Un aviso inesperado

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Me despierto por lo cómodo del lugar en el que estoy. Soy capaz de decir que es la primera vez que siento algo de calor corporal en Aglasiag. Abro mis ojos por el agrado de mi cuerpo al tener algo cómodo donde acostarse, y al abrirlos me encuentro con Akira y sus brazos estirado hacia mí
-No te puedes mantener quieta- Me dice. Resulta que estoy durmiendo en un colchón de agua moldeada que ella hizo con su magia. Cato está al lado, acostado pero con los ojos abiertos
"Buen día" Dice indiferente. Mi brazo, anteriormente  fracturado, ya se encuentra sano por la ayuda de Akira.
-¿Qué pasó?- Sé que hice cenizas al tipo (o eso me parece), pero luego de eso no recuerdo nada.
-Hiciste cenizas al que te intentó matar. Resulta que era un cadete que repitió su primer año, y buscaba algo "mejor" que la magia del agua.- Responde Akira como si me hubiese leído la mente con lo de las cenizas. Asiento en respuesta y me paro de un salto.
-Me muero de hambre. Voy a comer algo-
-Yo te lo puedo traer- Me dice con una pequeña sonrisa
-No te preocupes, voy yo- Camino lentamente hasta la cafetería, ese lugar de madera vieja que tanto conozco. Está lleno de personas y de ruido. Como siempre. Voy a tomar una bebida del refrigerador cuando una voz conocida me hace darme la vuelta
-Que bueno que estás mejor- Pues así no parece por como lo dice. Habla como siempre, como si no le importara nada a su alrededor. Dice Zack al compás que destapa su bebida con una mano y toma un sorbo.
-¿Qué tomas?- Dios sepa porqué hice la pregunta más estúpida del mundo, cuando literalmente tiene el nombre del refresco en la lata.
Pestañea y procesa la pregunta, como nivelando que tan tarada fue.
-Jugo de...- Le da un vistazo a la lata en su mano
-Piña con gas- Dice. Ahora pestañeo yo, y por primera vez me doy cuenta que seguro no ha de dormir. Tiene pequeñas (pero notables si ves atentamente) ojeras bajo sus ojos verde oscuro, que por una rara razón brillan debajo de la luna como si de esmeralda se tratara. Es muy fácil darte cuenta siendo que son una luz en la oscuridad. Me da un poco, pero muy poquito, solo un poquitín de preocupación.
-¿Duermes bien?- Le pregunto, sonando más preocupada de lo que quería. Despega la lata de su boca para poder responderme. Mueve su vista hacia mis ojos y habla
-No creo que nadie de aquí lo haga- Dice, antes de que yo asintiera en respuesta. Siento que se me pasa algo... Ay no... La prueba de Historia...
-Zuki.- Su voz me saca de mi arrepentimiento de no haber estudiado. Bueno, tendré que copiarle a Henry.
Dice "Zuki" como lo diría una persona mencionando algo, o aprendiéndose mi nombre.
-¿Mmh?- Le digo, pues no logro formular nada más con la bombilla del jugo en mi boca.
-Lograste dominar el Espacio Reducido-
-Sí. ¿Cómo lo supiste?-
-Lo avisó el profesor para tenerte como un "ejemplo a seguir"- Dice él. Espero a que siga hablando, pues se ve con las ganas
-¿Fue por entrenamiento o por algo más?-
🌃🌃🌃🐺🪨🌙
Y LA AGARRASTE ZACK LA AGARRA
🌅🌅🌅🦁🔥☀️
Pienso un poco la pregunta antes de responder. Digamos que si fue por entrenamiento, pero en el momento no fue por eso. Dejo mi cajita de jugo de mandarina a un lado y niego
-No fue por entrenamiento. Estaba peleando con alguien mucho más fuerte que yo.-
-Y te desesperaste.- Añade por mí. Asiento y vuelvo a tomar mi cajita de jugo.
-Te recomiendo ir a ver a Ikari. Quería saber cómo estabas- Dijo. Asiento y le sonrío. Por primera vez, creo haber visto una pequeña y casi inexistente sonrisa en Zack. Me doy la vuelta y le pestañeo, para luego volver a sonreírle e ir a buscar a Ikari.
Camino a buscarla me compro una brocheta de carne, la cual por cierto, estaba bastante barata.
Voy feliz por la vida hasta que salto por el sonido de una campana, la que indica la vuelta a la sala.
Ahora es la prueba...
Al llegar a la sala todo está en bullicio como siempre. Me siento en mi silla al lado de Ikari, esperando a que llegue. Al llegar abre un poco los ojos, me sonríe y camina más rápido hacia su puesto para colocar sus manos en los hombros y verme de arriba abajo
-¿Akira te sanó por completo cierto?- Me pregunta.
Le asiento y sonrío en respuesta. Suelta un suspiro y sonríe una vez más, para luego sentarse a mi lado y sacar sus cosas de su mochila celeste.
Llega alguien a la sala, pero me sorprende un poco que en vez de ser el profesor de Historia, es la misma directora de la Academia. La misma que vi el primer día.
Su aura siempre a sido intimidante. Se nota que entrenó mucho su cuerpo y que hizo buen uso de su vínculo de fuego. Una leopardo igual de intimidante (o más) que ella.
La directora suspira y comienza
-Tengo noticias, y no son buenas- Todos mueven la vista hacia ella, y mantienen el silencio que hubo desde que llegó.
-Las tropas están falleciendo y cayendo más rápido de lo esperado. Los vínculos de agua se adormecen y como consecuencia, bajan nuestras defensas. Iré al grano.- La directora pestañea y separa sus manos. Todo sigue igual de silencioso como  antes. Tanto que puedo escuchar mi propia respiración
-La guerra ha comenzado para ustedes-
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Este capítulo estuvo bien cortito, no llegamos ni a las 1000 palabras 🙂‍↕️

Garra de FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora