25

1.3K 161 13
                                    

Freen miró a Rebecca con una expresión cargada de emociones contenidas.

—Creo que deberías irte—murmuró con voz baja pero firme, evitando el contacto visual

—No, Freen, tenemos que hablar, no puedo irme sin aclarar todo esto—negó la británica, dando un paso hacia ella y buscando su mirada
—¿Por qué saliste corriendo de mi casa? ¿Y por qué no respondiste mis llamadas? He estado preocupada.

Freen apretó los labios, cruzando los brazos como si estuviera protegiéndose —Escuché lo que Richie dijo—respondió en voz baja, el dolor brillando en sus ojos.
—Tal vez tiene razón, no quiero causarte problemas con tu familia, y mucho menos arruinar tu carrera. Yo... no quiero ser un peso para ti.

—Freen, por favor, Richie no sabe de lo que habla, y yo...—Pero justo cuando estaba a punto de decir algo más, fue interrumpida por la pequeña Kristen que llegó corriendo con una enorme sonrisa, sosteniendo una invitación decorada con colores brillantes

—¡Becky mira, esto es para ti!, la semana que viene es mi fiesta de cumpleaños, y quiero que vengas—exclamó emocionada mientras le entregaba la invitación de cumpleaños, Rebecca sonrió, su corazón se ablandó instantáneamente al ver a Kristen tan ilusionada.
Se Agachó para estar a su altura, tomó la invitación con cuidado y le sonrió

—¿Tu fiesta de cumpleaños? No me la perdería por nada del mundo—le dijo con ternura, Kristen brincó emocionada y abrazó a Rebecca de nuevo. Freen, quien había estado observando la interacción en silencio, no pudo evitar sonreír suavemente ante la felicidad de su hija, aunque la tensión entre ella y Rebecca seguía ahí, esperando por una resolución.

La tailandesa miró rápidamente su reloj, sintiendo como el peso de la conversación se volvía cada vez más abrumador

—Se me hace tarde para el trabajo— dijo, usando la excusa para escapar de la incómoda situación con Rebecca. Apretó los labios y, con un tono que pretendía ser casual, se dirigió a Kristen

—Cariño, ve a preparar tus cosas para la escuela—la niña asintió y se dirigió rápidamente al interior de la casa, dejando a Freen y Rebecca solas de nuevo, pero solo por un breve momento, Freen suspiró y, sin mirarla directamente, le dijo a Rebecca

—Lo siento... hoy no es un buen momento, ya será en otra ocasión, Rebecca, aunque decepcionada, asintió lentamente, entendiendo que Freen necesitaba espacio

—Está bien— respondió suavemente, aunque su voz cargaba un leve rastro de tristeza—Hablamos después.
Con un último intercambio de miradas, la británica se dio la vuelta y caminó hacia su auto, Freen se quedó en la puerta, observándola mientras se alejaba, la tensión seguía presente, y ambas sabían que aquella conversación pendiente no podía retrasarse por mucho más tiempo.

Freen cerró la puerta suavemente tras ella, apoyándose contra la madera mientras dejaba escapar un profundo suspiro, en su mente seguía reviviendo el encuentro con Rebecca

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Freen cerró la puerta suavemente tras ella, apoyándose contra la madera mientras dejaba escapar un profundo suspiro, en su mente seguía reviviendo el encuentro con Rebecca. Justo en ese momento, Faye apareció desde el pasillo, con una expresión preocupada.

¿Y si hubieras sido tu?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora