Capítulo 2

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Evangeline.

¡If you don't want to be my boyfriend, you'll have a problem! Why do I want your body and something more! If you don't want to be my boyfriend, now you'll see that to have you baby I'm going to travel!

Doy vueltitas en la sala con una Coca-Cola en mano.

Yes Yes. If you don't want to be my boyfriend, you will have to see that with the magic of my body I will have you.—Muevo mis hombros.—You will be mine baby, yes, I will give my all, yes, I will love you even if the world comes to an end...

Dejo de cantar cuando tocan el timbre de mi puerta. Me detengo confundida y bajo el volumen de la canción para ir hacia la puerta y mirar por el agujero quien es.

La última vez aprendí que debo hacerlo.

Un escalofrio me recorre el cuerpo. Me tocó el estómago al recordar como se sintió la sangre salir de aquel lugar.

Ya pasó mucho tiempo.

Ahora estamos a salvó.

Miro a mi costado el calendario y al ver el número Tres rodeado por el circulo rojo mis ojos se abren y no tardo en abrir la puerta rápidamente.

Chillo feliz cuando veo el enorme ramo de rosas inglesas y me alejo para dejar al señor que siempre las trae pasar.

—Sus flores señorita.—Miro como la deja en la mesita centran y doy saltos feliz.

—¿Que hay?—Me entrega un pequeño sobre que sostengo rápido y le veo contesta.—Muchas gracias.

—De nada señorita, disfrutelas.—Sale de mi departamento a gran velocidad y me giro para tomar una de las rosas y olerla

Es delicioso.

Miro el sobre en mi mano y lo abro sacando un retrato de mi rostro.

Es perfecto, como si me estuviera viendo a mi misma.

Está vez mi retrato es de cuando estaba tomando café hace unos días. Paso la mano por el grafito en la hoja y al girarla noto que está lo de siempre.

H.R

Se muy bien que esto no lo envía mi jefe, pero siempre le agradezco como si fuera a él y me sigue la corriente.

¿Quien será H.R?

Desde hace dos años, luego de mi accidente he estado recibiendo cada tres de cada mes un enorme ramo de rosas y con ellas un dibujo de cualquier cosa.

A veces son flores, libros, edificios..

Y a veces soy yo.

Se que H.R es aquel hombre de cabello blanco que me salvó. Un presentimiento me lo dice.

Me llevo el retrato a los labios dándole un beso y camino hasta mi habitación.

Cuando abro la puerta camino hasta mi mesita de noche y saco la cajita de madera donde están todos los dibujos que H.R me a enviado hasta ahora.

Tomo el lapicero de tinta dorada y anoto la fecha, tal y como hago con todas y la guardo en la caja.

Me quedo viéndola como boba antes de mirar los enormes tarros de cristal que esta en la repisa del televisor.

Son cuatro tarros los cuales están llenos con todos los pétalos de las rosas que he recibido hasta ahora.

Cuando las rosas se marchitan, tomo los pétalos y los guardo.

Tengo una de las primeras rosas aplastada y muy bien guardada en un marco blanco que descansa cerca de mi cama.

Me levanto del suelo como boba y regreso a la sala para sentarme cerca del enorme florero de cristal y acariciar las rosas con una gran sonrisa en mis labios.

Peligrosa Atracción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora