Garra de Fuego

Adios, Academia de Aglasiag. Tal vez vuelva

La oscuridad reina en mi habitación. Mañana por la mañana emprendemos camino a la capital, yendo directo a la guerra.

No dormiré hoy, incluso aunque quisiera.
Por lo que, aprovecho el tiempo para leer y estudiar sobre la familia Yuzaki.

Desde que llegué a la Academia me tomo muchas noches estudiando y leyendo sobre ella. Todos los cadetes conocen su historia.

Esta familia se esconde en las sombras, y nadie sabe qué es de ella actualmente. Pero lo que si se sabe, es que en esta familia, cada 100 años nacía un hombre o mujer, destinado a manejar el elemento del agua.

Y quien manejaba el elemento, conseguía un poder extra dentro de ello.

La magia de los siete mares.

Tal como dice, la persona que lo heredaba conseguía la fuerza y poder de los mismísimos siete mares. Magia capaz de derrotar a cualquier elemento.
Claro, tanto poder tiene una desventaja.
Desafortunadamente, solo puede ser utilizada una vez en la vida de esta persona.

Ya que, al momento de utilizarla, la persona pierde la vida.

Nadie sabe cómo es que la familia consiguió esto. Muchos dicen que es obra de algún ritual que hicieron, otros dicen que es del mismísimo diablo.

Al final, ¿de qué sirve? Nadie tiene la respuesta.

Es un tema muy interesante de estudiar. No le prestan tanta atención, y no le dan importancia. Lo mencionan en el colegio en algún momento, pero nunca tocan el tema tan a fondo.

Me despego del tema finalmente. No puedo concentrarme en eso cuando mañana estaré luchando contra quién sabe qué.

Busco estrategias de guerra y peleas dentro de los libros. También, cómo mejorar mi magia de fuego.

"¿Ya te dormiste?" Le pregunto.
"Preguntona" Rodé los ojos. Seguiré estudiando.

☀️🦁☀️

"Si estudiando significa pensar en el vinculado con la loba Neferet, sí" A veces odio que pueda escuchar lo que pienso.

"Si no me darás consejos de amor, mejor vete a dormir, mañana tienes que estar listo para estar todo el día caminando."

"Diría lo mismo pero tú vas en mi lomo. Suertuda" Bufa. Le cierro el paso a mi mente con una pared de fuego, dejando por fin a ese león lejos de mis pensamientos de las tres de la mañana. Zack. Sí, razón no le faltaba, solo pienso en él. Lo menos importante ahora. Qué idiota

||| Nota extra
YO SÉ QUE TÚ LO AMAS ZUKO
~🐺|🦁~

Pero es que de mi cabeza no parece querer salir. Que difícil el amor. Me comporto como si fuera una niña adolescente, aún en su primer amor.
Cabe aclarar que ya me he enamorado antes.
Espera, ¿estoy aceptando que estoy enamorada de Zack?

Que miedo

Cierro mi libreta de cuero y suspiro. Realmente este es un tema muy contradictorio.
Guardo la libreta y la pluma en mi mochila, esa misma que llevaré a la guerra conmigo. Me obligo a mí misma a dormir, sacando de mi bolsillo tomándome una pastilla naranja de melatonina. Si me duermo tarde hoy, no sé qué será de mí mañana. Desde mañana, todos estaremos cara a cara con la muerte.

Cada minuto, cada segundo.

Quiero poder proteger a todos. Tengo que lograrlo. Si no lo logro...

No hay que pensar en eso. Solo tengo pensar en dormir. Es obvio que no podré salvar a todos.

Qué impotencia me da.

Mi cuerpo se entrega a los brazos de Morfeo luego de aquel pensamiento.

Ah, dios, pensar. Un arma de doble filo.
—💭—

No hay sol asomándose en mi ventana hoy. Es tan temprano que lo único existente allí afuera es oscuridad y estrellas comenzando a esconderse detrás de las nubes, actualmente, oscuras.

La oscuridad en la mañana me frustra. Me hace pensar en cosas que no quiero, y en los peores momentos que he pasado. Siempre me hace sentir mal, me hace ver todo negativo.

Tan distinto a la oscuridad de noche.
Oh, la oscuridad de noche. Brillante y llamativa, hermosa, en su completo esplendor, salpicado en estrellas y con la tímida luz de la luna. La belleza que se lleva consigo aquella tenue luz blanca.

La oscuridad, la luna y la noche, siempre me hacen recordar a cierta persona que maneja el elemento de la tierra.

¿Qué mier-...

-¡Zuki, ya nos estamos preparando para irnos!- Escucho a Ikari gritar desde la entrada de la cafetería. Me doy la vuelta y respondo

-¡Ya voy!- Guardo rápido lo último que me falta y corro al campus. El campus es un mar de animales, algunos con sus respectivos vinculados en sus lomos, y otros esperándolos. Visualizo a Cato entre los tantos animales, limpiando su oreja con su pata delantera. Sonrío ante la tierna escena poco frecuente de ver en Cato.

Pero se borra rápidamente al recordar qué pasará al subirme a su lomo peludo. Troto hacia él
-Cato- Digo en voz alta, con una sonrisa genuina en mis labios.
"Enamorada" Me responde. Pongo los ojos en blanco y trepo en su pata hasta llegar a su lomo, en donde me acomodo y suspiro. Veo los grandes edificios de habitaciones, el campus, la cafetería.

Lugares que, si no soy lo suficientemente fuerte, no volveré a ver.

Veo a la directora hablar encima del lomo de su leopardo. Articula rápidamente y mueve sus manos al hablar. En resumen, dice que ya es tiempo de irnos todos.

No estamos ordenados por año. En primera fila están los vinculados con fuego, en segunda con tierra, en tercera con aire y la fila de más atrás es de agua. Están atrás para poder defendernos de cualquiera que nos ataque por la espalda. Hay dos o tres vinculados con agua que están al frente. Cabe aclarar que, cualquiera que está vinculado con agua ve encima de su animal, y su animal se cubre a sí mismo con agua. Por lo que todos can cubiertos en agua que sus propios animales crean.

Los vinculados no tienen problema si ellos también se cubren con agua, pues pueden respirar bajo ella. Solo si tienen su forma animal, claro. Así que, todos los vinculados con agua tienen su forma animal físicamente.

Finalmente, ya es la hora.

Adiós, ajena y extraña Academia de Aglasiag

||| Notas del autor✍️ |||

UFFFF ME COSTÓ LLEGAR ACÁ.
No sé que haré que haré en el futuro, dios, responde a mis plegarias.