cap 8

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Mientras seguían besándose, el rubio por comodidad se adueñó del regazo ajeno, quien lo recibió gustoso y alegre, o eso indicaba los claros jadeos y la sensación de ser devorado por su amante peli verde.

Zoro había estado tratando de controlarse, no quería parecer una maldita persona ninfómana frente a su marido que ya sabía que él era así, pero no lo recordaba en ese preciso momento. Tocaba el gran trasero de sanji y sus esbeltas piernas carnosas, mientras que el rubio tocaba la fornida espalda del contrario, sintiéndose familiar pero a la vez lejano de la situación, por que al parecer su memoria corporal recordaba cada espacio del rústico cuerpo, lo tocaba con firmeza y decisión por lo que para el peli verde le fue difícil controlarse, su marido sabía volverlo loco, conocía perfectamente cada una de sus zonas sensibles en el acto. Y una de ellas era los arañones en la espalda, cosa que amaba que sanji hiciera, y él era feliz provocando y siendo la causa de dicha reacción de placer.

Sin aguantar mucho más, zoro atacó el pálido cuello del rubio, quien por el acto inesperado alzó un sonido de placer que para zoro fue el de las mismas campanas del cielo, incitandolo a seguir devorando a su víctima. Sanji no quería quedarse atrás, pero sinceramente no recordaba como a zoro le gustaba recibir placer, a ver, era obvio que el era el que recibía (si no pq estaría preñado :v) se refería más bien a como ellos lo hacían, cómo era que zoro disfrutaba, por que era obvio que no sería su primera vez explorandose mutuamente.

Zoro pareció notar la clara inquietud en el rostro ajeno, se atrevió a preguntar soltando un: -- ¿Qué sucede cariño, no quieres hacer esto? -- Sanji rápidamente negó. -- No es eso... Es solo que me siento inexperto, mi cuerpo parece conocerte y reaccionar ante tí, pero mi mente no tiene idea de qué hacer. -- Soltó avergonzado mientras las caricias se detenían y él tapaba su rostro con su mano.

Zoro soltó una gran carcajada, la cual fue recibida con un rostro sonrojado por la vergüenza y una clara expresión ofendida llena de ira pura.

-- Entonces si te vas a andar riendo no hacemos nada. -- Zoro palideció y tomó las caderas de su marido que amenazaban con bajarse de su cómodo asiento.... -- Espera, espera, no te coloques así, solo me causó gracia... Si supieras que en realidad el atrevido que pide más a gritos es otro, entenderías la causa de mi gracia.

Sanji otra vez sonrojado, lo calló esta vez con un apasionado beso que sin duda alguna fue correspondido de manera inmediata.... Pasaron los minutos, las risas, los besos y las caricias sobraban en el ambiente. Zoro se sentía feliz y completo, pero no podía gozar por completo con su amiguito exigiendo atención por su pareja, quien se encontraba más o menos en la misma situación.

Zoro acostó a sanji en la cama, luego de recibir una afirmativa por su parte, comenzó a desabotonar el chaleco negro que el rubio portaba, luego prosiguiendo a realizar lo mismo con la azulada camisa de rayas. Todo esto mientras devoraba cada rincón del pecho y abdomen ajeno, prácticamente estaba marcando a sanji como suyo, aunque ya lo fuera desde hacía ya mucho tiempo.

Sanji jadeaba y tomaba la cabeza de zoro entre sus manos mientras uno de sus pezones era abruptamente devorado, sintiendo los dientes y la cálida lengua de su marido jugar con sus botones rosados que ya se encontraban más bien rojos por tanto contacto con la boca ajena... Zoro abandonó los pechos y se dirigió a los labios ajenos, repitiendo el ciclo anterior, solo que ahora mientras con su brazo libre, iba soltando el cinturón ajeno que estorbaba en esos momentos.

Zoro pudo quitar el pantalón por completo, bajando su lengua desde el cuello, hasta la agitada pelvis que se movía de arriba a abajo por busca de atención, atención la cual zoro no dudó en dar. Bajando el boxer de su amante, y empezando a besar cada parte que antes se encontraba oculta, pasando de largo el miembro ajeno, yendo directamente a su entrada con la lengua ya preparada para comenzar a trabajar su no muy lejana cena.

Sanji estaba vuelto una nada, la lengua de zoro provocaba maravillas en el, su lasciva expresión era la clara prueba de ello, sus ojos y rostro rojos, llenos de lagrimas de placer, su boca levemente abierta que soltaba esos obscenos sonidos que eran como gasolina para zoro que lo motivaba a seguir en su labor, fueron la gota que derramó el baso de control que zoro tenía en cuanto levantó la mirada.

Sin poder controlarse más, sacó su miembro de esos incómodos pantalones de una vez, el cual ya estaba mojado por el líquido de excitación que había liberado todo ese tiempo. Sanji asustado lo detuvo justo cuando ya lo había colocado en la mera entrada... -- ¿No piensas meterme esa cosa verdad? Por dios marimo, no vas a meter eso en mi, debe doler como un demonio. --

Tenía razón, dolía, y le dolía más a ver sido ignorado por zoro, quien volvió a acomodar su miembro y empezó a meterlo mientras susurraba a su oído: -- ¿Cómo crees que quedaste preñado? por telepatía no fue, deja de ser un llorón, ya te prepare bien... tu solo disfruta cariño.-- finalizó con beso en su oreja y una estocada final, donde lo terminó de meter por completo, también donde esperó unos segundos antes de empezar.

Sanji lo maldijo internamente mientras apretaba su rostro por el dolor, dolor el cual dejó de serlo en unos momentos y pasó a ser de completo placer. El espadachín sabía moverse muy bien, lo tenía gimiendo sin pena, sin ropa, sudado y muy excitado debajo de él... Definitivamente se sintió orgulloso de su yo del pasado por haberlo elegido como marido.

La aventura continuó por unos muchos largos minutos, tal vez horas, pero sanji no parecía sentirlas mientras era duramente penetrado por su marimo mientras él se encontraba con su trasero en alto y el resto de su parte superior recostada en una almohada boca abajo, la cual mordía y desahogaba fuertes gemidos en ella.

Al terminar, sanji se recostó en el pecho de zoro quien acariciaba sus hombros y espalda, mientras sanji hacia lo mismo pero en su pecho.

-- ¿Quieres que lo intentemos mientras recupero mi memoria? -- Soltó sanji sin aviso. -- No sería una mala idea, de verdad te extraño. -- Ya con una decisión tomada, se dedicaron a dormir luego de algunas caricias más.

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Extra.

Ussop salió de la habitación de los varones al no ver a sanji, pues el siempre se despertaba inconscientemente a revisar a su amigo cocinero. Mientras caminaba y exploraba el barco, pasó delante de la habitación de la pareja de casados, donde unos claros sonidos ya muy familiares para la tripulación, resonaban por las paredes... Rendido buscó una manta y se dedicó a hacer la guardia que según le tocaba a sanji.

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Hola JAASJKSJA, ya se que m perdí por casi 3 meses, mala mía, ahí su capitulito

Hola JAASJKSJA, ya se que m perdí por casi 3 meses, mala mía, ahí su capitulito

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Naomi por esos 2 meses viendo que no actualizo:

𑁍☼︎𝐹𝑟𝑎𝑔𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑙 𝑜𝑙𝑣𝑖𝑑𝑜☼︎𑁍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora