Cinco años después de que todos lo creyeran muerto, y de dejar a su prometido Jeon Jungkook con el alma destrozada, Kim Taehyung reaparece ante todos, pero ahora, está casado y tiene un hijo. ¿Que habrá pasado? Los secretos son como un tsunami, por...
Desde el momento en que había escuchado las palabras "no toques a mi esposo" su mundo se derrumbó. Había volteado hacia el dueño de aquella voz, que tanto se le hacía conocida, y efectivamente era la voz de un viejo amigo, Bogum. Le arrebató la mano para que le soltase, y sin decir una palabra dirige la mirada hacia Taehyung, quien se encontraba inmóvil frente a él. Con la mirada le pregunto, buscando una negación, pero que más confirmación que aquellas lágrimas que acariciaban sus mejillas, decían perfectamente "perdóname, pero es cierto, este hombre es mi esposo".
Sin decir nada, se dijo todo, entre miradas hablaron, con tan solo las miradas cada uno obtuvo las respuestas que buscaban. Jungkook evadió a Bogum, rosándole con el hombro y casi haciéndolo caer. Taehyung lo miro con la intención de llamarle, pero pareciera haberle vendido su voz a Ursula a cambio de ir al mundo real a buscar a Erick, su voz no salía aunque lo intentase. Como un arrebato de no saber que hacer, salio detrás de él. Bogum detuvo su andar tomándole por el brazo, pero de manera brusca y casi furiosa, Taehyung se zafó de su agarre, y se fue. Para cuando había llegado a la entrada/salida, no había rastros de él.
Jungkook condujo como un demente, sin medir en velocidades ni contratiempos, como si estuviese llegando tarde a algún lado, o hacia alguien. Había regresado al mar celeste. Se baja del auto y camina lentamente hacia las rosas que allí se encontraban. Las toma y las mira fijamente, no de la misma forma en la que lo había hecho horas antes, esta vez la sensación al tenerlas en las manos era diferente. Las espinas le pinchaban la piel y hacían más profundas sus heridas.
Con la misma intensidad con la que había llegado allí, lanza dicho ramo al suelo, con tanta fuerza que los pétalos se desploman en la arena, incluso haciendo un hueco en la misma. Mira al mar, y sin intentar evitarlo, las lagrimas brotan. Camina hacia el mar lentamente, su mente inundándose de recuerdos de aquel día en el que creyó haberlo perdido todo, incluso a sí mismo. Desde ese día, nunca había entrado al mar, lo odiaba y lo culpaba por haberle quitado a Taehyung, pero tal vez, la dirección de su odio, estaba errónea.
"Suéltame, debe de tener frío, el agua está fría, suéltame" recuerda el día en el que su amigo evitó que se sumergiese en el agua en busca de su amado. Cae de rodillas en el agua, está helada. Sus manos evitan que caiga a cuerpo completo.
— Sostenme, tengo frío... el agua está fría, sostenme— llora.
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Llega a la puerta de su apartamento y la abre. Cierra la puerta tras él y deja las llaves en la encimera. Empieza a desvestirse en el camino a su habitación, la ropa estaba empapada y llena de arena. No sabia cuento tiempo había estado allí, tampoco lo estaba analizando, su mente está disociega.
— Jungkook, ¿donde estabas?— una pequeña figura preocupada por esencia natural detiene su paso.
— ¿Que haces aquí?— pregunta vagamente, no queriendo platicar mucho.
