☣ 9

549 77 5
                                    

Jungkook lo llamó bastante después de la medianoche. 

—Rompimos. —dijo rotundamente. Yoongi levantó la vista hacia las sombras bailando en el techo de su cuarto. No sabía qué decir. 

¿Qué le dices a tu mejor amigo luego de que rompiera con la mujer que amaba por ti?

—¿Cómo se lo tomó?

Jungkook se rió, un sonido hiriente y afilado.

—Yo ni sabía que ella supiera algunos de los insultos que me dijo. No la culpo. Ni siquiera le pude explicar por qué estaba rompiendo con ella.

—Lo siento.

Las palabras sonaban tan poco adecuadas. Tan baratas. Hubo un largo silencio en la línea. Yoongi contó los segundos, agudizando el oído. 

¿Me odias ahora por perderla? Por favor, no me odies.

Luego de catorce segundos.

—Te quiero. Ven aquí. —dijo Jungkook.

Yoongi exhaló, el apretado nudo en su estómago aflojándose un poco.

—¿Todavía estás en la casa?

—Sí. —dijo Jungkook y colgó.

Eran casi las dos de la madrugada cuando Yoongi finalmente aparcó el coche en la entrada de Chan. No tocó. Envió un mensaje a Jungkook y esperó, con los dientes castañeteando cuando el viento frío barría en su cuerpo. Los minutos pasaban. Tal vez Jungkook se habría quedado dormido. Tal vez Jungkook habría cambiado de parecer y no quería verlo.

Cuando estaba a punto de regresar al coche, la puerta se abrió. Jungkook se quedó allí, con una botella de vodka en la mano y una expresión indescifrable. Se apartó, dejando a Yoongi entrar. Yoongi lo siguió hasta su alcoba, observándolo cuidadosamente. Jungkook no se balanceaba ni nada, sus pasos eran firmes y estables, pero Jungkook raramente lo hacía, incluso cuando realmente estaba borracho-hasta-el-culo.

Yoongi cerró la puerta del cuarto al entrar. Jungkook se dejó caer en el sofá y empezó a beber de la botella, con la cara cerrada. Un silencio tenso cayó entre ellos. Un silencio cargado de rabia y dolor y resentimiento.

—No deberías haber roto con ella. —Yoongi dijo entre dientes, rompiendo el silencio. —Por una jodida que no te forcé.

Jungkook tomó otro trago de la botella y la dejó a un lado, con la mirada endurecida.

—Ven aquí. —dijo.

Yoongi vaciló, pero fue. Se sentó junto a Jungkook, tenso e inseguro.

—¿Sabes cuál fue la peor parte? —preguntó Jungkook, sin mirarlo.

Yoongi miró hacia su perfil y esperó.

—Lo que ella me dijo después de calmarse. —dijo Jungkook, con la mirada baja, los anchos hombros caídos hacia el frente, las manos flojas entre sus rodillas —. Dijo que tal vez era lo mejor. Que ella se merecía algo más que un novio que tuviera todas sus necesidades emocionales satisfechas en otro sitio. —podía ver los músculos en la mandíbula de Jungkook trabajando—. Como si ella no fuera más que un agujero para que yo follara.

Yoongi frunció el ceño.

—Eso no es cierto. Han estado juntos por medio año. Fue la relación más seria en tu vida.

Una risa dejó la garganta de Jungkook. Volteó la cabeza hacia Yoongi y encontró su mirada.

—No, no lo fue, Yoonie. —Una sonrisa irónica curvó sus labios. —Y ese es el problema, ¿verdad?

Confuso |KOOKGI|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora