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Era una mañana tranquila hasta que Rebecca se despertó de golpe, con el corazón acelerado y la respiración entrecortada, desorientada, buscó a Freen en la cama

—¿Freen? ¿Dónde estás?— preguntó con voz temblorosa al no verla a su lado

—Becky, estoy aquí—dijo Freen con calma, acercándose desde el borde de la cama, Rebecca se incorporó y, sin decir nada más, la abrazó con fuerza.
Las lágrimas comenzaron a correr por su rostro, empapando la camisa de Freen, quien la rodeó con sus brazos, acariciándole el cabello.

—¿Qué pasó Bec?— preguntó Freen suavemente, preocupada, pero Rebecca no respondió, solo siguió aferrándose a ella con más fuerza.

—Tal vez solo fue una pesadilla... Anoche te quedaste dormida en el auto cuando regresábamos del doctor, Faye me ayudó a subirte a la habitación—susurró la tailandesa

—¿Del doctor?— preguntó Rebecca aún entre lágrimas y con un gesto de confusión—Entonces, eso sí pasó de verdad...—murmuró y su mano se deslizó hacia su vientre, Freen asintió, y su rostro se volvió más serio.

—Creo que deberíamos hablar sobre eso—comenzó Freen, pero en ese momento, Faye y Nam entraron a la habitación

—¡Qué bueno que despertaste, Rebecca!— exclamó Faye con una sonrisa.

—Deberías comer algo, te hará bien... a ti y al bebé—Añadió Nam, Rebecca asintió, aunque su sonrisa parecía forzada.

—Voy a llevar a Kristen al parque para distraerla un rato, ustedes dos necesitan tiempo para hablar—habló Faye notando la tensión que se había formado, Freen le agradeció con una pequeña sonrisa

—Vamos, Nam—dijo Faye, señalando hacia la puerta

—¡Pero no quiero ir!—Nam se quejó, cruzando los brazos, Faye la miró divertida y, sin darle opción, la tomó del brazo, arrastrándola hacia la salida.

—¡Pero no quiero ir!—Nam se quejó, cruzando los brazos, Faye la miró divertida y, sin darle opción, la tomó del brazo, arrastrándola hacia la salida

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El ambiente se relajó por un momento, con esa pequeña escena graciosa. Pero cuando la puerta se cerró y Rebecca y Freen quedaron solas, la tensión regresó.
—Entonces... lo demás fue un sueño—susurró la británica rompiendo el silencio
—¿De qué hablas?—Freen la miró con curiosidad
—Te lo contaré después—dijo aún con su voz temblorosa.
Freen tomó una respiración profunda antes de hablar con calma
—Ayer, en la fiesta de Kristen, comenzaste a sentirte mal y te desmayaste, después, Faye y yo te llevamos al hospital...

[Flashback]

[Flashback]

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