Genética

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Después de la discusión en el auto, la charla de Hermes y todo lo ocurrido en la universidad, solo deseaba llegar a casa y poder hacerme un café, me dolía la cabeza y necesitaba dejar de pensar por un rato

La camioneta se adentró a la propiedad y se paró frente a las escaleras que te adentran a la casa

--piensen muy bien lo que van hacer muchachos, y también como lo haran-- dijo Hermes mientras yo bajaba de la camioneta

-- adiós señorita-- dijo Andrew

-- hasta mañana-- dije sin voltear

Subí las escaleras y entre a la casa encontrándome con un delicioso aroma proveniente de la cocina y aunque el aroma me era familiar no pude evitar preguntarme, ¿quien está cocinando?, y ¿Porque?, aunque el aroma sea muy agradable no pienso comer comidas de otras personas, no puedo y tampoco estoy de humor para hablar con nadie y menos para decirle que no cómo comidas que no prepare yo, es enserio, creí que Hermes lo tenía muy claro. Me dirijo a la cocina con la rabia desbordando mis límites y cuando entre lo ví, estaba parado de espaldas y mi corazón se aceleró, los recuerdos me invadieron y el olor al fin fue familiar, me trasporto a mis 8 años cuando lloraba por el sonido de los truenos fuerte y los relámpagos que se veian fuera de mi ventana y Victor trataba de calmarme pero no lo lograba ya que el también tenia miedo pero justo en ese momento entraba él a consolarnos y a decirnos que no había nada a qué temer, nos tomaba de las manos y nos llevaba a la sala con nuestras mantas y ya estando alli creaba un castillo con los cojines y las mantas.

-- Está es su fortaleza, su castillo, aquí nada les hace daño-- decía mientras entraba con una jarra de leche y unas galletas con ese aroma delicioso, allí dormíamos juntos, todos, sin miedo a nada porque estábamos en nuestra fortaleza.

Verlo allí parado hacia que mi mente fuera un álbum de recuerdos que comenzaba a desbordarse, recordé cuando cocinamos juntos, cuando nos enseñó a patinar, cuando nos llevó a pescar y Victor termino cayendo de la lancha, cuando decidimos sorprenderlo en su cumpleaños y hablamos con sus compañeros del hospital y le hicimos una mini fiesta sopresa, cuando le hicimos una broma diciendo que habíamos chocado el auto, y junto a ese muchos, muchos recuerdos invadieron mi mente logrando que mis ojos se cristalizaran con las lagrimas que amenazaban en querer salir.

Lo ví voltear mientras se secaba las manos y otra vez sentí esa sensación en mi estómago al verlo, estaba igual, su pelo estaba despeinado y se escapaban algunas greñas a su frente, andaba en traje pero sin saco, tenia un camisa blanca con las mangas subidas hasta los codos, traía un pantalón negro y unos zapatos café, su barba estaba como siempre muy baja y tenia casi el mismo tono de su pelo, un tono negro con gris, una mezcla que no lo hacía ver mayor al contrario le daba un porte serio y muy guapo que no aparentaba sus 47 años ya que siempre a parecido menor. Mi mirada se encontró con la de él reconociendose al instante al notar que son los mismos genes, la única diferencia era que su gris se intensifica por los lentes que el tiene ya que hacia que su mirada siempre fuera mas intensa.

-- ¿No piensa abrazarme?-- dijo el soltando el paño con el cual se estaba secando las manos-- ¿O es mucho pedir?-- dijo y su mirada se torno triste pero no dejan su sonrisa

-- Blake!! escuché gritar a Víctor -- estás arriba?-- grito mientras entraba a la cocina, voltee a mirarlo y su cara cambio totalmente cuando su mirada viajo a encontrarse con el hombre que estaba en la cocina, pude ver confusión en su rostro, sus ojos también se cristalizaron pero también vei rabia, voltee a ver al hombre que estaba inmovil, solo nos miraba tratando de buscar una respuesta o al menos un gesto.

--Si quieren que me vaya los entiendo pero solo quiero que hablemos luego me ire...-- dijo y lo Vi tragar grueso, le dolía pero yo no me contuve, camine hacia él, casi corrí y lo abracé, lo abracé mientras retenía mis lágrimas <no vas a llorar> me dije mientras el me envolvió en sus brazos, olía igual, su perfume era el mismo con el olor mezclado a chocolate, repostería, dulce <nos hizo dulce como antes>. Me separé de el y mire a mi hermano que seguí allí sin decir nada pero está vez sus ojos estaban rojos pero el no quería dejar salir las lágrimas

El Costo De Los SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora