Si tu mujer está a punto de parir intenta:
1) Estar con ella en todo momento.
2) Tranquilizarla.
3) Llevarla al hospital.
4) Tomar su mano en pleno trabajo de parto.
5) Y por encima de todas las cosas, nunca dejarla sola.A penas nos enteramos de que un nuevo miembro llegaría a la familia, nuestras vidas volvieron a revolucionarse. Esta bien que ya teníamos tres hijos pero había pasado tanto tiempo que lo sentíamos como si fuera la primera vez.
Jade no dejaba de pensar en que iba a perder, nuevamente, su figura y que todos los malestares renacerían en su cuerpo por tercera vez. Yo, en cambio, no dejaba de calcular qué día fue en el que no nos cuidamos porque según los análisis que se hizo al volver de Villa Gesell, ella ya estaba embarazada de siete semanas.
Fue un golpe duro para ambos.
Nuestra vida giraba entorno a esta personita. Había que buscar un nuevo hogar, el apartamento no era propio para seis personas, una perra y una iguana. Necesitábamos espacio y dinero... mucho dinero...
Teníamos que preparar su habitación, comprar una nueva cuna, las anteriores las regalamos y vaya uno a saber que pasó con ellas. ¡La ropa! Todo lo que habíamos donado. Y el cochecito. Y la silla para el coche. Y el cambiador. Y mejor dejo de hacer cuentas.
Estamos de acuerdo en que no fue buscado. Pero sí querido. ¡Tampoco éramos monstruos sin corazón! Y volvimos a emocionarnos con cada ecografía, a pasar noches en vela imaginando su carita, a discutir por los parecidos que iba a tener con nosotros, a desearlo cada vez que la panza crecía esperando el momento de tenerlo en nuestros brazos.
-¡Pa! ¡Está pasando! ¡Está pasando! -Era Bruno, un padre lo reconoce hasta por teléfono.
-Hijo, estoy en una reunión. -Susurré y sonreí a los japoneses que me miraban. -¿Puedes llamar más tarde?
-¡Sí, genial! Yo llamo más tarde, estoy seguro que mamá puede esperar con las piernas cruzadas. -Fruncí el ceño.
-¡Dame el teléfono, idiota! -Al parecer, Hayley le quitó el teléfono de las manos. -Pa, mamá está con contracciones. ¿Vienes?
-¿Justo ahora? Bueno... -Volví a mirar a los japoneses y a mi jefe. -Espera... no sé. Ahora me fijo si puedo salir, mientras llamad a una ambulancia y decíle que se quede tranquila.
Tranquilo, Harry, tranquilo. No pasa nada, tu mujer está en trabajo de parto mientras tú escuchas a los japoneses hablando en inglés. Me revolví en el asiento blanco y le pedí a Laura que me traiga un café, aflojé el nudo de la corbata y volví a ajustarlo ante la mirada de mi jefe. Contesté "eh...yes" a cada cosa que me preguntaban y ni siquiera me despedí cuando, media hora después, se dio por finalizada la reunión.
-¿Y? ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está tu madre? -Llegué corriendo a la clínica y abracé a Hayley que tenía lágrimas en su rostro. -Tranquila, ¿qué pasa? Chicos ¿qué pasa? -Pero ninguno me quería contestar. Vi a una enfermera salir de la puerta, detrás mio. -Disculpe, Jade Thirlwall , está embarazada, a punto de parir.
-Sí, el médico ya está en la sala. En minutos se inicia el parto.
-Bueno, entro. -Deduje y ya estaba a punto de cruzar la puerta.
-No, no, no. Momento. No puede entrar nadie.
-¿Cómo que no? Soy el padre, tengo que estar.
-Parece que hubo un problemita, el bebé se enredó en el cordón. Pero usted no se preocupe, ahora el médico le va a realizar una cesárea.
-¿Qué no me preocupe? Es mi hijo, obvio que me voy a preocupar. Yo quiero entrar.
-Es una cesárea, señor, no puede entrar.
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Instrucciones Bajo Cero | Jarry | {Book 2} {Adaptación}
FanfictionUn buen entretenimiento para tu hija adolescente que acaba de cortar con su novio es, sin duda alguna, como te enamoraste del tuyo. ©I do not own anything. Todos los derechos reservados a la autora. Esta novela NO está escrita por mi y no ha sido re...