CAPÍTULO 6

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La ciudad de Brisbane era... completamente normal. No mentiré, estaba algo decepcionado, una parte de mi esperaba ver rascacielos en forma de hueso o más alusiones a la raza dominante de este mundo, pero no fue el caso en lo más mínimo.

Pensándolo bien, en la tierra humana tampoco había edificios que reflejaran a nuestros antepasados primates o edificios en forma de bananas. Me sentí como un idiota por pensar encontrar algo diferente.

El día empezó con una inusual invitación a un viaje de pesca, luego de la tortura disfrazada de entrenamiento de Brandy. Considerando que nunca había pescado, acepté. Salimos a la casa del vecino llamado Maynard que, aparentemente tenía una relación cercana a Brandy, lo suficientemente cercana para que lo llamara tío.

No entraré en detalles del viaje en sí, ya que no pesqué nada digno de mención, lo que si descubrimos, o caímos en cuenta, era el hecho de que yo no tenía vacunas.

No mentiré, eso realmente me asustó, considerando que ahora era un perro, lo primero que se me vino a la mente fue la rabia, no quería iniciar una pandemia o dañar a la familia Cattle. Brandy en su infinita sabiduría médica canceló el viaje de pesca y salimos directamente al hospital, dando inicio a mi primer viaje a una ciudad de este mundo.

Actualmente nos encontrábamos en un taxi rumbo al Hospital Militar de Brisbane, donde trabajaba Brandy. Quería hablar con ella, no me sentía cómodo yendo a una instalación del gobierno, había visto suficientes películas para saber el resultado, pero no podía mencionar el tema, no frente al taxista.

Ignoré el hecho de que me encontraba sentado sobre sus piernas para poder ver fuera del taxi, disfrutando de las vistas por el resto del viaje. Lo único digno de mención fue el hecho de que vi muchas razas de perros, no era un experto y no sabía mucho de razas de perros, solo distinguí algunas cómo dálmatas, terriers y poodles, entre otras.

Luego de casi una hora de viaje llegamos al hospital, tenía curiosidad sobre el precio del viaje, pero Brandy lo pagó directo desde la aplicación.

El hospital era grande, no muy diferente a un hospital normal. Tenía un intrincado escudo de metal de una cruz justo en el centro del edificio, que era un rectángulo de cemento de color blanco hueso. En otras palabras, era aburrido y falto de color. No me sorprendió, pero nuevamente, con todo el asunto de un nuevo mundo era aburridamente similar al mío, para bien y para mal.

Entramos por una portería resguardada por algunos soldados, se pusieron firmes e hicieron un saludo militar a Brandy, refiriéndose a ella con el rango de capitana. Brandy les devolvió el saludo y les dijo que descansaran, hoy no estaba de servicio.

Atravesamos el parqueadero y entramos propiamente en el hospital. Estaba algo vació, desde mi punto de vista. Nos acercamos a una recepción.

"Buenos días Violet." Llamó Brandy a la recepcionista, quien no tenía ni un rastro de morado en su cuerpo, tampoco reconocí la raza.

"Oh, ¡Buenos días capitana Cattle!" La recepcionista saludó a Brandy con un clásico saludo militar, lo cual llamó un poco la atención de la sala de espera.

"Descansa Violet, no estoy de servicio hoy." Brandy regresó el saludo, "¿está disponible el coronel Stain?"

"Si señora, ya le aviso de su llegada, capitana." Brandy asintió y me tomó de la mano, pero no alcanzamos a dar un paso cuando la recepcionista notó mi presencia. "Aww, pero que cosita tan linda tenemos aquí." Añadió mientras se levantaba y salía de su puesto, noté que vestía un traje azul de hospital con una identificación en la parte izquierda del pecho.

Me incomodó un poco que se refiriera a mi como "cosita linda", pero decidí ignorarlo, ahora era un niño, me gustara o no.

"Buenos días, señorita Violet." Decidí saludar, añadiendo mi sonrisa comercial.

Schwarz Weiß.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora