Capitulo 16

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So get out, get out, get out of my mind and come on, come into my life-"One Thing" One Direction

Soy esa chica que no se fija de lo que hace o dice. Soy aquella que se le caracteriza por vivir en las nubes y no es una noticia de última hora que lo admita. Lo se desde pequeña y aún así, ni yo ni nadie hace algo al respecto, creo que las personas que me conocen ya no les sorprende y en vez de preocuparse, tan solo continúan su camino.

Pero esta vez no estoy despistada de esa forma, bueno, quizá si, pero durante las últimas horas he estado con los pies a mas de mil metros sobre la tierra, no pensando en que si mezclo nuggets y chocolate me producirá un malestar estomacal o cosas por el estilo. En realidad he estado tratando de descifrar quién es el dueño de esos ojos azules, que con tan solo mirarlos me transportaban a otro lugar lleno de infinitas manchas de colores girando al rededor de mi, provocándome un desequilibrio tanto en mi vista como en mi mente.

Jamás me había encontrado en aquel estado y no recuerdo si alguien me lo habrá mencionado, pero en el momento que vi ese color azul, me sentí en algo parecido a un remolino de sensaciones.

Y haría lo que fuera para saber de quien son esos ojos azules, pero lastimosamente solo tengo una pista y creo que no es de mucha ayuda.

Su acento.

Obviamente reconocí que no es el acento que acostumbro a escuchar en mi país. Ese acento era mas salvaje, pero eso no le quitaba el toque de elegancia que provocaba una fiesta en mis oídos. Por desgracia no soy buena identificando acentos, (que idiota, lo sé) así que ahora existen tres chicos que se que tienen ojos azules y podrían ser buenos candidatos para descubrir a el chico de los ojos azules:

Luke.
Niall.
Y Louis.

Uno de esos tres chicos debe ser el portador de esos ojos, dos de ellos con acento británico y uno con acento australiano. A la próxima tendré que ser muy cuidadosa al escucharlos la próxima vez.

Y así concluyó mi día. Repleta de preguntas en mi cabeza de quien podría ser el.


Desperté agotada con una molestia en mi nuca y una capa de sudor en mi frente y espalda, me deshice de la sábana que cubría mi cuerpo para sentir ese ligero aire frío y continuar durmiendo, pero vuelvo a caer en picada a un hueco donde aquellos pensamientos son luces que salen de pequeñas pero numerosas aberturas que juntas se convierten en una cegadora luz que trato de evitar tapando mis ojos con mis brazos pero es imposible, ya que continuo siendo cegada por las luces dándome a entender que ya no soy un cuerpo opaco, más bien ahora soy un cuerpo traslúcido como una copa de vino o esos grandes ventanales que suelen tener los almacenes de ropa.

¿Que acaso mi cerebro no tiene otras cosas que pensar? Es decir, podría estar pensando en como salir de la habitación del hotel sin ser atacada por los paparazzis o como podría despertar a mis compañeras de cuarto, hasta en como escribir mi futura autobiografía. Pero no, desafortunadamente sólo pienso en ello.

Frustrada, me incorporo en la cama semi-doble del hotel y restriego mis manos por mi rostro. Veo a mi costado derecho las dos camas idénticas en las cuales se encuentran mis dos amigas aún dormidas.

Acomodo mis pies en las pantuflas blancas con manchas negras y decido acercarme al gran armario de la habitación. Abro la puerta de la izquierda y dirijo mi mano hacia el cuarto cajón, donde horas antes había depositado parte de la ropa que usaría en los días que nos hospedaríamos en el hotel.

Me dirijo al baño, luego de sacar mi ropa interior, un short negro junto con una blusa en velo blanca de tiras.

Cerré la puerta con pestillo y al pararme frente al rectangular espejo, me doy cuenta el desastre que es mi cabello -algo que no es una sorpresa-y mas mi pálido rostro.

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⏰ Última actualización: Jan 28, 2017 ⏰

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