Capítulo-2

519 52 1
                                    

Analicemos, una mujer colocha, blanquita, alta y con unos ojos color miel hermosos, muy hermosa e irreal para ser escritora, debería ser modelo en su lugar, pensamientos  como esos pasaron por mi cabeza al ver a la chica que tenia enfrente mío.

-Bueno, esta es su habitación, las dejo para que puedan charlar, pórtate bien Alondra- Amenazó Mary saliendo de la habitación dejándome con la desconocida quien me miraba un tanto feliz?

-Am....puedes sentarte si quieres- Le dije para intentar romper el silencio incómodo.

-Gracias por darme la oportunidad Alondra, me contaron que eres algo difícil de tratar- Ella se sentó cruzado sus largas piernas, se quito su abrigo dejando ver una camisa formal, yo solo la observaba de pies a cabeza, disimuladamente obvio.

-No soy difícil de tratar, solo veo la realidad que los otros no ven- La mire fijamente, buscando algún contacto visual.

-Y cual es esa realidad que no vemos?- Pregunto mirando directamente a mis ojos, creando un contacto visual desafiante.

-Que la vida acaba y si es así, nadie puede evitarlo, ni siquiera un medicamento- Dije dejando de verla para después seguir con mi dibujo.

-Al parecer tu y yo tenemos un concepto diferente de lo que es la vida- Yo volví a verla y solo asentí lentamente.- Pero no estoy aquí para juzgar tus conceptos Alondra, estoy aquí para tomarlos y pasarlos a mi libro, y si es posible ayudarte con ellos-

Yo sonreí levemente.

-En pocas palabras solo quieres fama- Respondí secamente.

-No, te quiero a ti-

Pare en seco mi mano quebrando la punta del lápiz que tenía.

-¿Perdón?- Le dije frunciendo el seño.

-Quiero que seas la protagonista de este libro, se toda tu historia y lo que has pasado, y eres ideal para esto-

-La misma mierda, fama- Comencé a sentirme alterada, era obvio que esta tipa sería igual que los demás, quieren fama.

-Como digas....Empezamos ya?-

-Si, quiero terminar rápido esto-

-Bien Alondra, mi libro busca historias que hablen sobre la verdad de esta dura enfermedad, si no me presente antes mi nombre es Rainelis y me gusta lograr lo que quiero y no me gusta la gente terca, puedes tu presentarte mejor?- Sonrió leve, yo solo suspire queriendo acabar esto ya.

-Alondra michelle, hago stream en Twitch para distraerme y me gusta estar sola, no me gusta la gente insistente- Respondí.

-Interesante, ya entiendo entonces porque varias personas me dijeron que los corriste a patadas- Yo reí.

-Ellos lo buscaron, hacían preguntas incómodas-

-Harás lo mismo conmigo?-  Volvió a mirarme a los ojos dándome una sonrisa, no podía apartar mis ojos de su sonrisa que en segundos me atrapo, me di cuenta que pase bastante tiempo mirándola.

-Podemos seguir? Quiero terminar ya- Le dije nerviosa y no sabía porque, eso me molestaba.

Entre preguntas pasamos casi 3 horas hablando con la colocha, sin saber porqué me había quedado tanto tiempo hablando con ella, tenía algo diferente a los demás, su manera de decir las cosas era tan desafiante que algunas veces sentía competir con ella, estaba segura que lo que quería era fama así que simplemente respondí a todas sus preguntas, una que otra la evitaba si no era de mi gusto.

-Bien....eso es todo por hoy entonces, mañana nos miramos a la misma hora- Dijo levantándose para colocarse su abrigo.

-Mañana? Mary me comentó que solo sería hoy, además tengo stream mañana a esa hora- Le dije tratando de no volver a pasar por eso.

-Así es, pero como no me sacaste a patadas, mañana tampoco lo harás, oh si?- Y allí estaba, esa manera tan desafiante de hablar que solo me traía ganas de tener el control sobre ella y la situación también.

-Creo que se equivoco, mañana no puedo-

-Hasta mañana Alondra- Dijo aun más firme, tomo sus cosas y me dejo un papel en mi mesa, así saliendo de la habitación dejando un tenso ambiente.

-Que mujer tan.....tan....estresante!- Dije a mi misma.

La tipa esa ya hasta parecía que queria venirse a vivir aquí, era tan insistente y estresante, totalmente lo opuesto a mi y eso no me gustaba en lo absoluto, no iba a negar que era hermosa, porque lo era realmente y muy, pero muy en el fondo, podía ser capaz de volver a verla.

Después de terminar con ese estresante momento, me duche y prepare mis cosas para ir hacer ejercicio, se había vuelto parte de mi rutina ejercitarme dos veces a la semana, lo hacía para distraerme pero sin querer daba algunos buenos resultados en mi cuerpo, así que lo tomé de la buena manera. La noche había llegado y la hora de la cena le seguía.

Me acosté mirando al techo de aquella habitación, mis pensamientos viajaron hasta aquella chica que sin saber porqué no salía de mi cabeza, tal vez porque es estresante, suspire cuando derrepente sentí un fuerte dolor en mi pecho, me levante con una mano tocándome fuerte el hombro, la respiración me comenzó a faltar, con la poca fuerza que tenía oprimi el botón de ayuda que estaba al par de la cama.

Caí al suelo mirando ya borroso, sentí un fuerte dolor por todo mi cuerpo y con la poca conciencia que tenía me di cuenta que estaba convulsionado.

-Habitación 10, paciente en emergencia!- Escuche a lo lejos mientras sentía como me agarraba las manos, mientras lágrimas de dolor caían por mis mejillas, los tics se hacían cada vez más fuertes.

-Cielo, no te vayas ahora....resiste un poco más- Dijo la voz que escuchaba a lejos, aun con mi cuerpo lleno de dolor, me rendí y no pude más.

Termine cerrando los ojos, escuchando los murmullos a lo lejos, senti frio mi cuerpo, desmayandome instantáneamente.

Otra vez se repite el cuento.


-Rick 👊












(Espero les guste amiguibis, besos 💋)

Indudablemente.-RailoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora