ー☆ Final

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Por fin, el sábado llegó. Y con este, la emoción y ansiedad de dos adolescentes se encontraba por las nubes. ¿la razón?

Hoy era el día. Hoy era su cita.

El pelirrojo se levantó casi que de un salto, lo que provocó un leve mareo debido a la rapidez del movimiento. Siempre se le olvidaba la bendita anemia.

Esperando a que pasara la sensación, se encaminó con rapidez a la planta baja de su hogar, donde sus madres se encontraban ya desayunando. Una de sus madres comía huevos revueltos con tostadas, mientras la otra devoraba unos waffles recién hechos bajo la mirada de desaprobación de su esposa.

— Hiroko, cariño, te vas a atragantar... Además Eiji agarra esas horribles costumbres de tí—. dijo la mujer mientras señalaba al adolescente, quien solo soltó una pequeña risa.

—Buenos días ma, no te acabes todos los waffles— dice Eijiro divertido mientras abraza a ambas mujeres en forma de saludo y toma asiento junto a Mei.

—MeiMei— dijo la mujer pelirroja luego de tragar, —Creo que Eiji ya está lo suficientemente grande para saber qué ejemplo no seguir de sus madres, ¿Cierto bebé?

El pelirrojo solo asintió sonriente mientras devoraba de igual manera uno de los waffles, recibiendo de igual manera una mirada de desaprobación de Mei, mientras Hiroko solo reía suavemente.

—Hoy tienes esa cita...¿No? con... agh, ¿Cual era su nombre de nuevo? —preguntó Mei, un poco irritada de haber olvidado el nombre del chico a pesar de que su esposa se lo había recordado constantemente.

—Bakugo Katsuki

—Bakugo Katsuki

Contestaron al unísono ambos pelirrojos.

—¡Ese mismo! Tu madre dice que tiene cara de...

—De perro rabioso, amor—, dice Hiroko mientras se lleva otro waffle a la boca. Le habían quedado exquisitos.

—¡M-mamá! ¡No digas esas cosas de Blasty, Dios! — reprochó con un pequeño sonrojo el pelirrojo. Es decir, era verdad, ¿Pero en serio había necesidad de decirlo en voz alta?

—¿Qué? es la verdad, aún así, me pareció un muy buen chico. Además te trata muy bien... o eso escuché ese día en el auto—. dijo la adulta con un deje de diversión en su voz, lo que hizo a Kirishima avergonzarse aún más. Si ese día no hubiera estado con algo de alcohol en la sangre, ni loco hubiera coqueteado con Katsuki frente a su madre, pues ella disfrutaba de burlarse de él en cada ocasión.

—Ah, ¿si?, ¿Qué le dijo?— se unió a la burla su madre Mei.

— Uuuy, le dijo algo como: "Mira papasito hermo-"

—¡YO NO DIJE ESO!

El pelirrojo se levantó alarmado mientras ambas adultas estallaban en carcajadas. Siempre encontraban la forma de avergonzar a su hijo cuando se trataba de alguno de sus ligues. Culpa de él por contarles todo.

—Ya, ya, a comer— pidió Mei mientras recuperaba el aire.

Los tres continuaron con su desayuno acompañados de la amena charla de ambas mujeres y el silencio por parte del adolescente, bastante sumido en sus pensamientos cómo para poner un poco de su atención a la conversación que de por si, no le incluía.

Kirishima seguía bastante sorprendido, es decir, el chico que le gustaba le había invitado a una cita. Eso es suficiente para asustar a cualquiera. Sin embargo, más que terror, Kirishima estaba emocionado. Por alguna razón el rubio le gustaba en demasía, y quizá era muy pronto para llamarlo amor, pero el hecho de que ese sentimiento comenzara a surgir entre ambos no le aterraba en lo absoluto.

˖ ࣪ ‹ 𖥔 ࣪ ˖ EL, TU Y YO⊹ [Kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora