se sentía victoriosa al saber que el corazón de la pelinegra siempre le perteneció.

—  Es curioso... tú te enamoraste de mí por mis escritos -expresó la pequeña reposando su cabeza en el pecho de Milk — y yo me enamoré de Heng por los que resultan eran tuyos todo ese tiempo.

— Sí...  -afirmó Milk sobando la cabeza de Love — Muy curioso, ¿No?

-— Demasiado -declaró Love mientras la veía — Es como si hubiesemos estado destinadas a encontrarnos a medio camino de nuestras vidas.

Milk plantó un tierno beso en los labios de Love.

— Pues ahora debemos caminar el resto juntas.

A Medio Camino (MilkLove)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora