Evangeline.
El auto se detiene frente a la enorme casa de la familia Rosh y suspiro.
—Estas hermosa.—Jhonny me dice mientras siento que voy a vomitar.—Ademas, no es la primera vez que vienes a cenar.
—Lo se—Murmuro viendo hacia la casa.—Pero es raro... Ahora él gusta de mi.
Jhonny me sonrió por el retrovisor antes de bajar del auto. Tome mi cartera en mano preparándome para salir del auto cuando abre mi puerta.
Sostengo su mano cuando me la ofrece y salgo del auto negro. Jhonny me acomoda la parte de atrás del vestido y le sonrió.
En esta cena hay mucha gente importante.
Herodes me invitó a esta reunión hecha por sus padres, aquí hay familiares suyos y gente importante, gobernadores, abogados, militares de alto rango...
En las escaleras hay camarógrafos, trago saliva nerviosa.
No es la primera vez que acompaño a Herodes a un evento así
Pero no sé porque está vez se siente tan extraño.
— Corazón.—El apodo hace que se me acelere todo y vuelvo la vista al frente.
Herodes a bajado las escaleras que tiene una alfombra dorada, le veo atentamente hasta que llega a mi usando un maravilloso traje azul oscuro que se le pega al cuerpo.
Tiene una sonrisa brillante y el cabello perfectamente arreglado.
Esta perfecto.
Cómo siempre.
—Señor Rosh.—Saludo. Él se ríe y se detiene frente a mi recorriendome con sus ojos azules que me ponen muy nerviosa.
—El rosado te queda bien.
—Gracias.— Relamo mis labios.—Estas muy guapo está noche.
— Cumplí mi objetivo está noche.—Le miro confundida y toma mi mano dejando un beso en mis nudillos.—Parecerte atractivo.
Un cosquilleo extraño aparece en mi estómago ¿Estás son las conocidas mariposas en el estómago? ¿Por qué le llaman así? No tienen nada que ver con las mariposas.
—¿Vamos dentro?—Me pregunta y asiento cuando no encuentro mi voz.
Él sonríe encantado y me coloco a su lado viendo a Jhonny. Mi amigo me muestra los pulgares con una enorme sonrisa y vuelvo la vista al frente con una sonrisa que no puedo ocultar.
Nos acercamos a las escaleras y muevo la parte de abajo de mi vestido para poder pisar.
El vestido que llevo es estilo sirena y de color rosado un poco pálido. Se ajusta a mi cuerpo y no tiene mangas.
Subo viendo a Herodes. Los flaches de las camaras me molestan y él sonríe hacia mi pidiéndome calma.
Cuando terminamos de subir las escaleras ambos vamos hacia las enormes puertas.
La mansión es gigante. Las paredes son de un diseño verde con algunas partes doradas y el candelabro que guinda en lo alto del salón es el toque de elegancia.
Hay demasiada gente, reconozco a uno como abogados, jueces, algunos ministros.
La familia de Herodes conoce mucha gente de poder.
—¿El presidente también está por aquí?—Le pregunto divertida al hombre a mi lado y me ve con la misma diversión.
—Su mujer no lo dejo venir.—Un chico con unas copas de champagne se nos acerca y Herodes me ofrece una que sostengo.
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Peligrosa Atracción
RomansaPeligro es lo que los tres significan Muerte, venganza y guerra. lo tenía claro desde el momento en el que supe sobre ellos. Aún así no pude escaparme ¿Cómo podría hacerlo de aquellos hombres que manejaban todo Estados Unidos y tenían gente más allá...