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Después de un rato, Jungkook y Seoyul estaban sentados alrededor de la mesa, disfrutando de la cena que, tras varios minutos de debate, finalmente habían decidido pedir. Taehyung, por razones obvias, tardó un poco más en unirse a ellos. Tuvo que volver a ducharse. Después de terminar su ducha y cepillarse, se acercó a la mesa donde Jungkook y Seoyul ya estaban comiendo. Jungkook, en un gesto amable, había dejado que Seoyul escogiera la cena, dándole así una pequeña victoria después de la frustrante tarde.

Seoyul, había elegido kimbap, un clásico que además era una de sus comidas favoritas. Los rollos de alga rellenos de arroz, verduras y trozos de carne de res eran coloridos y fáciles de comer, y además no demasiado picantes, lo que hacía que Seoyul lo disfrutara sin problemas. También, había pedido mandu, las pequeñas empanadillas rellenas de carne y verduras.

Cuando Taehyung finalmente se sienta, observa cómo Seoyul está concentrada en su plato, usando sus palillos con habilidad y una sonrisa de satisfacción en su rostro.

— Papi, ¡mira! Pedimos kimbap y mandu! —dice Seoyul, mostrando su orgullo por haber elegido la comida, mientras toma un pedazo de kimbap y lo lleva a su boca—. Es mi favorito.

— Qué bueno que estés disfrutando de la cena, cariño —dice Taehyung con una sonrisa mientras observa cómo Seoyul devora su kimbap con entusiasmo—. Lástima que no me guste tanto el picante como a ti —agrega con un leve suspiro.

Seoyul lo mira con sus grandes ojos, tomándose un segundo entre bocados.

— No te preocupes, Conejo y yo elegimos algo menos picante para ti —dice con voz orgullosa—. Te pedimos... —se detiene un momento, buscando las palabras adecuadas mientras echa una rápida mirada a Jungkook—. Ah, ¡bulgogi! —termina finalmente con una sonrisa.

Jungkook asiente, como confirmando la elección.

— Sí, te pedimos bulgogi, ya que sabemos que no soportas tanto el picante —agrega, mirándolo de manera cómplice—. Espero que también lo disfrutes.

Taehyung observa la porción de bulgogi frente a él: finas lonjas de carne marinada, perfectamente asadas y con un ligero toque dulce. Sus labios se curvan en una sonrisa mientras levanta sus palillos.

— Lo disfrutaré, estoy seguro —responde, su mirada entrelazándose con la de Jungkook.

Es entonces cuando Seoyul, con su percepción infantil aguda, interrumpe el momento.

— ¿Por qué se miran así? —pregunta, frunciendo el ceño y ladeando la cabeza con curiosidad.

Taehyung parpadea, ligeramente desconcertado, mientras Jungkook se aclara la garganta, intentando mantener la compostura.

— ¿Así cómo? —pregunta Taehyung, buscando sonar inocente.

— Así como dos bobos —responde Seoyul con naturalidad, llevándose otro bocado de comida a la boca.

Jungkook se ríe por lo bajo, mirando a Taehyung.

— ¿De qué hablas? Nos miramos normal —intenta defenderse, aunque su tono revela lo contrario.

Seoyul sacude la cabeza, segura de su observación.

— No es cierto —insiste, antes de enfocarse nuevamente en su plato.

Taehyung y Jungkook se miran una vez más, esta vez compartiendo una sonrisa secreta que ninguno de los dos puede evitar. Sus ojos se suavizan, pero ambos saben que no pueden prolongar el momento demasiado.

— Termina tu cena, Seoyul —dice Taehyung —. Ya casi es hora de dormir.

Seoyul asiente, aunque sin quitar su mirada de ellos, mientras sigue comiendo.

NEMESIS | KOOKTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora