Bradley Upercrust III era un ser "inocente" dentro de un mundo que quería acabar moliendo a golpes su ya herido ego.
No era su culpa que se dejara llevar por la necesidad de curiosear hasta dónde puede llegar una "pequeña" mentira.
Ha hecho más de...
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—Eres un idiota si piensas que de esa forma vas a poder llegar hacia arriba.
Brad era bueno en los deportes extremos. Presumía de su talento incluso dormido. Tenía la experiencia que Max no tenía, así que podía criticarlo con gusto, sin esperar un reclamo.
—Bien, el maestro ha hablado. —lo dice con sarcasmo pero Max se acerca en su patineta después de dar un par de vueltas. —¿Cómo se hace entonces?
Bueno, Brad ha exagerado. Max sí hizo bien la pirueta, sólo quería llamar su atención.
Bradley ve que la vida no se ha vuelto tan difícil después de todo. Cambió de grupo social, sí. Y puede que aún no tenga la aprobación de ninguno de los dos mejores amigos de Max. Pero el mes se le pasó volando.
Ahora no sentía la urgencia de recordarse lo mal que la pasaba siendo el hazmerreír de la universidad.
Porque no fue el hazmerreír nunca.
Bueno, para algunos sí. Pero no para la mayoría, respetaban su puesto social sin importar cuántas trampas hiciera. Así que tal vez exageró un poquito al sentirse alejado de todo el mundo como si tuviera alguna enfermedad extraña.
Por lo menos, ha conocido mejor a Max.
Como Brad, como Lu.
Max era ocurrente, cuando estaban a solas y soltaba alguna broma tonta, se reía de esos chistes. Por más malos que fueran.
Lu, por desgracia, ha perdido cierto encanto.
Pero le preocupaba más el hecho de no preocuparse en absoluto de lo que Max pensara sobre Lu.
—Mucho entrenamiento por hoy. —se excusó. Max rodó sus ojos mientras daba un empujón con el pie sobre la patineta. —me debes una conversación, Max. —él voltea, no sabe de lo que habla. —sobre Luidmila.
Max hace un puchero que identifica como berrinche. Nunca le ha gustado hablar de Luidmila.
Se pregunta si es así con sus amigos también. Escondiendo a la chica que le gusta.
Pero, al mismo tiempo,Max no deja de decir que no le gusta.
Así que... Bradley se siente con las manos atadas. Sin saber cómo proceder.
Bradley casi podía sentirla como una persona real. Tanto hablar de ella, pretender ser ella, lo consumía de alguna forma.
—ya te dije que no me gusta. —refunfuña sin mirarlo, dando vueltas alrededor de Brad. —Sin ofender, pero tú prima no es mi tipo.
—¿Y cómo son tu tipo?
Max detuvo su patineta para mirarlo durante un largo rato. De arriba hacia abajo, después le sonríe y sigue dando vueltas en la patineta.
