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Freen se agachó para estar a la altura de Kristen, sonriéndole con ternura

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Freen se agachó para estar a la altura de Kristen, sonriéndole con ternura

—Cariño, hay algo que quiero contarte, Becky y yo nos queremos mucho, y hemos decidido estar juntas como pareja—dijo la tailandesa mientras acariciaba la mejilla de su hija.

Kristen miró a su madre y luego a Rebecca, su cara mostraba una mezcla de confusión y curiosidad

—¿Eso significa que Becky será mi otra mamá? —preguntó Kristen, con una chispa de entendimiento en sus ojos.

Rebecca, conmovida, se arrodilló junto a Freen y tomó la mano de la pequeña

—Solo si tú estás de acuerdo, Kris, me encantaría ser parte de sus vidas de esa manera—Kristen sonrió tímidamente y asintió, aunque aún las miraba con un poco de confusión

—¿Y qué pasará con papá? ¿ya no estás con él? —preguntó Kristen, Rebecca y Freen se miraron de nuevo, buscando las palabras correctas para explicarle.

—Es una situación algo complicada, cariño, danos un poco de tiempo y te lo explicaremos mejor—respondió la británica, acariciando su cabello con ternura

—Bueno, no importa, la verdad es que te ves mejor con mi mamá, además ella es más bonita y divertida, mi papá es muy aburrido—dijo la pequeña sorprendiendo a ambas mujeres con su sinceridad, Freen y Rebecca se miraron, compartiendo una sonrisa de alivio y gratitud, Freen abrazó a su hija, y después la británica también se unió a la escena.

Freen miró a Rebecca y a su hija, sintiendo que su corazón estaba completo, tenía a las dos mujeres que más amaba en el mundo, y eso para ella era tenerlo todo.

—Pero hay algo que no entiendo—habló la pequeña niña rompiendo el silencio que se había formado

—¿Que cosa cariño?

—¿Ya no odias a Becky?, es que la otra vez escuché que le dijiste a la tía Nam que era una víbora rompe hogares, y que ibas a partirle la cara—preguntó la pequeña con inocencia, haciendo que Freen se sonrojara de vergüenza

—Kris, ¿porque no mejor vamos a construir un castillo de arena?—Freen intentó cambiar la conversación y ocultar su nerviosismo, pero Rebecca ya estaba riendo a carcajadas por aquella situación

—Así que, ¿soy una víbora rompe hogares? —mencionó Rebecca con una sonrisa traviesa, haciendo que Freen se sonrojara aún más.

—Eres insoportable, Rebecca—replicó Freen, tratando de mantener la compostura.

—¿Estas segura de eso?—susurró Rebecca acercándose más a ella, Freen se mordió el labio, tratando de no sonreír

—¿Y qué más le dijiste a Nam ?—
preguntó la británica en tono de burla

—Basta, Rebecca—dijo Freen, riendo y dándole un suave empujón

—Sabes que molestarte es mi pasatiempo favorito —respondió riendo también

¿Y si hubieras sido tu?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora