Capítulo #3

50 5 1
                                    

Centró de refugiados.

Está abriendo los ojos...¡se mueve! Llamen a la enfermera-.

Comencé a abrir los ojos,al principio mi vista fue borrosa,pero parpadee varias veces hasta que se aclaró.Me encontraba en una habitación blanca.Es un hospital o eso parece.

Austin...¿cómo te sientes?-voltee a ver a Alice,se veía preocupada y tenía algunas gasas en su cara,tal vez salió herida-.

B..bien-tosi un poco-¿Donde están los demás-.

Issac está en otra habitación,recibió varias quemaduras...y Dylan está acompañandolo-.

¿Y tú estás bien?-sentí un dolor punzante en mi costado,el cual,ya no tenía un tubo atravesado-.

Sí,si...sólo tengo algunos rasguños y cortadas,nada grave-sonrio-.

Escuché a alguien abrir la puerta.Dylan.

¡AUSTIN!Estás vivo,menos mal,por un momento pensé que tendría que ser yo el que se casé con Alice-sonrio burlesco-.

Sentí mis mejillas calientes,me había sonrojado por lo último.

B..bueno-carraspee-¿cómo está Issac?-.

Bien,está sanando más rápido de lo que los doctores creían-.

Y ¿tú?...estás bien-.

Claro amigo,estoy sano cuál lechuga-alzó los brazos y se dio una vuelta sobre sus pies-.

Note qué tenía algunos rasguños en su brazo,y en su camiseta sin mangas,se veían ligeras gotas de sangre en ciertos lugares.

Sí,claro,sano cómo lechuga-alze las cejas-.

Alguien más abrió la puerta.
Era una chica,más bien,era una enfermera.

Por favor,salgan-miró a Dylan y a Alice-.

Estos se despidieron de mí con movimientos con la mano.

Muy bien Austin-cerró la puerta-te haré una breve revisión-.

Sacó varios utensilios de un cajón.

Se acerco a mí con una lamparita
y comenzó a poner la luz en mis ojos.

Mira hacía acá-señaló a la derecha-ahora hacía acá-señaló la izquierda-.

Hizo el mismo procedimiento en mi otro ojo.

Muy bien Austin,ahora revisare la herida en tú costado,sabes tienes suerte de que no se rompió tú costilla-.

Se acerco a mí lado derecho,quitó las sábanas que llevaba,levantó un poco mi bata que llevaba,y retiró un poco los vendajes.Era un poco vergonzoso,pues yo sólo llevaba unos calzoncillos puestos.

Muy bien,aquí está todo en orden,ahora veamos tú fractura-volvió a acomodar la bata en su lugar-.

¿Fractura?...oh que imbécil,apenas me había dado cuenta del brazo enyesado.

SobreviveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora