7 words for a feeling

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Melifluo

No es dulce como la miel, ni delicado y suave como el algodón; ciertamente nada en su persona podría considerarse como algo melifluo en un primer pensamiento, especialmente si se considera lo estridente que puede ser su voz en ciertas situaciones, como lo son reclamos o los momentos de alegría casi eufórica; o su personalidad torpe como caótica, que hace cada destrozo a su paso. Sin embargo, Heinz Doofenshmirtz tampoco podría considerarse dentro de las cuestiones globales de un significado; no es un hombre cualquiera, ni siquiera promedio. Es único en su clase, e incluso si existieran variaciones, ciertamente nunca se compararían al valor que posee por sí mismo.

Así que sí, podía ser una variante del concepto: porque es quizás más dulce que la miel, una delicadeza endurecida, o alguien sumamente tierno en el aspecto menos convencional.Heinz simplemente podría ser un representante ideal de tal palabra. Y si alguien pensara lo contrario, está simplemente equivocado, considerando que posee una infinidad de pruebas que destacan ese lado más encantador del que pocos se han tomado la molestia de conocer.Por supuesto, no está admitiendo nada íntimo [incluso si los latidos de su corazón duelen de forma agradable mientras se pone a reflexionar sobre el asunto], sino que expresa hechos a discusiones reales que ahora habitan en el apartado imaginario de su mente, usando palabras que no diría en alto inclusive si tuviera la capacidad de hacerlo. Porque es demasiado vergonzoso para sí tener que utilizar descripciones que se sienten vagas [o mejor dicho, una fuga de sus propios sentimientos de los cuales, jura, no existen].

Es de esa forma que cuando duda de su persona, a Perry no se le ocurre mejor palabra para describirlo; porque es la verdad...su verdad.

Nadie es más merecedor que él de ser melifluo.

Inefable

Habían pasado por muchas descripciones, siendo pocas las palabras que pudieron sentirse como correctas para poder dar una idea acertada a lo que era su "relación". Por lo mismo es que la palabra "inefable" es, junto con la descripción de "némesis", la única forma de darle sentido a las cosas. Al no existir una obligación de expresar un sentimiento o una idea de forma concreta, podrían cubrirse de todos los matices grises que quisieran; no habría presión alguna de darles una forma; ya que definitivamente, no se encontraba en la capacidad de poder moldear en algo concreto todo lo que sucede.

Sí, tienen un listado abismal de circunstancias en las que el vínculo se fortaleció, transmutó, evolucionó y se enredó hasta nunca encontrar una solución para el nudo que los ata. Exteriormente pueden ser categorizados, porque es sencillo estar desde una tercera persona, ¿pero de forma personal? No existe posibilidad alguna de realmente tener todas las palabras en el mundo para sentirse satisfecho alguna vez.

Irónicamente, esa incertidumbre es lo que le causa seguridad; porque entonces cuando sus manos se rozan, cuando sus hombros chocan con el otro, cuando se pierden entre la noche...no deben dar explicaciones. Puede suceder, porque debe suceder.

Sin duda, inefable era lo único que podría seguir siendo la única palabra que puede describir sin necesidad de hacerlo todo lo que existe entre ellos.

Es una oportunidad para desvelarse el resto de su vida, pensando en oraciones infinitas hasta que alguna vez se sienta satisfecho con alguna declaración que sea digna del científico, lo cual no cree alguna vez lograr, por supuesto, eso no le importa en absoluto.

Ahora mismo, solo quiere fusionarse con él mientras el mundo se difumina.

―¿Estás cómodo?

Gruñe ante la pregunta, recibiendo una risa a cambio.

―Sí, yo también lo estoy.

Candor

Las personas son multifacéticas, nunca son un individuo invariable dado que la evolución es algo inevitable. Lo único que puede ser controlado, parcialmente, son las personalidades que fluyen en los distintos escenarios. Cosa que el castaño puede comprobar ahora mismo cuando encuentra al agente secreto atrapado entre un grupo de niños, quienes maravillados por el hombre, le exigen que juegue con ellos a los espías; antes eso habría sido la excusa perfecta para ejecutar su plan pese a ser conocedor de que se liberaría del juego para detenerlo, en la actualidad, permite al alemán pausar su vida un momento para ver a Perry el ornitorrinco actuar como una persona candorosa, tan similar a un infante.

Su rostro no se contrae en expresiones serias o se congela en un solo gesto, es más expresiva, permitiendo notar pequeñas arrugas de expresión que en el contexto donde habitualmente coexisten no puede apreciar; se ve inocente, puro. Como si no fuera el Agente P, su dolor de cada día, sino un hombre sencillo que no puede ser indiferente con cada uno de los infantes que se cuelgan y ríen a su alrededor.

Suspira, permitiéndose recargar su mejilla en su palma; no todos los días puedes disfrutar de ver a tú némesis siendo tan...lindo. Por supuesto, Heinz nunca negó las características positivas del hombre turquesa, como su atractivo, solo que esto era impresionante, porque no es algo que posea en la rutina.

Lo que lamenta, ahora que conoce como se puede mirar con una sonrisa tan libre, sin preocupaciones, como si todo el mal en el mundo dejase de existir para que pueda disfrutar del momento.

De pronto, siente que es empujado al juego, insistiendo en que necesitan un villano. Literalidad que parece hacer que Perry se ría, y por ende, su cara se sonroje.

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⏰ Última actualización: Jun 02 ⏰

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