Mirando de reojo a Yeonjun, Soobin todavía puede notar una pizca de tristeza en su mirar. Por más que le haya dicho que estar bien con él lo alegraba, todavía sentía que había algo que lo angustiaba.Acercarse a veces se siente como un choque eléctrico, uno del que se pregunta si Yeonjun está consciente que pasa cada vez que rozan sus manos, y otras como algo tan natural como el aire que respira.
─¿Pasa algo? ─le preguntó, dibujando formas sinsentido en su hombro con la yema de sus dedos. Puede sentir como el mayor se estremece ante el toque.
─Mmh… ─Yeonjun dudó, removiéndose en el sofá─, nada en lo que puedas ayudar.
─¿De en serio?
Yeonjun sonríe y se gira para mirarlo. ─No sabrías ayudarme, no tenés un historial romántico amplio.
─Entonces es algo de Saerom ─Yeonjun asintió lentamente, volteando los ojos.
─A veces es complicada.
─¿En qué sentido?
─Saerom es difícil de entender. Ella… Dios, estaba tan emocionada con eso de festejar cada mes de relación –y, realmente, para mí los mesiversarios no son importantes a menos que lo sean para ella– pero decidió dejarme plantado. O algo así, no tengo ganas de ver si me mandó mensajes queriendo explicarse. La esperé, pero nunca llegó. Se siente horrible que te hagan eso, si entendés lo que te digo.
Soobin ahora entiende por qué había llegado empapado de pies a cabeza a la puerta de su casa, y por qué había acudido a él aun sabiendo que había cosas por hablar entre los dos.
El pensamiento de que si hubiese sido él, nunca lo dejaría plantado y haría que sólo le llovieran regalos y todo el amor que le podría dar se instala en el fondo su cabeza. Pero se intenta repetir que es egoísta sólo pensar en sí mismo cuando tenía a su amigo intentando abrirse con él.
No puede recordar en que momento Yeonjun decidió seguir hablando del tema, sólo como su mano se posa sobre la suya.
─Pero ─le sonríe radiantemente, como si nada hubiese pasado. Era como un superpoder suyo; Soobin recuerda noches en las que se iba a dormir lleno de resentimiento por peleas que a la larga no importaron y era recibido con sinceras disculpas por parte del mayor, acompañadas siempre de un rico snack para persuadirlo. Aunque días después todavía había rastros de amargura en Soobin, Yeonjun solía actuar como si ya no le afectara─… te tengo a vos. Sos un gran amigo y una gran compañía, nunca me aburro a tu lado.
─¿Aún con los musicales?
─Soobin…, especialmente con los musicales. Creo que hace unos años te hubiese llamado loco porque te gustaran, pero creo que tanto tiempo juntos alteró mi percepción de que tan entretenido es escuchar a una mujer cantando por hora y media sobre un idiota solo para darse cuenta al final de que siempre fue su mejor amigo a quien amaba.
Tiene su encanto, le murmuró en respuesta. En esos momentos, Yeonjun sonaba como el protagonista, Saerom como la idiota y Soobin rezaba por ser el mejor amigo.
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from the start ㅡ soojun au
Fiksi PenggemarTener un complejo de personaje secundario mientras estás enamorado del interés romántico definitivo es todo menos fácil. Especialmente para Choi Soobin, que lidia con su madre en negación respecto a su identidad, un grupo de amigos que no ayudan muc...