NEMESIS | KOOKTAE

C008

Taehyung se queda sentado por un momento, dejando que el dolor y la confusión se asentaran en su corazón. Las palabras de Jungkook resonaban en su mente, cada una de ellas un latigazo contra su autoestima. "Repugnante". Era una palabra que nunca pensó escuchar de los labios de alguien que alguna vez significó tanto para él. Mientras las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas, Taehyung luchaba por recuperar el control. Con manos temblorosas, limpia las lágrimas inevitables que habían dejado un rastro brillante en su piel. Respira hondo, tratando de calmar la tormenta emocional dentro de él. A pesar del dolor, sabía que no podía dejarse vencer por las crueles palabras de Jungkook.

Se puso de pie con determinación, sus piernas temblando ligeramente al principio, pero luego firmes bajo su peso. No podía permitir que esta confrontación fuera el final. Había demasiado en juego, demasiados sentimientos y recuerdos que no podían ser simplemente descartados por un arrebato de ira y resentimiento.

Taehyung endereza sus hombros y comienza a caminar en la misma dirección en la que se había ido Jungkook. Cada paso que daba era una declaración silenciosa de su determinación. No podía dejar que esta fuera la última palabra entre ellos. Sabía que había cometido errores, pero también sabía que Jungkook estaba luchando contra sus propios demonios. La frialdad y el desprecio en sus palabras eran solo una fachada, una barrera construida para protegerse de un dolor aún más profundo.

Mientras avanzaba por el pasillo, recordó los momentos que compartieron juntos, los días felices y las noches llenas de promesas. Recordó las risas, las conversaciones interminables y los sueños compartidos. Taehyung llega a la puerta del gimnasio, la misma que Jungkook había cerrado de un portazo momentos antes. La abre con decisión, su mirada fija y su corazón resuelto. Sabía que enfrentar a Jungkook no sería fácil, pero no podía rendirse. No podía permitir que su amor se desmoronara sin luchar hasta el último aliento.

Al cruzar el umbral, ve a Jungkook de espaldas, caminando hacia el final del pasillo. Su figura era rígida, sus hombros tensos, como si estuviera intentando mantener bajo control una marea de emociones. Taehyung acelera el paso, decidido a alcanzarlo antes de que pudiera escapar de nuevo.

—¡Jungkook! —grita, su voz resonando en el pasillo vacío. Jungkook se detiene, pero no se vuelve. Taehyung aprovecha ese momento de vacilación y se acerca más.

—¿Ahora que?— preguntó Jungkook con una voz cansada. Jungkook se gira lentamente, sus ojos oscuros y llenos de una mezcla de emociones que Taehyung no podía descifrar del todo—. Ya basta, por favor, aprovecha mis ultimas gotas de simpatía que tengo hacia ti, y lárgate.

Se da la vuelta y empieza a colocar los dígitos que tenia por contraseña en su puerta. Taehyung da un paso más hacia él, estirando una mano como si pudiera tocarlo y disipar la distancia entre ellos pero Jungkook se zafa rápidamente.

— No-me-toques— le pide entre dientes

Taehyung siente el rechazo como un golpe físico, pero no se deja amedrentar. Sabe que detrás de esa fachada de frialdad y desprecio, Jungkook está luchando. No puede rendirse ahora.

—Jungkook, por favor, escúchame —implora Taehyung, su voz temblando ligeramente.

— ¡YA BASTA!— Tae se sobresalta por la fuerza de su voz.

Jungkook respira hondo, sus dedos aún en la cerradura. Cierra los ojos un momento, como si buscara fuerzas para lidiar con la situación. Finalmente, se vuelve hacia Taehyung, su expresión una mezcla de agotamiento y dolor.

—Vete. Sal de mi vida, desaparece de mi vista.

Las palabras de Jungkook resonaron en el pasillo vacío, cargadas de una furia contenida y un dolor profundo. Sus ojos, antes llenos de amor y ternura, ahora eran pozos oscuros de resentimiento y desilusión. Taehyung siente un nudo en la garganta, pero se mantuvo firme, sabiendo que no podía retroceder ahora. Da un paso hacia adelante, intentando cerrar la brecha que se había formado entre ellos.