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La vibración de su teléfono lo despertó muy temprano por la mañana nuevamente. Jungkook lo agarró a ciegas.

—Sí. —dijo, todavía medio dormido.

—No puedo encontrar a Yoongi. —dijo Jinyoung. 

Los ojos de Jungkook se abrieron de golpe.

—¿Qué?

—Ni Yoongi ni el chico de los Kim están respondiendo a sus teléfonos. —dijo Jinyoung—. Normalmente no lo consideraría demasiado, pero...

—¿Pero? —dijo Jungkook.

—Kim me llamó anoche, preguntando si he oído de Yoongi. Me confió que su hijo ha estado desaparecido por una semana...

—¿Qué? —dijo Jungkook, sentándose—. ¿Quieres decir que Seokjin está desaparecido?

—Sí. —dijo Jinyoung—. Los empleados de Kim en Rusia no han visto a Seokjin en una semana. Kim sospecha que el niño ha sido secuestrado por uno de sus... rivales de negocios. —La voz de Jinyoung sonaba extremadamente seca cuando lo dijo.

Todo lo que Jungkook podía oír era su corazón latiendo en sus oídos.

—¿Qué hay de Yoonie?

—Nadie sabe. —Jinyoung dijo enérgicamente—. Los empleados de Kim lo han visto en ocasiones con el muchacho de los Kim, pero parece ser que Yoongi raramente acompañaba a su amigo en sus reuniones de negocios. Nadie sabe dónde está quedándose Yoongi. Usó su tarjeta de crédito en Moscú hace unas semanas, pero luego de eso, no hay nada. Por lo que sabemos, podría estar completamente seguro, pero...

—Pero podría no estarlo.

El silencio de Jinyoung lo decía todo: estaba preocupado de que su hijo quedara atrapado en cualquier negocio turbio en que estubiera involucrado el Sr. Kim.

—Dijiste que no pudiste encontrar a Yoonie. —dijo Jungkook. 

Jinyoung dejó escapar un suspiro.

—Rusia es... un sitio muy diferente. Las personas con las que hablé por teléfono o fueron poco colaborativas a propósito, o no entendieron lo que quería de ellos, lo cual no es improbable, considerando que la mayoría de las personas parecen tener solo un conocimiento rudimentario del Coreano. Me temo que el único curso de acción es viajar allí, pero tengo reuniones de negocio que no puedo...

—Yo iré. —dijo Jungkook de manera cortante, interrumpiéndolo—. Si puede conseguir los arreglos para obtenerme una visa rápidamente...

—Vas a tenerla para esta tarde. —dijo Jinyoung—. Mi avión está listo para salir en cualquier momento. Ya hablé con tu empleador y estuvo de acuerdo en darte unas vacaciones.

Jungkook se habría reído si su estómago no estuviera apretado.

—Que bien de tu parte. —dijo—. Aunque, algo presuntuoso, ¿no te parece?

—¿Lo es? —dijo Jinyoung—. No estoy ciego, Jeon. Nunca pudiste decirle no a mi hijo cuando te necesitó. Eres tan patético con él cómo lo es él contigo. Eres la persona perfecta para mandar a Rusia, porque sé que no vas a volver sin él.

Jungkook se preguntaba qué diría Jinyoung si supiera el alcance de su afecto por su hijo.

—Trae a mi hijo de regreso, Jungkook. —dijo Jinyoung, sorprendiéndolo por el uso de su nombre de pila–. Dile que pare de actuar como una reina del drama. —Y añadió lacónicamente—. Dile que su familia lo quiere de vuelta. Su punto ha quedado claro en casa.

Colgó, dejando a Jungkook preguntándose si había entendido a Jinyoung bien.

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Confuso |KOOKGI|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora