Confuso |KOOKGI|

☣ 17

Cuando el teléfono sonó muy temprano en la mañana, un par de semanas más tarde, Jungkook parpadeó adormilado un par de veces antes de volver a mirar el identificador de llamadas. No, no estaba viendo cosas: tenía el dudoso place de recibir una llamada de Min Jinyoung.

Su estómago se revolvió. Jinyoung no le llamaría a esta hora sin que hubiera sucedido algo: Jinyoung lo había llamado en total dos veces, en todos los años de amistad con su hijo. Algo andaba mal. Y dado que sólo tenían algo en común, a Jungkook no le gustaba lo que podría significar esta llamada.

—¿Has hablado con mi hijo últimamente? —Jinyoung dijo cuando contestó. Bueno, ciertamente no se estaba preocupando por sutilezas relacionales.

Jungkook se quedó mirando la oscura pared frente a la cama.

—¿Cuál de ellos? —dijo, sólo para ser un capullo. No era nada que Jinyoung no se mereciera.

—Jeon...

—Mira, ni siquiera sé en dónde está. —Jungkook escupió. Su temperamento no había mejorado desde su ruptura con Hannah; de hecho, estaba peor—. No se molestó en decírmelo. No lo he visto ni hablado con él en más de un mes.

—No te creo. —dijo Jinyoung.

—Ya ni siquiera somos amigos. —dijo Jungkook, sin molestarse en ocultar su amargura.

Silencio. 

La sorpresa de Jinyoung era palpable.

—Ya puede estar feliz. —dijo Jungkook, torciendo los labios—Esto es lo que siempre ha querido.

—Fuiste una mala influencia. —Jinyoung dijo con irritación. 

Jungkook se rió entre dientes.

—Quiere decir que tenía demasiada influencia. Lo cual odiabas.

—Y tenía razón. Eres la razón para que él... sea de esa forma. Habría sido normal si...

—Realmente no estoy de humor para su intolerancia. — Jungkook dijo rotundamente—. Será mejor que tenga una jodida buena razón para llamarme o voy a colgar.

Podía oír a Jinyoung tomando una respiración profunda.

—Estoy preocupado por Yoongi. —admitió por fin, con evidente reticencia.

—¿Por qué? —dijo Jungkook, aplastando el impulso de preguntar dónde estaba Yoonie. Si supiera dónde estaba Yoonie, no confiaba en sí mismo para permanecer alejado... y tenía que hacerlo. 

El hecho de que Hannah y él no hubieran funcionado juntos, no había cambiado nada: Yoonie había dejado en claro que estaba enfermo con la situación y quería estar solo. Quería que Jungkook viviera su propia vida y dejara de joder su mente.

Ya sea que le gustara o no, tenía que respetar la decisión de Yoonie, sin importar cuan cabreado estuviera con él por terminar su amistad así. Y estaba enojado. Sin importar que racionalmente supiera que Yoonie había hecho lo correcto, que no podían seguir así, la forma en que Yoonie había manejado la situación era una mierda. 

Primero, Yoonie había afirmado que el sexo no cambiaría nada y que no tenía por qué significar algo; luego, después de usarlo como a un glorioso consolador para conseguir correrse, Yoonie hizo un giro completo y lo echó de su vida por el jodido teléfono.

—Él no es el mismo —dijo Jinyoung—. Ha dejado el país en contra de mi voluntad, dejó su trabajo, sus responsabilidades. Yoongi ha dejado de responder a mis llamadas por completo. El chico de los Kim es mi única fuente de información, y es reacio a decirme nada.