10 cosas que detesto de ti ┆Maxley

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— No estoy para soportar tus idioteces el día de hoy novato.

Mentira no era, sus burlas era algo por lo que no estaba dispuesto a escuchar y ya me bastaba con lo agotador que había sido lo que llevaba del día.

— Pero para estar con ellos en el skatepark hoy, no estás cansado.

Detuve mi ida en seco.

¿Ahora qué diablos le pasaba a éste tipo?

Pero sin duda alguna me iba aprovechar de su comentario.

Me di media vuelta y me crucé de brazos— Y a ti en que te afecta con quiénes practiqué o no. Además, simplemente cumplo con mi parte de la apuesta de participar y ganarte en los X-Games, aunque eso ya es un hecho.

Max era un idiota, pero hoy se estaba comportando extrañamente idiota de lo normal y eso de alguna cierta manera me inquietaba.

— En nada, no te quemes tanto tu egocéntrica cabecita. Capaz lo olvidaste, pero te recuerdo quién te ganó el año anterior y sin trampas, no como otros.

Detestaba esa maldita personalidad suya, pero más me irritaba el hecho de que siempre caía ante sus provocaciones.

— Pues si, al menos yo no necesité la ayuda de mi papito para poder ganar una competencia, después de haberlo tratado mal y ignorarlo, cómo otros.

Instintivamente miré su reacción, este abrió los ojos con indignación ante mi comentario.

— ¿Qué dijiste?...

Su frente empezó hacer un seño fruncido, al parecer le había tocado un nervio al pobre.

— Pues si el casco te queda.

— Repítelo.

Directamente me acerqué unos pasos quedando en frente de él, incliné un poco mi torso y me acerqué hacia su oído.

— Que si el casco — detuve mi hablar para hacer énfasis en mis últimas palabras— Te. Queda.

Recuperé mi postura y un di un paso atrás para poder ver su reacción, el silencio ante mi comentario me daba una sensación de haber ganado esta vez.

Pero una vez más había subestimado mi pensar.

Han oído la frase que dice:

"Mejor diablo conocido que diablo por conocer".

Bueno, creo que en este momento estaba viendo directamente al mismísimo diablo a los ojos y inmediatamente me di cuenta que la había cagado.

Es así como mi día que había sido una mierda, terminó siendo como una cagada hecha por pie grande.

— No puedo creer que estando ya en la universidad sigan peleando como si estuvieran en preparatoria.

Si, digamos que la pequeña discusión inmadura entre el novato y yo no había terminado tan bien que digamos, por no decir que estábamos en rectorado siendo regañados por la rectora de la facultad.

No me hacía falta ver directamente el rostro de Max para saber que éste me estaba maldiciendo en todos los idiomas posibles que coexistieran en su idiotez de cerebro. Los moretones que yacían en mi rostro me estaban empezando a generar un cargo de arrepentimiento tremendo, hubiera sido mejor ignorarlo y estar en mi clase en vez de estar escuchando a la rectora regañarnos por cuarta veces desde habíamos puesto pie en su oficina.

— Bien, para estar segura que este lamentable hecho no se vuelva a repetir, he visto que los dos están participando en la competencia de los X-Games este año.