"Werehog" por 2 Noches (Sonic y tú).

🏫#14-Pantalones🏫

Ajá, pero volviendo a lo que nos importa…

Sonic se despertó a media mañana, con ganas de seguir durmiendo. Y no es que no lo hubiera intentado. A pesar de que usualmente no dormía en camas, el Héroe de Mobius encontró que en la que estaba acostado se sentía de maravilla, siendo realmente suave y de olor fresco. Demonios, ¿En serio así eran las camas de una Residencia Universitaria?. Ese colchón hacía que el suyo tan poco usado pareciera una piedra. Y él también había dormido sobre piedras varias veces, así que sabía de lo que hablaba.

Pero no pudo seguir durmiendo cuando la palabra "Residencia" apareció en su cabeza, haciéndolo más consciente de su lugar y entorno.

Ah, sí. No estaba en su casa.

Con un gemido, Sonic se arrastró en la cama hasta llegar al borde, sentándose perezosamente. La luz del sol entraba por una ventana cerca de su cama y le golpeaba un costado de la cara con un poco de molestia, lo que lo incitó a moverse. Se paró y busco sus zapatos y guantes de donde los había dejado la última vez anoche, poniéndoselos de la manera más somnolienta y desalineada posible y saliendo de la habitación, casi que chocando contra la puerta en el intento.

Y para sorpresa de nadie, se encontró con Tails en el espacio entre su habitación y la del zorrito, sentado en el suelo cerca de la pared del fondo y jugueteando con uno de sus clásicos aparatos caseros, el "Miles Electric", el cual se encontraba enchufado a un tomacorriente por un cargador. El cual, por cierto, poseía un adaptador, pues los enchufes de Spagonia eran medio raros.

Como sea, las orejas de Tails se animaron al oír la puerta y el niño de 11 años alzó la mirada, alegrándose al ver a su hermano despierto.

"¡Buenos días, Sonic!"

"Hey, amiguito" dijo el susodicho con un bostezo, todavía espabilándose. "¿Como dormiste…?"

"Dormí bastante bien. ¿Qué hay de tí?"

"Quisiera llevarme ese colchón a la casa"

"Lo tomaré como que dormiste bien"

El erizo azul arrastró los pies hasta su hermano pequeño y se dispuso a sentarse, pero apenas su trasero tocó el suelo, se levantó de inmediato.

"¡Ay, está frío!"

"Ahora te gustaría usar pantalones, ¿Eh?"

"Silencio"