10. "Desde cero"

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Momentos en los que tienes que empezar desde cero:
1) Cuando tienes que rehacer un trabajo práctico.
2) Cuando te equivocaste en la receta de cocina.
3) Cuando no encuentras el camino de regreso.
4) Cuando decides perdonar.

-¿Hola? -Contesté el móvil semidormida. ¿Quién se atreve a llamar a las cuatro de la mañana de un viernes?

-¡Hola profe! -Abrí los ojos ¿desde cuándo mis alumnos tienen mi teléfono? -¡Soy Nicolás! -La semana pasada me integré nuevamente al colegio siendo suplente de la profesora del curso de mi hija.

-Ah... ¿por qué me llamas? -Y ya estaba sentada en la cama bostezando.

-¡A Hayley le ha dado un ataque de asma en la discoteca y no tiene el broncodilatador! -Sacudí a Harry para que se despierte. -¡La quería llevar a su casa pero no sé la nueva dirección y ella no puede hablar!

-¡Quedate tranquilo que ya vamos para allí! -Le dije entre gritos a Harry lo que estaba pasando, despertamos a los chicos para que cuiden de Mía y salimos en pijama en busca de nuestra hija.

"-¡Pensaba que íbamos a salir solos! -Gritó Sam, la música estaba bastante fuerte como para escucharlo.

-¡Ellos querían venir así que los invite! ¡¿Te molesta?! -Hablaba de mi amiga y su hermano.

-¡Claro! ¡Quería pasar una noche a solas contigo! -Sonreí y lo besé. Hoy cumplíamos tres meses de relación, por fin sentía que alguien me comprendía. -¡¿Vamos?!

-¡¿A dónde?!

-¡A un lugar, para estar más tranquilos! -Caminé detrás de él entre la multitud que había dentro de la discoteca."

-¡Allí están! -Encontré a Nicolás en la puerta del club con Hayley recostada entre sus piernas. A penas nos vio la levantó y la sentó en el asiento trasero. Busqué en mi bolso el broncodilatador que había sacado hace quince minutos de la mochila de mi hija mientras Harry no dejaba de preguntar que le había pasado como para que se ponga así.

-¿Quieres más? -Le preguntó Nico a penas le sacó el broncodilatador de la boca. Tuvo que volver a ponérselo y apretarlo dos veces más.
Harry la ayudó a caminar para ingresar a la casa, dejé pasar a mi ex - yerno y salvador y fui a la cocina a hacerle un te para calmar los nervios.

-¿Hayley , por qué no les cuentas lo que ha pasado? -Insistía Nicolás pero ella no movía un pelo, desde que la sentaron en el sillón que no realizaba mueca alguna. Bruno le acariciaba la espalda, siempre fue protector de su hermana mayor. Martín se quedó en el dormitorio de Mía por las dudas de que despierte.

-Loquita... ¿Le cuentas a papá lo que te pasa? -Harry le volvía a hablar con esta ternura que hace meses no usaba con ella. Pero Hayley en vez de hablar, comenzó a llorar. -¿Qué pasó? -Ahora le preguntaba a Nicolás. Yo me senté al lado de mi hija para besar su cabeza.

-Facundo... la quiso violar.

"-¿A dónde vamos? -Volví a preguntarle cuando noté que salíamos de la discoteca.

-Ya te lo he dicho... a un lugar más tranquilo, sin gente.

-¿Pero a dónde? -¡Qué ilusa era en esa época!

-A mi casa... -Entonces paré la caminata.

-¿A tu casa? ¿A qué? -Y todavía no entiendo por qué no me di vuelta en ese preciso momento en vez de hacerle esa pregunta tan estúpida.

-A estar un rato solos... ¡vamos! ¿Me vas a decir que no quieres, nena? -Por primera vez sentí asco cuando me tomó de la cintura para besarme.

-¡No, no! ¡Para! No quiero ir a tu casa. -Todavía recuerdo su cara y el miedo que tuve en esos cinco minutos de mi vida. Realicé un amague para entrar a la discoteca y pedirle a Perrie que nos volvamos o incluso rogarle a Harry para que me lleve en el coche hasta mi casa pero Sam me apretó del cuello para que no me mueva de su lado.

-¿Qué te pasa, idiota? ¡Hace tres meses que te estoy esperando y ahora me vienes con un no! -Lo miré a los ojos intentando buscar a ese chico del que me había enamorado. Era increíble ver que la gente no siempre es lo que uno piensa. Susurré un "me estás haciendo daño" entre lágrimas.

-¿Te hago daño? ¡Todavía no te haces una idea de lo que te puedo hacer!

-¡Tú tampoco te haces una idea! -Gritó Harry cuando lo sorprendió con un golpe en su cara. -¡Te dije mil veces que con ella no! -Y fue Perrie la que tuvo que elevar la voz para que alguien detenga la pelea."

-¡Para, Harry! -Intentaba sostenerlo cuando le agarró un ataque de locura. La historia se repetía y él no podía soportar que dos de las tres mujeres de su vida pasen por la misma desgracia.

-¡Una mierda voy a parar! ¡¿Dónde vive?! ¡Hayley, dime dónde vive! -Pero los gritos de su padre la ponían peor. Esta vez fue Bruno el que dejó el broncodilatador en su boca porque Nicolás estaba ocupado conmigo ayudándome a detener a Harry.

Martín trajo a Mía que había comenzado a llorar y no podía calmarla. Estábamos todos histéricos con la situación. "No hagas nada, papá" fue lo único que logró decir Hayley con el poco aire que tenía. Harry se sentó junto a ella para abrazarla con fuerza y volver a derramar el dolor que sintió años atrás junto con el dolor que siente ahora.

"-Permiso... -Entraba Harry a la habitación de Perrie donde me encontraba con ella y con su madre. -¿Estas mejor? -No le contesté, no tenía voz.

-Todavía está un poquito shockeada. -Habló Anne. -Déjadla descansar, mañana se va a despertar mejor. -La quiero tanto... fue, es y será la madre que nunca tuve. Agarró el vaso de agua que me había dado horas antes y salió de la habitación para irse a la suya.

-Yo... voy al baño. -Dijo mi amiga cuando Harry le hizo unas señas para que nos deje a solas.

-Gracias... -Susurré. Él se sentó en la cama para que pueda abrazarlo.

-¿Cómo te sientes? -Y por más que me hagan bien sus caricias en mi espalda, no eran suficientes.

-¿Tan basura soy? ¿Tan poco me merezco? Mi padre me pega, mi novio me quiere violar... ¿No puedo ser feliz? -Tuvo que limpiar las lágrimas que se escapaban de mi rostro.

-Sí... te mereces ser feliz y mucho más. Y te mereces a alguien que te quiera... que te cuide. Porque eres una de las mejores personas que conozco. -Sonreí.

-¿Qué te pasa que estás tan bueno conmigo?

-Me di cuenta que te quiero mucho.

-Yo también te quiero. -Y por primera vez acaricié los hoyuelos de su mejilla.

-¿Comenzamos desde cero?"

-Gracias por todo. -Despedía a Nicolás desde la puerta. -¿Seguro que no quieres que te pida un taxi? Me da miedo que te vayas solo.

-No, profe. Quédese tranquila.

-Lo de profe lo dejamos en el colegio ¿vale? -Asintió. -Gracias por cuidar de Hayley.

-Me... me gustaría venir a la tarde para ver como está. ¿Puedo?

-¡Claro! ¿Cómo no vas a poder? Te espero... -Ví como se alejaba, ya estaba amaneciendo. Caminé hacia la habitación de mi hija y entorné la puerta para escuchar.

-Perdoname por no escucharte, Pa. -Será una marca que recordará toda la vida.

-Perdoname a mí por gritarte tanto. -Le dejó algunos besos en su mejilla para que entienda que él la seguía queriendo como siempre. -¿Cómo estás tú? ¿Te hizo algo?

-No... justo llegó Nico. -Ella también tenía su superhéroe.

-¿Me puedo quedar tranquilo, entonces?

-Sí... ¿Quieres volver a ser mi novio como cuando era pequeña?

-¿Comenzamos desde cero? -Me quedé un rato mirándolos hablar abrazados recordando la madrugada en que quedé dormida en los brazos de Harry.

N/A: Maldito mal nacido Facundo y Sam y que asco me dan los hombres así.
Nos leemos después , Selley xx.

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