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Jungkook abrió los ojos lentamente y se quedó viendo la cabeza rubio platinada en su hombro. El cálido cuerpo de Yoonie estaba pegado a lo largo del suyo, su pierna colgada sobre el muslo de Jungkook. Todavía estaba dormido. 

Las pestañas largas y pálidas revolotearon, pero no se abrieron. Yoonie sonrió un poquito en su sueño, apretando su brazo alrededor de la cintura de Jungkook. Estaban desnudos. Por supuesto que estaban desnudos: tuvieron sexo. Y esta vez no podría reclamar estar borracho o confundido. 

Esta vez no había sido un participante pasivo. Lejos de eso. Jungkook apretó la mandíbula. Se había prometido que no viajaría a Rusia para joder la cabeza de Yoonie de nuevo. No debería haber habido ningún joder involucrado, punto final.

Sin embargo aquí estaba, desnudo, con su igualmente desnudo mejor amigo sobre él luego de haber sodomisado a dicho mejor amigo. Su mejor amigo que estaba enamorado de él. Su mejor amigo cuyo corazón no podía romper. Esto no podía volver a pasar... mientras no estuviera seguro de qué demonios quería.

Yoonie hizo un arrullador ruidito suave, suspiró y se movió en su sueño. Con el pecho hinchado de afecto, Jungkook no pudo evitar inclinarse y acariciar el cabello de Yoonie. 

Cristo, lo extrañaba: como se sentía, como olía, todo cálido y perfecto, y Yoonie. 

Besó la frente de Yoonie, preguntándose cómo podía sentir tan cruda adoración ahora, cuando hace unas horas folló a Yoonie más brusco de lo que había follado a nadie en su vida. Estos deseos y pensamientos conflictivos lo habían estado enloqueciendo por semanas. Por meses. No podía unirlos ni deshacerse de ninguno de ellos.

Se preguntó qué habría pasado si Seokjin no hubiera desaparecido. Le gustaría decir que se habría mantenido alejado de Yoonie pero, en el fondo, se conocía mejor. Por cómo habían ido las cosas, hubiera aguantado un par de semanas más antes de buscar a Yoonie y volver a adherirlos juntos, al carajo con el sentido común.

—Si frunces el ceño más fuerte, tus cejas se unirán en el medio.

Jungkook miró a Yoonie y se encontró con sus ojos cerrados.

—¿Estás despierto?

Yoonie bostezó y se hundió más a su lado.

—No.

Riéndose, Jungkook pasó los dedos por el cabello de Yoonie.

—Yoonie.

—No. —El pie desnudo de Yoonie se deslizó por la pierna de Jungkook.

Jungkook se tensó, sus suaves emociones desvaneciéndose mientras que el otro sentimiento se hacía cargo. El cambio fue tan rápido que lo dejó algo desorientado. Ahora, en vez de los sentimientos cálidos y difusos por abrazar a su mejor amigo, se sentía completamente caliente, muy consciente de toda la piel suave y pálida a disposición. 

Descubrió a su mano moviéndose por la pierna de Yoonie, acariciando su muslo ligeramente antes de asentarse en una nalga perfectamente redondeada. A diferencia de él, Yoonie era suave por todas partes, su piel suave como la seda.

—Alguien está toquetón. —Yoonie murmuró, mirándolo por debajo de sus pestañas.

—¿Te afeitas aquí abajo o algo? —dijo Jungkook, apretando los glúteos de Yoonie, e intentando distraerse de la necesidad de jalar esas tonificadas piernas largas sobre sus hombros y volver a entrar en Yoonie.

Yoonie se rió, pasando sus dedos por el escaso pelo negro en el estómago de Jungkook.

—Nop. No tengo —La mano de Yoonie se deslizó más abajo y se envolvió en torno a la erección de Jungkook con familiaridad casual. Pero no había nada casual en la forma en que Yoonie la miraba.

Confuso |KOOKGI|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora