Capitulo 11

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Sus brazos eran cálidos, calmaban mi ansiedad, en ellos encontré paz, así que  me aferre a ellos , yo me uní a ellos en alma y cuerpo, sin importar que en el fondo sabia que me dañaba porque algún día me iban a soltar, pero sus suspiros me decían que se quedaría.

-Perdón si te hice sentir así- Hablo la morena después de un largo tiempo abrazadas.

-Si te quedas así conmigo toda la vida es probable que te perdone- Soltó una risita.

-Me quedare el tiempo que me están prestando- Acaricio suavemente mi espalda, generando un sutil escalofrió.

-Te presto mas entonces- 

Alondra solo sonrió ante aquel gesto de la colocha. Aquellas dos chicas estaban abrazadas cada una en un mismo sentir, la noche fue larga, llena de caricias, miradas que decían mas que las palabras, e incluso halagos que estremecían la piel de ambas, terminando en un cálido sueño, con ganas de no soltarse nunca.


Rai

La luz entraba por la ventana pegando con mi espalda, sentí el peso ajeno y sonreí al recordar el maravilloso momento, sus manos aun seguían en mi espalda, y mi cabeza reposaba en su pecho, hasta que se dio cuenta que la estaba mirando muy detalladamente.

-Buenos días Rai- Dijo sonriendo, esta mujer es hermosa.

-Buenos días- Le respondí mientras me levantaba de su pecho- Levántate debes desayunar para tu medicamento.

-Amanecimos mandonas?- Levanto una ceja.

-Levántate Alondra Michelle.- 

Ella se levanto del mueble y se acerco a mi lentamente y sin yo esperarlo dejo un pico en mis labios para después marcharse al baño como si nada, yo me quede paralizada en medio de la habitación  hasta que alguien abrió la puerta sacándome de mi trance.

-Rai...Hola- Hablo Melani quien se miraba.... sorprendida?

-Hola Melani, Alo esta en el baño- Dije sin dirigir mi mirada hacia ella.

Asintió y termino de ingresar a la habitación dejando sus cosas en el mueble, el silencio incomodo fue interrumpido por Alo, después de que ambas hicieran su largo saludo desayunamos para seguir con el tratamiento como normalmente lo recibía.

Llego el momento en que Alondra debía tomar su quimio la cual la tomaba fuera de la habitación, después de unos minutos los enfermeros la vinieron a traer, quedando solas Melani y yo.

Nos miramos incómodamente y yo sin saber que hacer le ofrecí una taza de café y ambas nos sentamos en el balcón que dejaba ver un maravilloso atardecer.

-Como se conocieron?- Pregunto tomando su café.

-Mi libro- Señale a las paginas que estaban en la mesa.

-Así que ese libro es el causante de todo?- Yo la mire frunciendo el seño.

-De todo? Que es todo?-

 Ella se echo a reír.

-Tu y Alo, no me digas que no, se gustan- Tomo un sorbo y mi cara parecía un tomate- Deja la pena, se les nota mucho-

-Eso es bueno?-

-Lo de tu y Alondra?- Asentí- Sus ojos brillan después de años sin hacerlo- Ambas sonreímos.

-Fue tan inesperado, solo venia a buscar un testimonio para ese libro y en unas semanas ya estaba amando su sonrisa, y tengo tanto miedo de perderla-

-Ella se va a recuperar , le estas dando fuerzas que eran necesarias para ella, solo dale tu presencia, ya me encargue de darle las fuerzas todos estos años, ahora estas tu Rai, eres su esperanza, y yo confío en ti, para devolverle la razón de vivir-

Indudablemente.-RailoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora