"Werehog" por 2 Noches (Sonic y tú).

🏫#17-"Hey"🏫

Luego de pasar la mayor parte de la mañana mirando y explorando tiendas spagonianas, se hicieron las 11:30 y Amy decidió que era momento de ponerse en marcha hacia la reunión.

No sin antes, claro, anotar el nombre y la dirección de algunas de las tiendas que todavía querían revisar y otras a las cuales decidieron que sería bueno volver a echar un vistazo. Habían encontrado ropa realmente bonita en esos lugares y alguna que otra cosa buena y a buen precio. La eriza rosa ya tenía en la mira algunos conjuntos realmente encantadores para sí misma y otros que definitivamente su mejor amiga tenía que tener. Simplemente eran su estilo, solo era cuestión de ver si el material era lo suficientemente duradero y, lo más importante de todo, si los tendrían en una talla que le quedara a la muchacha. Amy incluso estaba dispuesta a hablar con los gerentes para que le hicieran algún encargo especial si llegaba a ser necesario.

Pero ya habría tiempo para compras después. Por ahora, las chicas abandonaron la Calle Comercial y se dispusieron a dar marcha hacia su destino: la casa del Profesor Pickle. La cual, por supuesto, estaba de regreso en la Universidad, así que ambas muchachas regresaron sobre sus pasos hasta los edificios de las Residencias, pues según Amy, el profesor era tan dedicado y respetado en su trabajo que al final la Universidad le había dado vivienda permanente allí para que no tuviera que ir y venir tanto de su hogar original que, décadas atrás, se había ubicado prácticamente al otro de la ciudad.

Por lo que en vez de entrar al edificio por donde habían salido, se dirigieron a otro completamente diferente. Uno un poco más pequeño que los demás y de aspecto más elegante a comparación: la Residencia de Profesores. No tardaron demasiado en llegar y, con un timing perfecto, se toparon con los chicos a pocos metros de la entrada.

"¡¡Sooooniiiiiiiiiiiiiic!!"

Amy inmediatamente salió disparada apenas vió al dúo zorro-erizo en la lejanía y prácticamente voló hacía ellos, dejando a (T/N) completamente sola en su marcha. La eriza más grande solo suspiró, sin molestarse en hacer nada para detener a la rosa. Ya lo había intentado antes y era cómo tratar de parar a un tsunami con la manos desnudas, así que a estas alturas ya ni le importaba. Entonces, ella solo se limitó a seguir caminando a paso tranquilo mientras que, más adelante, Sonic soltó un grito de sorpresa e intentó escapar al ver a la amenaza rosa, pero ya era tarde.

Pues antes de que se diera cuenta, Amy chocó contra él en lo que desde lejos pareció un placaje de fútbol americano, atrapando al erizo azul en uno de sus famosos abrazos y apretándolo como si fuera un muñeco de goma. Incluso hasta chilló.

"¡¡Buenos días, Sonic!!"

"¡Agh! ¡¡Amy!!"

El azul se retorció en un intento de escapar, lo cual, como siempre, fue perfectamente infructuoso. Solo hizo que Amy le diera un apretón más fuerte que, seguramente, hizo que algo le crujiera a Sonic. Y por la mueca de dolor que parecía como si le hubieran roto algo que pudo distinguir de él mientras más se acercaba al grupo, (T/N) imaginó que había acertado en su suposición.

Luego, el cuerpo del erizo macho exhaló su último aliento y se relajó en los brazos de Amy, fuera de combate mientras ella continuaba dándole amor y asfixiándolo, apretándolo hasta la muerte.

Por suerte, (T/N) terminó de llegar en el momento justo.

"Amy, suéltalo. Ya fue bastante"

La rosa la miró con grandes ojos jade, aún con Sonic en su agarre mortal. "¡Pero…!"

"Fíjate que si lo rompes no podremos conseguirte otro, así que mejor deja al tipo quieto antes de que le cruja algo más"

Esto la hizo hinchar sus mejillas con un puchero, pero de igual forma le hizo caso a su amiga.

"Bien"

Así, soltó a Sonic, quien cayó al suelo de cara como un muñeco de trapo. Una vez libre, Sonic alzó la cabeza y tomó una respiración profunda que le devolvió la vida, como si hubiera surgido del agua después de casi morir ahogado. Incluso comenzó a toser.

Por su parte, Amy decidió concentrar su atención en algo más para olvidar a su amado juguete. Y ese algo fue el otro chico que estaba con ellas.

"¡Hola, Tails!"

El zorro sonrió felizmente al verlas. "¡Hola, chicas!"

"Hey, Tails" (T/N) levantó una mano en saludo.