Capitulo 4

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Someday I'll be big enough so you can't hit me –"Mean" Taylor Swift



Tres en punto de la madrugada y aún no he logrado conciliar el sueño, quizá por la emoción y nervios de la presentación o porque ya me estoy cansando de que mi cerebro haya quedado sin imaginación y ahora solo sueñe en las distintas maneras en como conocería a One Direction.

Sé que ya me habían dicho que estaba un poco obsesionada con la banda, pero no me había dado cuenta hasta estos momentos que mi obsesión había llegado a un nivel extremo, tan extremo que las fantasías que tengo con ellos son tan reales y que simplemente todo de lo que hablo o pienso es acerca de ellos. ¿Qué no puede haber otras fantasías en mi mente?

Exhalo fuertemente y me muevo al otro extremo de la cama, el cual se encuentra frio. Una gran satisfacción para mí, debido a que el calor de esta temporada no disminuye. Cierro nuevamente mis ojos tratando de no pensar en nada y lograr atrapar el sueño, un esfuerzo en vano ya que a mi mente vuelan diversas posibilidades de como seria nuestra presentación en el concurso. Suspiro irritada y cojo una almohada y la posiciono bruscamente en mi cara.

Agotada al no poder dormir, me levanto de mi cama y camino esquivando las bolsas de dormir de Valeria y Jessica, hasta llegar al escritorio blanco que papá me obsequio en mi duodécimo cumpleaños para que realizara mis trabajos escolares.

El escritorio está repleto de papeles para tirar y cuadernos arrinconados en la pared, una lámpara de mesa en el otro extremo y luego esta mi computadora en el centro y alrededor se encontraban los bolsos de mis mejores amigas.

Abro el primer cajón y busco mis audífonos en medio de la poca luz que se cola por las ventanas y el balcón. Sentí en mis manos un cable y supuse que eran los audífonos, así que los saque y me devolví a mi cama desenredándolos y con la precaución de no despertar a las dos chicas que se encontraban en este costado.

Me acomode en la cama conectando los audífonos a mi teléfono y reproduje la primera canción que salió. Bloqueo mi teléfono y observo a mis amigas durmiendo plácidamente y a mi mente llega una idea.

Nuevamente me acerco a mi escritorio y busco entre mis cuadernos. Cuando encuentro lo que necesitaba, volteo destapando el marcador negro y veo a mis tres amigas durmiendo y luego a Allison entrando por la puerta del balcón y me mira fijamente.

¿Cómo no me di cuenta que ella no estaba en su bolsa de dormir?

Allison: ¿Qué haces, Smith? –Susurra.

Tn: Nada... No podía dormir, pero ya me vuelvo a acostar. –Le respondo mientras me acerco a mi cama.

Allison: ¿Qué es lo que tienes en tu mano? –Vuelve a preguntar, aun parada en el mismo lugar.

Tn: Mi palito para ser feliz. –Sonrió y ella ríe por lo bajo. –Pensé que estabas dormida.

Allison: Lo estaba, pero suelo despertarme a esta hora. –Se encoje de hombros y gira para volver a entrar al balcón, así que la sigo aun con el marcador en mis manos.

Tn: ¿Por qué? –Llego a su lado y la miro.

Allison: Me gusta. –Sonríe viendo hacia el jardín trasero de mi casa.

Tn: ¡No me digas que mi mejor amiga es vampiro! –Exclamo entusiasmada y ella ríe.

Allison: Ya quisieras. Desde pequeña me he despertado a la misma hora a observar las estrellas, las calles vacías para pensar.

Dos amores, una elección.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora