23. "La casa. Parte uno"

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Cosas esenciales para hacer el amor:
1) Un lugar tranquilo.
2) Seguridad.
3) Ganas.
4) Concentración.

-Está buena. -Verificó Perrie luego de probar una cucharadita de la tarta que hice esa misma tarde.

-La madre de Nico me dio la receta. -Nos habíamos hecho buenas amigas, nuestros hijos ya eran pareja hace bastante tiempo y estábamos obligadas a hablar.

-Siguiendo con nuestro tema... supongamos que viene tu amor platónico. Te lleva a una comer a un restaurante carísimo. Es romántico contigo. Te regala flores. Pide Champagne. ¿Te lo llevas a la cama o no?

-Bueno... digamos que ya es bastante raro que mi amor platónico me lleve a cenar sin que Harry no lo hubiera matado antes, pero no. No me lo llevaría a la cama.

-¿Tan bueno es mi hermano en la cama? -Porque si había que elegir entre Zayn y el amor platónico de Perrie, ella no optaría por su marido. -¿La tiene grande?

-¡Perrie! -Cuarenta años y siempre pregunta lo mismo.

-¡Es que nunca lo pude entender! Todas las mujeres se acostaron con Harry menos lo pobre de su hermana. -Ella era una pobre víctima.

-No sabes lo que te perdiste. -Y tomé un sorbo de té entre risas. -¡Hayley! Ven un segundito. -Llamé a mi hija apenas abrió la puerta de entrada. Se acercó con una sonrisa gigante y le golpeé un brazo. -La próxima vez que no vas a aparecer a las diez de la noche ten la decencia de llamarnos. No te voy a cubrir más con tu padre.

-Perdón, no sabía que no iba a volver. -Se tiró sobre el sofá y abrazó un almohadón.

-¿Qué hiciste? -Ya me estaba preocupando por el corazón de Harry. La tarde anterior Hayley había ido a la casa de Nicolás y hoy aparece como si flotara en una nube. -¡Ay, no por Dios! ¡Dime que no lo hiciste! ¿No pensaste en tu padre en ese momento? -Negó. También yo, mira lo que le vengo a preguntar.

-Cuenta, cuenta -Animaba su tía. -¿Cómo fue? -Hayley suspiró y volvimos a ser tres adolescentes.

-Nada. Fui a la casa. Los padres y la hermana se fueron a no se dónde. Nico me dijo que no iban a volver y nada... eso.

-Se me ocurren un montón de asquerosidades para preguntarte en este momento pero te voy a dejar porque eres muy tierna. -Admitió mi amiga.

-Me voy a mi cuarto. -Comentó cuando le sonó el móvil con una llamada entrante de su novio.

-¿Cuánto te juego a que van a tener sexo por teléfono?

-¿Te das cuenta de que Hayley acaba de perder la virginidad? -Total, soy yo la que se lo tiene que contar al padre.

-¡Ya era hora! De tal palo, tal astilla. Diecisiete años tardaron en perder la virginidad.

"-Te presento a mi hermano. -Sostuve al bebé con horas de vida en brazos para mostrárselo a Harry.

-Hola, Louis. Soy tu cuñado, Harry. -Dejó un besito sobre su frente y agarró su manito para ver los pequeños deditos.

-Luchito. -Ya era su apodo. Lo miré por unos segundos, pensar que odie el momento en que me dijeron que iba a llegar al mundo y no paré de decir cosas horribles en esos nueve meses sobre él... y ahora... estaba enamorada de una criatura de cincuenta centímetros. -Es parecido a mí

-Sí... más o menos. Acuerdate que sois medio hermanos.

-Tiene la misma nariz que yo.

-Todos los bebés son iguales.

-Es igual a mí. -Seguía insistiendo.

-No importa. Te propongo algo... mi tío tiene una casa alejada de la ciudad y me la va a prestar este finde. ¿Quieres venir? -O sea... que por fin se iba a dar."

-Disculpame, por lo menos yo lo hice con alguien que amaba. En cambio, tú ni siquiera te acuerdas el nombre del pibe. -Que Zayn nunca se entere de esto.

-Por lo menos vi más hombres desnudos que tú.

-¡Eso es mentira! -Que Harry nunca se entere de esto. -¡Vi cientos de hombres desnudos!

-Pero yo tuve sexo con más de uno. -Jaque.

-Y yo nunca te voy a contar como la tiene tu hermano. -Jaque mate.

"-Llegamos... -Cruzamos la reja gigante que cercaba la quinta y Harry se encargó de abrir la puerta de la casa. Di unos pasos mirando todo el alrededor y dejé la mochila que había traido en uno de los sillones.

-¿Y ahora? -Pregunté al mirarlo. ¿Cómo se empieza?

-Ahora... no sé. -Y nos quedamos los dos quietos con las manos en los bolsillos de las chaquetas. -¿Quieres comer algo?

-No... -Quería otra cosa. -Voy a dejar mis cosas en la... ¿dónde está la habitación?

-No sé. Hay cinco cuartos. -¿Por qué un hombre soltero tiene una casa de este tamaño con cinco habitaciones? -Entra en cualquiera. -Volví a agarrar mi mochila para caminar por un pasillo y abrir puerta, tras puerta. En serio, ¿Por qué un lugar tan grande? -Ah, estabas aquí-Ingresó mi novio y se sentó en la punta de la cama como yo lo estaba hace minutos.

-Era la única habitación que tenía la cama hecha. -En las otras sólo había polvo y telarañas. -¿Y ahora? -Volví a preguntar.

-¿No querías comer, me has dicho?

-¡Harry , ey! -No lo podíamos seguir postergando. -En algún momento tiene que pasar.

-¡Es que no sé como empezar! -Se defendía.

-¿Cómo que no? -Me paré de golpe para quedar frente a él. -¡Si lo hiciste un montón de veces!

-Pero a ti te amo, me da miedo.

-Harry, estoy casi segura de que vamos a hacer lo mismo que hiciste con las demás. -No era mucha lógica. Suspiré y me arrodillé en el piso para apoyarme en sus piernas. Él corría los pelos de mi cara.

-Estoy más nervioso yo que tú.

-Yo también estoy nerviosa. -Demasiado. -Pero si vamos a seguir aquí sentaditos, se nos termina el finde. -Y mi paciencia.

-Ven. -Me tiró de los brazos para que me siente sobre él y apoyó sus labios en la comisura de los míos. -Tenemos todo el día.

-No tienes nada debajo de tu camisa. -Afirmé cuando desabroche los primeros botones y pasé mi mano para tocar su pecho. -Yo tampoco tengo nada debajo de mi camiseta.

-¡Jade! -No podía conmigo. Reí un poco de su cara y lo besé.

Me tumbó sobre la cama y siguió disfrutando mi boca. Pasó las manos por debajo de mi camiseta roja y acarició mi cintura por unos minutos. Noté su sonrisa cuando subió un poco más su mano derecha y descubrió que de verdad estaba sin sujetador. Arremangó la camiseta para sacármela y volvió a tumbarse sobre mí para que no sintiera la brisa que entraba por la ventana.

-¿Te hago cosquillas? -Preguntó porque me reí cuando su boca humedecía mi cuello.

-No... No me puedo concentrar. -Y me senté, un poco incómoda. Hice tanto lío para terminar estando más nerviosa que él"

N/A: Hola churris , os he echado de menos.
Nos leemos más tarde que hay maratón , mantened los ojos abiertos bc no pienso decir cuantos capítulos quedan , surprise.
Selley xx.

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