Evangeline
La cena donde conocería a mi ángel no se cumplió.
Por lo que me dijo Herodes, los tres están muy ocupados y no podré verlos por un largo tiempo.
Suelto un suspiro bebiendo la cerveza que tengo en manos.
Han pasado unas semanas desde que no veo a Herodes.
Hoy me encuentro en un club, vine con algunos chicos de la universidad los cuales me invitaron luego de verlos hace unos días en la cafetería.
Luna, la chica que fue la que me invitó desaparecio hace un rato con un chico. Y me encuentro sentada en la mesa.
Me levanto decidiendo irme, tomo mi bolso para salir de aquel lugar donde todos bailan y gritan emocionados.
Ni siquiera se para que vine si no me siento cómoda en este tipo de lugares.
Me acomodo el cabello tras la oreja empezando a caminar hasta la salida, supongo que no debía decirle ya que desapareció sin decirme nada.
De igual forma saco mi celular y le escribo informándole que me iré a mi casa, que le agradezco la invitación y la pasé muy bien.
Aunque no es cierto.
Miro mis pies donde están unas sandalias de tacón de tiras blancas, llevo un vestido corto de color rosa y el bolsito que Herodese relgalo.
Y la cadena que me dió Heracles.
Supongo que es una pena, me vesti muy bonito para pasarla bien pero en cambio solo estoy despechada porque parece que los hombres a los que les importo ya no lo hago.
Guardo mi celular para salir de ahí pero no doy ni un paso cuando siento como unos brazos me rodean el cuerpo.
Una escalofrío me recorre el cuerpo y mi corazón da un fuerte salto, el olor a whisky y cigarrillo llega rápido a mi nariz paralizandome.
—Hola ratoncita.—El aliento me abandona cuando escucho la voz de Heracles.—¿Que haces aquí con este vestido diminuto?.
Me giro para verlo bien, lleva una camisa blanca transparente con una chaqueta de cuero con púas en los hombros. Su sonrisa es juguetona y sus ojos grises me ven brillantes.
Es la primera vez que lo veo en semanas.
—¿Que haces aquí?
—Yo pregunté primero.—Relamo mis labios con el corazón en la garganta.
—Me invitaron.
—¿Y donde están los que te invitaron?—Pregunta viendo al rededor y me aclaro la garganta.
—Ni idea, desaparecieron apenas entramos a este lugar.—Murmuro aunque la música está muy fuerte. Niego sosteniendo fuerte mi bolso. —Me voy a casa...
—Ven conmigo.—Toma mi mano para guiarme al VIP.
Lo sigo ya que no tengo escapatoria y algunos nos miran curiosos, cuando llegamos a las escaleras los gorilas quitan la cuerda roja y subo primero aún de la mano de Heracles.
Cuando estoy en el VIP todo abajo se ve diminuto, Heracles me lleva hacia un sofá de cuero rojo donde se sienta con las piernas abiertas y me tira a mi en una de ellas.
No me quejo. Me acomodo quitándome mi bolso para verlo.
Tiene los ojos muy claros, y el cabello revuelto. Parce que tiene raíz de color negro.
Siempre me lo he preguntado¿Por qué se pintan el cabello de blanco? No es que se vean mal, se ven sexys...
Pero no comprendo la razón de pintarselo.
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Peligrosa Atracción
RomancePeligro es lo que los tres significan Muerte, venganza y guerra. lo tenía claro desde el momento en el que supe sobre ellos. Aún así no pude escaparme ¿Cómo podría hacerlo de aquellos hombres que manejaban todo Estados Unidos y tenían gente más allá...