Capítulo 10

638 90 15
                                    

Helios Rosh.

Me muevo por la cocina terminado la cena mientras por mis audífonos escucho Hello Daddy de Sky.

Am I not a good girl? Oh daddy you always said I had a great talent for making people laugh.—Canto mientras rompo el huevo para dejarlo junto a los otros dos.— You said I looked like you when I was a child. Aren't you proud? I followed in your footsteps. I have a long list of lovers.

Las voz en una melodía de pop latino llena mis oídos y muevo cantando aquella canción que conocí hace unos dos años por culpa de la radio encendida.

You said I looked like you, but dad there is something that sets us apart I would never hurt someone who loves mea. —Le doy la vuelta a la chuleta.— I would never cheat on someone who does anything to make me happy, oh that's what makes us different.

Doy una vueltita y saco los platos. Lo que ya no me sirve lo boto en la basura.

Tomo el único plato necesario para mi, apagó la cocina y empiezo a servirme mi cena estando a solas en mi enorme casa.

Vivir solo es extraño, estaba acostumbrado a vivir con Herodes y Heracles. Los tres teníamos una enorme casa a donde nos mudamos cuando cumplimos los dieciocho.

La última vez que estuve en esa casa tenía veinticuatro...

Mientras muevo la cabeza escuchando la nueva canción, corto los huevos, intento no verme los brazos donde están aquellas cicatrices horribles que por más cirugías que quiera hacerme jamás se irán de mi cuerpo.

¿Debería usar mi camisa manga larga? Tal vez, pero hace un calor del carajo, ni siquiera el aire acondicionado logra sacarme ese calor del cuerpo.

Es horrible.

Tarareo llevándome un poco de lo que hice a la boca pero el bocado me queda a centímetros cuando siento un escalofrío recorrerme la espalda.

El aliento me abandona y me bajo los audífonos rápidamente.

—¿Que hacen aquí?. — Giro un poco para ver a mis trillizos en la puerta.

—Vinimos a traerte algo.—Les veo con el ceño fruncido y Heracles se queda al otro lado de la mesa, veo como se saca algo del bolsillo y lo deja sobre la mesa.

Es una hoja doblada.

—¿Que es eso?. —Pregunto sosteniendola. Me mantengo de lado para que no puedan verme por completo.

Me están viendo los jodidos brazos dónde tengo esas cicatrices horribles.

—Te lo envía Evangeline.—Miro a Herodes.

¿Mi estrella me envió algo?

—Dijo que te lo entregará, no sabemos que es.—Heracles se acomoda en la mesa viéndome con sus ojos brillantes.—Adelante, ábrelo.

—¿Le dijeron que la cena se canceló por mi culpa?. — Ambos asiente y veo la hoja.

¿Y si me llama cobarde?

—Le hablamos del accidente.—Aquello me alamar y Heracles sonríe.—Calma, no a detalle, hablamos sobre tus cicatrices.

—¿Y?

—Dijo que jamás se asustaría por tus cicatrices.—Herodes de coloca a su lado y ambos se acomodan sobre la mesa.—Abre la hoja.

Tomo una respiración profunda sintiendo mi corazón muy acelerado.

Es lo primero que obtengo de mi estrella.

Aún nerviosos abro la hoja y me encuentro con una caligrafía muy hermosa.

Peligrosa Atracción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora