¿Y si hubieras sido tu?

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—Creo que es Heng, quédate aquí, volveré pronto—susurró Rebecca, empujando a Freen dentro del armario de su habitación para que se ocultara. Ambas estaban visiblemente nerviosas.

Freen se ocultó en la habitación de la britanica, mientras ella se dirigía a abrir la puerta, confirmando que era Heng quien tocaba la puerta

—¿Porque tardas tanto en abrir?—cuestionó el tailandes

—Estaba en el baño, además, no entiendo como es que vienes como si nada hubiera pasado, después de desaparecer por días—habló Rebecca mostrandose molesta

—Te dije que estaba trabajando—respondió Heng sentándose en el sofá

—Entiendo que tienes que trabajar, pero también tienes que pasar tiempo con tu hija

—No empecemos con eso, estoy tan agotado—Heng miraba su teléfono sin darle mucha importancia a la situación

—Claro que voy a empezar con esto, porque no es justo que Freen sea quien carga con toda la responsabilidad, mientras tú sales de viaje cada que se te da la gana—Rebecca comenzaba a elevar su tono de voz

—No me digas que ahora estás de su lado—el tailandés rodó los ojos

—No estoy del lado de nadie, solo te estoy diciendo que dejes de ser un irresponsable—cada vez era más difícil para la britanica contener su frustración

—¿Irresponsable yo?, ella es la que no me deja ver a la niña, además de que siempre se ha encargado de dejarme ver como el malo de la historia, pero allá tu si quieres estar de su lado
—Heng también levantó la voz con molestia, Rebecca lo miraba confundida después de escuchar sus palabras

—Mejor me voy, avísame cuando dejes de ser una dramática como Freen—el tailandés se levantó del sofá y salió azotando la puerta, Rebecca se tiró en el sofá y suspiró mientras miraba el techo, toda esta situación le generaba tanto estrés, nunca antes había tenido una discusión como esa con Heng, sentía tanta frustración, decepción, y le generó muchas mas dudas.