Capitulo🌼siete

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El tiempo continuaba avanzando, y Jungkook y Jimin se habían adaptado perfectamente a su vida juntos en Nueva York. Sus carreras florecían, y su relación se fortalecía cada día más. Jimin, en particular, estaba a punto de alcanzar un nuevo hito en su carrera como bailarín.

La noche de la gran presentación de Jimin finalmente había llegado. El teatro estaba lleno de expectación y emoción. Jungkook, sentado en la primera fila, no podía contener su orgullo mientras observaba cómo su novio se preparaba para salir al escenario.

El espectáculo fue un éxito rotundo. Jimin deslumbró al público con su habilidad y gracia, dejando a todos maravillados. Cada movimiento fluía con precisión y emoción, y cuando terminó, el teatro estalló en aplausos.

Después de la función, Jimin fue rodeado por admiradores y colegas que querían felicitarlo. Entre la multitud, un hombre con aspecto distinguido y una expresión de admiración se acercó a Jimin.

-¡Increíble actuación, Jimin! -dijo el hombre, extendiendo su mano-. Soy Robert Evans, director artístico del New York City Ballet. Me gustaría hablar contigo sobre una oportunidad.

Jimin, sorprendido y emocionado, estrechó la mano de Robert.

-¡Muchas gracias, señor Evans! Estoy honrado de conocerlo. ¿De qué se trata?

-He estado observando tu carrera y estoy impresionado por tu talento y dedicación. Me encantaría que consideraras unirte a nosotros como coreógrafo residente. Creo que tienes mucho que aportar a nuestra compañía -explicó Robert con una sonrisa.

Jimin se quedó sin palabras por un momento. Ser coreógrafo en una de las compañías de ballet más prestigiosas del mundo era un sueño hecho realidad.

-¡Eso sería increíble! -exclamó Jimin, con lágrimas de felicidad en los ojos-. ¡No sé qué decir!

-Piensa en ello y hablemos más detalles pronto -dijo Robert, entregándole su tarjeta-. Estoy seguro de que podrías hacer cosas maravillosas con nosotros.

Esa noche, Jimin y Jungkook celebraron la noticia en su apartamento. La alegría y el entusiasmo llenaban el aire.

-¡No puedo creerlo, Kookie! ¡Ser coreógrafo en el New York City Ballet! -dijo Jimin, abrazando a Jungkook con fuerza.

-Sabía que lograrías grandes cosas, amor. Siempre he creído en ti -respondió Jungkook, besándolo-. Esto es solo el comienzo.

Las semanas siguientes fueron un torbellino de emociones y preparativos. Jimin aceptó la oferta de Robert y comenzó a trabajar en sus primeras coreografías para la compañía. Sus días estaban llenos de ensayos y planificación, pero cada momento valía la pena.

Jungkook también se mantuvo ocupado con su trabajo en el estudio de fotografía y explorando nuevos proyectos creativos. La vida en Nueva York les ofrecía innumerables oportunidades, y ambos estaban decididos a aprovecharlas al máximo.

Una noche, después de un día particularmente agotador, Jimin y Jungkook se encontraron en su lugar favorito en Central Park. Sentados en un banco, observaron cómo las luces de la ciudad brillaban a su alrededor.

-¿Recuerdas cuando llegaste a Nueva York? -preguntó Jimin, apoyando su cabeza en el hombro de Jungkook-. Todo parecía tan incierto, pero aquí estamos, haciendo realidad nuestros sueños.

-Lo recuerdo bien -respondió Jungkook, acariciando suavemente el cabello de Jimin-. Y no cambiaría nada de lo que hemos vivido. Cada desafío nos ha hecho más fuertes y nos ha acercado más.

-Te amo, Kookie -dijo Jimin, mirando a su novio con ternura-. Gracias por siempre creer en mí y apoyarme.

-Y yo te amo a ti, Jimin -respondió Jungkook, besándolo bajo las estrellas-. Este es solo el comienzo de nuestra historia. Juntos, podemos lograr cualquier cosa.

Con la certeza de su amor y la emoción de los nuevos comienzos, Jimin y Jungkook continuaron avanzando, sabiendo que, sin importar los desafíos que enfrentaran, siempre tendrían el uno al otro para compartir sus triunfos y sueños.

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Te Amo Tanto🌼kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora