El Costo De Los Secretos

Sorpresa

Después de ordenar mi ropa mientras navegaba en el mar de los recuerdos Victor entro a mi cuarto diciendo que moría de hambre, bajamos a la cocina e hicimos unos waffles con frutas y miel, jugo para Victor y café para mí, esto es costumbre entre nosotros, cocinar y comer, no nos gusta comer comidas hechas por otras personas, no nos gusta ir a restaurantes, en el hábito de la comida somos muy delicados y Hermes lo sabe por eso no contrato a nadie para la cocina, eso nos ha traído muchos problemas ya que nuestra madre se queja porque hasta para su comida tenemos reglas, cuando hace claro está.

-- ¿ya les avisaste?-- dijo Victor después de haber tomado un sorbo de jugo de naranja

-- así es-- le respondí tomando un sorbo de mi café

Habíamos acordado mantener nuestro regreso en secreto, no queríamos que se enteraran nadie y especialmente nuestros amigos, teníamos todo planeado, queríamos sorprenderlos. Después de habernos ido de Boston quedamos en venir de vistas y pues no pudimos siempre que acordamos la fecha algo pasaba y después dejamos de intentarlo cada uno se enfoco en la universidad pero nunca perdimos el contacto.

Estaba emocionada por verlos pero la emoción de Víctor era más notoria, cada uno subió a su cuarto a ducharse para salir, le escribí a Sam y le pregunté que en dónde estaba que quería hacer una videollamada con ella, ella respondió que estaba en su casa y le rogue que llamara a Jack para hace la llamada los 4, se confundió mucho, me dijo que porque simplemente no lo agregamos a la llamada y ya, pero yo le dije que quería verlos juntos, le inventé un cuento que a ella no la convenció mucho pero ya Victor había convencido a jack de que fuera a la casa de sam.

Samantha y Jackson son nuestros mejores amigos desde que tenemos memoria, nos conocimos por nuestros padres y sus negocios y luego coincidimos en la escuela y estudiamos juntos toda la preparatoria, Sam es muy guapa, una peli roja muy resaltante, sus pecas son muy notorias pero la mejor definición de Sam es correcta, a Sam le encantan las cosas justas, correcta y como no, es la hija del jefe de policia de Boston, él señor James Sinclair todo un ejemplo a seguir.

Jackson no se queda atrás, Jack es muy guapo, sus ojos verdes, cabello castaño y su 1,75 de altura lo hace ser muy resaltante, el es hijo de Benjamin Schmitt un alemán que decidio mudarse a Boston por negocios de arquitectura, ha diseñado varios edificios junto con su esposa Sara y Jack es su único heredero.

Todo estaba listo, llamamos a Hermes para que nos llevará a casa de sam, Hermes se encargo de hablar con los Sinclair para que nos recibieran en secreto para poder sorprender a los chicos, me mire al espejo y me gustaba mi estilo, jeans negro no tan ajustado, zapatos blancos, una ramera blanca y mi chaqueta negra, típica vestimenta casual, mi cabello azabache caía por mi espalda y los lentes oscuros encima de mi cabeza, ya estaba lista asi que decidí salir para tocar la puerta de vic a ver si ya estaba pero antes de que pudiera tocar el ya había abierto, nos miramos de arriba a bajo uno al otro ambos soltamos una carcajada, estábamos vestidos iguales, él traía un jeans negro con una cadena colgada de lado una ramera blanca los lentes oscuros sobre su cabello humedo, la única diferencia era que su chaqueta era color café.

-- cosa de mellizos-- dijimos ambos a la vez mientras tomábamos rumbo por el pasillo

Nos subimos al auto y tomamos la ruta, hablamos un rato con Hermes por el trayecto pero mis nervios surgieron cuando entramos a la propiedad Sinclair y en la puerta de la casa estaba la señora Eva esperándonos, nos bajamos y ella nos abrazó a ambos, mistras que soltaba algunas lágrimas, nos preguntó muchas cosas pero al mimo tiempo no nos dejó responder, nos dijo que los chicos estaban en el segundo piso en la piscina y nos encamino a la escalera, Victor y yo nos miramos cuando se fue y nos reímos, subimos las escaleras y los nervios era sofocantes, recorrimos el pasillo que nos llevaba a la piscina y los recuerdos comenzaron a invadir mi mente, cuando corríamos por toda esta casa jugando y gritando, escondidos y nadando, que felicidad.