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La noche cayó en un abrir y cerrar de ojos, me había quedado dormido toda la tarde después del incidente con Max, no sabía qué hacer, por lo que el volver a dormirme ya no era una opción y eso no me gustaba.

Se escuchaba mucho ruido fuera de la habitación y ni hablar de mi compañero de cuarto, era un friki que se la vivía jugando videojuegos en línea hasta muy tarde y pasaba constantemente fuera del dormitorio, eso era perfecto para mí, ya que no tendría que aguantarlo tanto.

El bullicio de las estruendosas fiestas de las facultades vecinas retumbaba por todo el campus, al parecer muchos se iban a desvelar y divertirse hoy en la noche.

Hace mucho que no voy a fiestas desde que aquel incidente salió a la luz, no quería tener que lidiar con los comentarios pasivos-agresivos de las personas, topandome con él y su grupo de simios, eso era lo que menos quería.

Decidí cambiarme, iría a practicar al menos un poco en el skatepark para despejar mi mente, ya que aún no sabía cómo iba a volver a entrar en los X-Games este año, debido a que nadie me aceptaría en su equipo por las trampas que había causado en el pasado y los equipos que había perjudicado en su momento.

No sabía que hacer, ni siquiera podía convencer a Tanque, ya que él me odiaba por haberlo dejado casi morir en los juegos anteriores y haberlo traicionado, peor aún que terminó nuestra relación ese mismo día.

Todo esto no hubiera pasado si tan solo Max hubiera aceptado desde un principio entrar a los Gammas, pero siempre le gustaba complicar las cosas y llevarme la contraria, perdiendo así mi reputación, amigos, pareja y a mi propio equipo en un solo día.

Estaba harto, este año la revancha era algo que estaba dispuesto ha conseguir y haría lo que sea por ser aceptado en cualquier equipo con tal de vengarme de él.

Al llegar hice una serie de circuitos, practiqué algunos trucos y seguí por un buen rato hasta que vi al grupito de idiotas borrachos dirigirse hacia el edificio de las habitaciones. Al parecer, la fiesta ya había terminado y ya todos se estaba retirando a sus cuartos.

Dispuesto a retirarme antes de que noten mi presencia, tropecé con el borde de la rampa haciendo un gran estruendo y para mi desgracia, llamando la atención atención del grupo de simios al mismo tiempo.

— Mira lo que trajo la noche, pero si es el loco Bradley — dijo uno de ellos, acercándose de a poco hacia mi lugar.

— ¿Practicando tan tarde Brad?, pero para qué si este año no tienes un equipo que te ayude a ganar.

Decidí hacer de oídos sordos, no estaba dispuesto a escuchar ninguna de sus tonterías una vez más, me puse de pie recogiendo mi skate y decidí avanzar entre ellos sin darles atención.

— ¿O es que tienes miedo de perder una vez más? Bradley.

La voz que menos quería escuchar pareció al fin, esa asquerosa y vacilante voz que lograba sacarme de mi zona de confort con tal solo decir unas simples palabras.

— Te voy hacer comer tierra en los juegos de este año novato, eso tenlo pr seguro — dije dándome media vuelta caminando directamente donde se encontraban Max, quedando frente a él mirándolo directamente hacia sus ojos.

— Uhhh, mira como tiemblo de miedo y según tú. ¿Con qué equipo? Ah cierto, no tienes.

Detestaba esa mirada desafiante y burlona suya, quería partirsela de una sola vez y así ver como se tragaba todas sus palabras.

— No te preocupes tanto por mí, Max. Que tenga equipo o no, es mi problema y aún si lo tuviera, estoy seguro que te vencería sin problemas.

— ¿Ah si?, pues si no pudiste ni con trampas, ¿cómo lo harás esta vez sin ellas?— dijo cruzándose de brazos.

— Porque ésta vez tengo un propósito más allá que simplemente ganarte, novato.

Unos brazos se interpusieron entre nosotros, evitando así que fuéramos a meternos en problemas y causaramos un alboroto tan tarde.

— Chicos, Chicos bajemos las aguas. ¿Qué tal si arreglamos esto como los viejos tiempos? —Dijo el amigo hippie de Max.

Nuestros rostros hicieron forma de duda, llamando nuestra atención ante la nueva idea del indigente.

— Una apuesta. Que les parece que la persona que pierde este año en los X-Games hará todo lo que pida el ganador, pero esta vez sin trampas y trucos, si se descubre que uno de los dos está rompiendo las reglas se le dará el título de perdedor inmediatamente.

Al fin uno de los simios del equipo de Max estaba diciendo algo coherente, pero todavía no tenía equipo y no sabía si iba a poder participar este año si la cosa no cambiaba.

— Me parece un trato justo, yo acepto. —dijo Max dejando al aire su mano para estrechar la mano y aceptar la apuesta.

Aunque no me parecía mala idea, me encontraba en desventaja esta vez y era algo que no quería admitir. Max aunque era un completo idiota, no iba a negar que su habilidad para el skate era impresionante, podría decir que hasta se acercaba o sobrepasaba mi nivel, no por algo lo invité a formar parte de los Gammas en su momento.

— ¿Qué pasa Brad?. Te comió la lengua el ratón o era mentira lo de ganarme este año. —Dijo el de cabellera negra ladeando su cabeza mirándome de manera burlona.

Al diablo, estoy seguro que está vez ganaré y lo haré tragarse sus arrogantes para palabras.

— Parece que tanta fama se te subió a la cabeza novato que olvidaste quién soy. Bien, acepto también — dije para finalmente estrechar su mano, dando así inicio a nuestra apuesta— Prepárate para comer tierra Max, porque este año recuperare todo lo que me quitaste.

— Tsk, eso ya lo veremos Brad y suerte haciendo trampa este año.—dijo para después soltar mi mano, dando media vuelta para irse con su séquito de tontos riendo ante el nuevo enfrentamiento de este año.

Estaba en problemas, el impulso de venganza se había apoderado de mí sin pensar de dónde sacaría un equipo ante estas alturas del partido.

Esto solo iba de mal en peor, detestaba que él sacará ese lado competitivo de mí y que pudiera sacarme de mis casillas tan rápido, pero esta vez no iba a perder.

Eso era lo que pensaba, hasta que fui de facultad en facultad pidiendo una vacante para los equipos que participarían este año, pero todos se negaban una vez que sabían quién era.

Una vez más me estaban cerrando ma puerta en la cara, ya era algo familiar debido a las tantas facultades a las que había acudido. Esto me estaba hartando.

Maldita sea, si tan solo ese estúpido novato no hubiera soltado esa información al menos pudiera ingresar algún equipo.

¿Qué iba hacer ahora?

Me encontraba afuera en la sede de facultades sentado, pensando en que hacer ahora. No podía simplemente ir y negarme ahora a la puesta, mi orgullo no me permitía humillarme una vez más ante Max y su equipo de simios.

Eso creía hasta que apareció él.

— Hola, sabes dónde puedo registrar a mi equipo para la competencia de los X-Games, pues soy nuevo este año y no conozco mucho de cada edificio.

Como si fuera una bendición caída para mí, un chico muy alto, con aspecto friki y con lentes se me acercó pidiendo mi ayuda.

Quizás, esta era una oportunidad que no dejaría pasar.

(1258 palabras)Ilustraciones: @AniitaaDraw @ֶָ֢ririkw

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10 cosas que detesto de ti ┆MaxleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora