CAPÍTULO 5

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Claudia y sus amigos se prepararon cuidadosamente para su próxima misión. Pasaron varios días estudiando el grimorio, practicando los conjuros y aprendiendo los rituales de protección. Sabían que cualquier error podría ser catastrófico, y la tensión en el grupo era palpable.

Una noche, mientras estudiaban en la biblioteca del instituto, el ambiente cambió abruptamente. Las luces parpadearon y una fría brisa recorrió la sala. Claudia sintió un escalofrío recorrer su espalda y supo que era hora de actuar.

"Tenemos que hacerlo esta noche," dijo Claudia, con determinación en su voz. "No podemos esperar más."

El grupo asintió y, armados con el grimorio, linternas y su valentía, se dirigieron al tercer piso, al mismo baño donde todo había comenzado. Al llegar, sintieron la presencia oscura intensificarse. El aire era espeso y cargado de energía negativa.

Claudia abrió el grimorio y comenzó a recitar el primer conjuro, un hechizo de protección. Sus amigos formaron un círculo alrededor de ella, siguiendo las instrucciones del libro. La atmósfera se volvió aún más tensa, y sombras inquietantes comenzaron a moverse por las paredes.

Luis, con la voz temblorosa, recitó el siguiente conjuro, uno diseñado para atraer la oscuridad hacia el círculo. De repente, una figura espectral apareció en el espejo del baño, mirándolos con ojos llenos de odio y desesperación.

"¿Qué quieren aquí?" gruñó la figura, su voz resonando en las paredes.

Claudia, sin perder la compostura, respondió: "Venimos a sellar la oscuridad que se liberó hace tantos años. Debemos corregir los errores del pasado y liberar este lugar."

La figura espectral rió con desprecio. "No será tan fácil. La oscuridad no se dejará contener sin luchar."

De repente, el suelo comenzó a temblar y las sombras se intensificaron, tratando de romper el círculo de protección. Claudia y sus amigos se aferraron a sus lugares, recitando los conjuros con más fervor. La lucha entre la luz de sus conjuros y la oscuridad desatada era feroz.

Con un último esfuerzo, Claudia recitó el conjuro final, el más poderoso de todos. Una luz brillante emanó del grimorio, envolviendo la figura espectral y las sombras circundantes. La habitación se llenó de un resplandor cegador y un grito desgarrador resonó en el aire.

Cuando la luz finalmente se disipó, el baño estaba en silencio. La figura espectral había desaparecido y la atmósfera pesada se había desvanecido. Claudia y sus amigos se miraron, exhaustos pero aliviados.

"Creo que lo logramos," dijo Jorge, su voz temblando de cansancio.

Pero Claudia, observando el espejo, notó algo extraño. Aunque la oscuridad parecía haber sido contenida, el espejo mostraba una inscripción recién grabada:

"La oscuridad siempre encuentra una manera. Este no es el fin."

La historia aún no ha terminado. Aunque Claudia y sus amigos han logrado sellar la oscuridad por ahora, saben que su victoria puede ser temporal. Deben estar vigilantes y preparados para cualquier resurgimiento de la maldición. Además, la inscripción en el espejo sugiere que aún queda mucho por descubrir sobre la verdadera naturaleza de la oscuridad y el poder que la invocó. Nuevas aventuras y desafíos los esperan en su misión de proteger el instituto y a sus futuros estudiantes.


CONTINUARA...

LA PESADILLA DEL ESPEJODonde viven las historias. Descúbrelo ahora