"Werehog" por 2 Noches (Sonic y tú).

🏫#7-Peinar🏫

La muchacha se quitó la ropa vieja y se bañó, usando la ducha. El agua que salió era agradablemente caliente, lo que ayudó a que sus músculos doloridos se relajaran y los restos de su malestar y cansancio desaparecieran. Disfrutó de la sensación cálida del agua contra su pelaje en esas horas tempranas de la mañana y del olor de su jabón de cuerpo completo con aroma a vainilla. Desde que su sentido del olfato se había hecho más agudo que el normal, ella apreciaba enormemente ese tipo de olores suaves y cremosos. Eran satisfactorios.

Y después de bañarse, se secó muy bien con su toalla y se vistió con su ropa. No pensaba ni creía que debiera de ir a alguna parte en particular en el futuro cercano, así que se puso algo simple y cómodo para andar por ahí. Según su criterio, claro. También se aseguró de exprimir cuidadosamente sus púas, las cuales recientemente habían tenido la tendencia a absorber mucha agua.

Ella salió del baño cuando se sintió lo suficientemente lista como para pasar al siguiente paso luego de una ducha: peinarse. Se había visto en el espejo del botiquín y el pelaje en su cabeza era seriamente una maraña húmeda que solo se volvería peor si la dejaba secarse. Entonces, regresó a la habitación donde había estado durmiendo y guardó su ropa sucia en una de sus maletas, habiendo dejado su toalla secándose en el baño sobre un tubo diseñado para ello. Revisó en uno de los pocos bolsillos en los que la eriza rosa no metió mano y sacó una crema para peinar y un peine, disponiéndose a trabajar.

Sin embargo, no se había echado siquiera la crema para el pelo en la mano cuando una voz la interrumpió.

"¿Puedo ayudarte?"

Eso la hizo saltar del susto y voltear hasta el origen de la voz, solo para encontrarse con un par de ojos jade devolviéndole la mirada con expectativas desde un colchón en el suelo.

Los ojos de Amy brillaban demasiado mientras estaban presuntamente posados en la eriza (T/C/P) y sus pelos enmarañados, a lo que la de ojos (T/C/O) frunció el ceño lentamente...

"No"

"¡¿Por qué no?!" Exclamó la rosa, sentada entre sus sábanas con una muy rosada pijama de Hello Kitty. No es que fuera fan de la caricatura japonesa, pero le gustaban mucho los tonos pastel. "¡Vamos, se te hará más fácil!"

"Ya dije que no"

"¡Y seré gentil!"

"Mentira"

"¡Verdad!"

"No, Amy. Siempre que me peinas literalmente me arrancas las púas, así que no"

"¡Pero...!" La rosada hizo un puchero.

"Ya dije: tú no estás poniendo tus bruscos dedos sobre mí de nuevo"

"¡Hmp!"

Con eso, Amy se molestó y se cruzó de brazos.